Crónicas de la Magia Sellada

¿Qué necesita un libro de fantasía para atraer la atención de los lectores en un mercado saturado de títulos olvidables? Una buena historia, sin duda, protagonizada por un grupo de personajes carismáticos y dotados de humanidad. Un mundo bien diseñado también resulta indispensable, sobre todo si está habitado por hombres, mujeres  y criaturas de todo tipo  que nos resulten interesantes.

Todo eso, y mucho más, podemos encontrarlo en las páginas de “Crónicas de la Magia Sellada”. Con su primera novela, Helena Ramírez demuestra ser capaz de condensar en un único volumen lo que otros autores desarrollarían a lo largo de una trilogía, tetralogía o saga interminable. Y lo hace con tal habilidad que consigue captar nuestro interés desde la primera página, logrando el objetivo soñado por todo escritor: hacer que pasemos página tras página lamentando el momento en el cual nos veamos obligados a realizar una pausa en la lectura.

Un monarca reacio

Soran Tardad se convirtió en rey de Vaesmar tras la muerte de su hermano mayor, acontecida durante la cruenta guerra que enfrentó a su reino contra los terribles Invasores del Mar. Demasiado joven para asumir las responsabilidades asociadas al trono, y sumido en una profunda depresión, Soran deja pasar los años mientras cumple con escaso interés las obligaciones de su cargo.

Cuando unos extraños sueños comienzan a poblar sus noches, el joven monarca decide emprender un viaje mediante el cual quizás consiga encontrar un sentido a su vida. Acompañado por la sanadora y buena amiga Tary, y protegido por dos soldados juramentados dispuestos a dar su vida por él, Soran recorrerá tanto su patria como otras naciones. Y, mientras lo hace, se reencontrará con su hermana melliza (quien abandonó la corte de Vaesmar años atrás), conocerá a diversas personas que se unirán a él y descubrirá, finalmente, que alberga en su interior un poder insospechado.

El regreso de la magia

En el mundo descrito en la novela de Helena Ramírez, los magos decidieron tiempo atrás sellar las energías mágicas para evitar que un peligroso enemigo pudiera acceder a las mismas y aumentar su poder. Desde aquel momento, la Magia y quienes la controlaban pasaron a ser personajes de leyenda.

Sin embargo, en viejos volúmenes se habla de la llegada de un Mago que, acompañado de cuatro avatares (la Cazadora, la Sanadora, la Guerrera y el Extraño), surgirá para blandir el Báculo de los Mil Colores y enfrentarse a una amenaza que podría poner en peligro a todas las tierras conocidas. Soran es, para su sorpresa y la de quienes le conocen, el Mago profetizado. Así, a lo largo del viaje que le conducirá hasta el Báculo, irá conociendo los detalles de su destino, mientras los diferentes avatares se irán revelando ante él.

Cuando por fin descubran la naturaleza del poderoso enemigo al cual habrán de enfrentarse, Soran y sus acompañantes comprenderán que aquel está detrás de antiguos sufrimientos que les marcaron a todos. El joven Mago y sus avatares habrán de recurrir a todo su valor y determinación para librar la batalla más difícil de sus vidas y tratar de evitar que el pasado se repita.

El viaje iniciático

El viaje como experiencia transformadora es un elemento presente en incontables obras de la literatura universal. El personaje que parte con un destino incierto ya no es el mismo que regresa de un periplo plagado de aventuras y experiencias enriquecedoras, capaces de cambiar en profundidad su personalidad.

En “Crónicas de la Magia Sellada” presenciamos un ejemplo perfecto de la capacidad de cambio que se deriva de la particular odisea vivida por Soran y sus acompañantes. El joven indolente y sin metas que abandona Vaesmar se transforma en alguien muy diferente en el largo camino que ha de recorrer hasta alcanzar su destino, y los lectores asistimos desde una posición privilegiada al proceso de maduración del personaje.

Novela clásica, matices modernos

“Crónicas de la Magia Sellada” es una obra que recoge numerosos elementos de la Fantasía tradicional. No obstante, a pesar de estar más emparentada con obras como “Las crónicas de la Dragonlance” que con libros de autores como Martin o Abercrombie, sí que percibimos en ella algún elemento no habitual en las narraciones clásicas.

En concreto nos referimos a las relaciones homosexuales entre dos parejas de personajes de la novela, una de ellas mucho más evidente que la otra. Ya sea entre hombres o entre mujeres, Helena Ramírez nos presenta dichas relaciones con una naturalidad muy de agradecer, y en la cual queremos ver en El Mar de Tinta un reflejo de los tiempos que corren. Tiempos en los cuales existe una apertura de mentes cada vez mayor que, por lógica, ha de tener repercusión incluso en géneros tan poco “realistas” como el Fantástico.

Un par de peros

Hay un par de detalles que impiden que “Crónicas de la Magia Sellada” sea una obra “redonda”. Hemos detectado un empleo defectuoso de la puntuación en numerosas ocasiones, con abundancia de comas y escasez de unos más que necesarios puntos y seguido. Además, hay separaciones entre párrafos que deberían indicar cambio de escena y, no obstante, no lo hacen, de igual modo que hay transiciones no marcadas entre escenas.

Se trata de pequeños defectos, fácilmente obviables una vez se entra de lleno en la lectura, pero que podrían haberse subsanado con una corrección adecuada del texto. De igual modo que se podría haber sustituido términos como “ligar” o “cabreo” por otras palabras más adecuadas al tono general de la obra.

Sea como fuere, “Crónicas de la Magia Sellada” es una novela excelente la cual, además de resultar sumamente entretenida, toca temas tan interesantes como el fanatismo religioso o lo absurdo de las guerras. Y lo hace mientras relata una historia absorbente protagonizada por un grupo de personajes a cual más fascinante. Una magnífica opera prima, en suma, publicada por Nowevolution.

 

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