Recomendación Halloween: Ocho fantasmas ingleses

Un año más, la noche de Halloween se acerca. En El Mar de Tinta no queríamos dejar pasar la oportunidad de recomendar un título fascinante. La editorial Siruela ofrece este magnífico compendio para helarnos la sangre. “Ocho fantasmas ingleses” recoge el mismo número de relatos breves de escritores británicos actuales. Inspirados en diferentes edificios emblemáticos de Inglaterra (y, cómo no, embrujados,) narran diferentes historias en las que el más allá y los aparecidos cobran protagonismo absoluto. Una excelente manera de pasar una noche de miedo.

Casas sobrecogedoras, castillos malditos y guarniciones militares con inquilinos inesperados. “Ocho fantasmas ingleses” da un giro actual a las clásicas narraciones de casas encantadas. Con un espíritu renovado, el terror victoriano regresa a las librerías para gozo de los lectores. Magistral, entretenida y llena de sorpresas.

Ocho historias

“Ocho fantasmas ingleses” supone una inmersión en el folclore anglosajón, más concretamente, en sus historias sobre aparecidos. Siguiendo una sugerencia del English Heritage, ocho autores de renombre visitaron diferentes edificios protegidos en los que se asegura haber presenciado fenómenos paranormales. Se les invitó a escribir un relato inspirado en su experiencia y, la verdad, han conseguido un resultado notable.

Esta peculiar caja de Pandora literaria se inicia con el relato de Sarah Perry, “Huyen de mí quienes antes me buscaban”, donde la restauración de bienes mueble se convierte en una trampa. “El último caso del señor Laynard”, de Andrew Michael Hurley, pone de manifiesto que la justicia llega siempre, de un modo u otro. “El búnker” (Mark Haddon) lleva a su protagonista a revivir un trauma inconfesable.

En “Premonición” el amor supone la perdición del protagonista. Su fatalidad se refleja también en “Nunca más salió” (Stuart Evers), “El muro” (Kate Clanchy) y “Fuerte como la muerte” (Jeanette Winterston). Es un tema recurrente, pues también se toca (en su vertiente fraternal) el el relato que cierra la antología: “La señora Charbury en Eltham”, de Max Porter.

Son historias muy distintas entre sí, pero con un toque muy victoriano. En esencia, gozan de carisma y atractivo. Su actualidad plantea temas como la homosexualidad, el desarraigo cultural o las difíciles relaciones intergeneracionales. Ante todo, hablan sobre la condición humana y sus miedos: miedo al dolor, la soledad, la muerte. Lo desconocido. Ocho prismas en los que ver reflejada la sociedad actual y su respuesta ante lo ignoto.

La edición cuenta con una interesante introducción a cargo de Andrew Martin, un diccionario geográfico de los lugares encantados del English Heritage y unas breves notas biográficas de los autores. Muy completo. Será del agrado de los lectores más inquietos. En la página oficial del English Heritage se puede acceder al emplazamiento elegido por cada uno de los autores. 

Ocho buenos autores

Los ocho autores presentes en la edición tiene un nexo común: las Islas británicas. Su pasión literaria y artística se desarrolla en un entorno único para contar cuentos de miedo. Han recibido los más altos galardones literarios y gozan de gran popularidad en todo el mundo. Su talento, puesto al servicio de lo que podríamos denominar “terror gótico”, aporta aire fresco a las clásicas ghost stories. Hay ecos de los clásicos, incluso alguna reminiscencia shakesperiana. El lector no se verá defraudado, especialmente quien disfrute de verdad con un relato clásico.

Porque, pese a tratarse de escritores contemporáneos, “Ocho fantasmas ingleses” bebe de sus orígenes. Poe, Lord Byron, Wilde, M. R James; todos ellos están presentes de alguna manera en cada una de las páginas del libro. Y es que es complicado aportar novedad. Aquí, los autores actuales consiguen una perfecta sintonía con los clásicos. Posiblemente, el lector atento aprecie algo más que similitudes con los victorianos. No se preocupen. Están al servicio de un bien mayor. La calidad de los relatos incluidos en esta antología es notable, su estilo pulcro y bienintencionado. Un homenaje al patrimonio histórico inglés, sus paisajes y personas.

Quitando telarañas

En El Mar de Tinta hemos disfrutado con “Ocho fantasmas ingleses”. Especial interés tiene el hecho de contar con escenarios reales que, además, se creen embrujados. Parajes sin igual con historias inquietantes, una importante carga histórica y cultural. Sólo por eso ya merecería una lectura atenta. Su inmersión el el patrimonio histórico cultural está muy cuidado. Cada uno de los autores que comprende “Ocho fantasmas ingleses” se ha esmerado en ofrecer una atmósfera cercana, verosímil. Con su estilo particular, ofrecen una cohesión estilística digna de admiración. Cada relato es una pequeña travesura fantasmal que, de seguro, enganchará a diferentes lectores.

Además, es inquietante. Los relatos consiguen incomodar, helar la sangre incluso. Y no son los fantasmas los que más miedo dan. Es la crueldad humana, la indiferencia de los vivos, la que más aterroriza. Estas oscuras narraciones son hipnóticas. Nada mejor para pasar la noche de difuntos: café, manta y buena compañía literaria. Feliz Halloween.

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