Tex. Un ranger en peligro

Vamos a picar espuelas y cabalgar sin descanso por el desierto. Suframos el calor y luchemos contra los indios, la tribu queda a su gusto. Al acabar, vayamos al Saloon y quitémonos la sed, fíjense que cosa, con un whisky, un cigarro reseco y una partidita rápida de póker con el sheriff y el alcalde del villorrio. ¿Un Western? Pues sí, hoy tenemos que hablar de un representante de tan conocido género. Y de los buenos, para que no se nos queje nadie.

El Western también tiene su rincón en el cómic. Y, hecho curioso, las mejores obras no han sido creadas por estadounidenses sino por europeos. Mencionemos “Durango”, “Comanche”, la imprescindible “Blueberry” de Giraud, y el más conocido de los cowboys del Lejano Oeste: Lucky Luke. Pudiera ser por su lejanía y exotismo, pero a éste lado del Atlántico siempre nos atrajeron éstas historias y el folklore que acumulaban. La literatura, el cine y el cómic se han llenado siempre, con sus altibajos, de narraciones ubicadas en aquellas tierras y en aquella época. Para equilibrar, a los nativos del país de más allá del Río Grande les apasionan nuestras tradiciones medievales.

Las aventuras de Tex Willer y Kit Carson se publican por primera vez en Italia en 1948. Sus creadores, Gian Luigi Bonelli al guión y Aurelio Gallepini al dibujo, no escatiman ninguno de los clichés del género y consiguen un rápido éxito que se ve reflejado en la longeva continuidad de la serie, sobreviviendo incluso a sus autores. El tomo que nos ocupa está escrito por Claudio Nizzi y dibujado por Víctor de la Fuente.

Español universal. Y de verdad

El asturiano Víctor de la Fuente es uno de los maestros españoles del cómic. No hay discusión en esto. Junto a Jordi Bernet, José Ortiz y Esteban Maroto forma la aristocracia del pincel y la plumilla. Dibuja con elegancia y compone con notable gusto. Tanto nos va a dar si estamos en el despacho del sheriff como si abrimos plano en mitad del desierto. Prueben, prueben y ya me cuentan si les queda algo similar.

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Con una ambientación más que lograda, este tomo hará las delicias de los aficionados al western y a los que les gusten los buenos cómics, sin más. No nos ha gustado que su reducido tamaño nos privará de apreciar en su totalidad el buen hacer del dibujante. Buen hacer que se demuestra en su dominio de la figura humana, que tan difícil puede resultar, y en el amor que muestra por el detalle. La habilidad narrativa que muestra sólo puede ser talento natural. Es arduo que la práctica o el estudio te lleven hasta ahí. Conseguir tal soltura está al alcance de unos escasos elegidos. Las primeras páginas del tomo sirvan de ejemplo: el ritmo, la distribución de viñetas, el encuadre y la composición te envuelven y te conducen con la historia sin dejarte respirar.

Investigando en el desierto

El asalto de un grupo de Comanches a un pueblo para sacar de la cárcel a un traficante de armas es el inicio de un guión sólido y entretenido. Entreverando western clásico y novela policíaca, los dos destacados miembros del cuerpo de Rangers de Texas Tex Willer y Kit Carson llevan a buen término una difícil misión en la que iremos conociendo jefes indios, delicuentes de poca monta, comancheros y otras gentecillas de baja estofa muy bien ubicadas en la trama.

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Claudio Nizzi domina bien los tiempos y edifica una robusta narración. Sin tiempos muertos, no decae en ningún momento y asegura un divertimento continuo en sus 226 páginas. Recomendable, pues, para todos los amantes del Salvaje Oeste y los que gusten de cómics bien elaborados y mejor dibujados. Tiene misterio, acción, emboscadas, indios, revólveres y peleas a mamporro desnudo. ¿Quién necesita más?

Buena sociedad, buen resultado

Víctor de la Fuente nació en 1927 y nos dejó en 2010. Comenzó a trabajar como dibujante de estudio en 1945 y tras un periplo por Cuba, Argentina y Chile regresa a España en 1969. Crea su más conocida serie, “Haxtur” para la revista “Trinca” y comienza a colaborar para editoriales británicas y la norteamericana Warren Publishing.

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Ya en los años 70 se marcha a París para trabajar en la editorial Hachette con el western “Amargo” y para la revista “A Suivre” donde publica la serie “Haggarth”. Considerado por muchos como uno de los mejores, fue galardonado en 1980 con el prestigioso “Yellow Kid”.

Claudio Nizzi (1938) comenzó como escritor de novelas y cuentos para revistas juveniles y femeninas. En 1969 se publica su primer guión de cómic. En 1981 comienza a trabajar con el editor Sergio Bonelli donde escribe los especiales de la serie que nos ocupa hoy (los llamados “Texones”, que incluían colaboraciones extraordinarias de otros autores) antes de convertirse en el guionista principal del personaje. Actualmente espacia sus historias para “Tex” para regresar a su primer oficio, escribir novelas.

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