1280 almas

Jim Thompson es uno de los más grandes autores norteamericanos de novela negra. Ahora bien, a diferencia de ilustres colegas como Hammett, Chandler o Spillane, Thompson no destaca por haber creado a un famoso detective privado, ni por dar vida en sus numerosas novelas a protagonistas con los cuales el lector pueda identificarse y a quienes imagine llegar a emular.

Más bien al contrario, el autor de “El asesino dentro de mí” se caracteriza por la creación de una galería de personajes oscuros, nihilistas, con tendencias psicóticas en ocasiones y muy, muy peligrosos. Personajes absolutamente despreciables los cuales, sin embargo, resultan fascinantes gracias al desbordante talento del escritor norteamericano. Uno de los mejores ejemplos para ilustrar el peculiar “estilo Thompson” es Nick Corey, el protagonista absoluto de “1280 almas”.

Bienvenidos a Potts County

Corey es el sheriff de Potts County, una pequeña localidad sureña que acoge a los 1280 habitantes a quienes hace mención el título de la novela. El encargado de hacer respetar la ley en el pueblo vive con su despreciable esposa Myra (un elemento de cuidado que le tendió una encerrona en su día para obligarle a casarse con ella) y el hermano retrasado (y pervertido) de esta. Y, dado que se dedica básicamente a no hacer nada, el glotón y vago de Nick tiene tiempo para dedicar sus más íntimas atenciones a Rose y Amy, dos mujeres de bandera con caracteres ciertamente opuestos.

Si bien en apariencia el sheriff Corey parece un patán ignorante que roza el retraso mental, según avanza la narración descubrimos su verdadera naturaleza: la de todo un psicópata manipulador. Su forma de lidiar con quien puede arrebatarle el puesto en las próximas elecciones, la manera en la cual elimina a determinados personajes que le resultan molestos, o su innegable habilidad para hacer de la desidia y la indolencia los elementos más destacables de su labor como servidor público, son todos ejemplos de la retorcida y peligrosa mentalidad del protagonista de “1280 almas”.

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“Valores” sureños

Aunque no se especifica en ningún momento en qué año transcurre la acción de la novela, todo parece indicar que nos encontramos en el primer cuarto del siglo XX. Y, puesto que la historia tiene lugar en una población del sur de los Estados Unidos, es de esperar que Thompson nos muestre el despreciativo modo en el cual los habitantes negros de Potts County son tratados por sus vecinos blancos.

Ni que decir tiene que, al no ser considerados como personas, los hombres y mujeres de color son víctimas de abusos y maltratos que, a buen seguro, escandalizarán a más de un lector. Del mismo modo, el brutal abuso del cual es víctima uno de los personajes femeninos de la trama, podría disparar las alarmas en la mente de cualquier persona que se acerque a la narración manteniendo una perspectiva moderna.

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Evidentemente, que una mujer sea maltratada constantemente por su marido no es algo aceptable para el lector de hoy en día, como tampoco lo es el racismo imperante en una sociedad tan retrógrada como la retratada en “1280 almas”. Pero no hay que olvidar que Thompson se limita a describir cómo eran las cosas en un tiempo y lugar muy concretos. No cometamos el error de acusar al autor de racista o machista por el hecho de dedicarse a reproducir unos comportamientos capaces de escandalizarnos pero que, por mucho que nos duela admitirlo, gozaban del beneplácito de una sociedad muy diferente a la nuestra.

El maestro Bernet

Hablar de Jordi Bernet trae a la mente obras ya clásicas como “Andrax”, “Sarvan”, “Kraken” o la longeva “Clara… de noche” (publicada semanalmente en “El jueves” desde 1992). Pero, sobre todo, muy por encima de toda la estimable producción del dibujante barcelonés, destaca un nombre: Luca Torelli, alias “Torpedo”, el personaje creado por Enrique Sánchez Abulí y Alex Toth que es, sin duda, la obra maestra indiscutible de un Bernet cuyo firme trazo fue capaz de superar al del gran maestro norteamericano.

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Quien conozca las andanzas de Torelli, Rascal y compañía, probablemente considere (como lo hacemos en El Mar de Tinta), que no hay en la actualidad un ilustrador mejor dotado para retratar a personajes y ambientes como los descritos por Jim Thompson. Los pinceles y plumillas del gran artista catalán nos regalan unas imágenes impactantes, entre las cuales destacan su versión de Nick Corey y, por supuesto, las hermosísimas mujeres que son seña de identidad de Bernet.

Una edición impecable

Libros del Zorro Rojo es una editorial independiente especializada en la publicación de obras ilustradas de una calidad extraordinaria. Y el libro que nos ocupa ejemplifica a la perfección dicha calidad, pues se trata de un volumen de gran tamaño, encuadernado en tapa dura con sobrecubierta e impreso en un papel de alto gramaje que permite una reproducción óptima de texto e ilustraciones.

En definitiva, nos encontramos ante una novela negra excelente, considerada por muchos críticos como la mejor de su autor, acompañada por un impresionante apartado gráfico realizado por uno de los dibujantes españoles más respetados a nivel internacional. Una de esas obras que, por su perfecta conjunción de contenido y continente, merecen ocupar un lugar privilegiado en cualquier biblioteca.

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