Abefeario

El sello Tatanka lleva un año en activo e hizo su primera aparición pública en diciembre del año pasado. Todavía con un catálogo pequeño pero muy prometedor, la editorial dedicada al público infantil ofrece títulos tan llamativos como este “Abefeario”, con el que los primeros lectores podrán familiarizarse con las letras del alfabeto.

[dropcap]L[/dropcap]os libros que escogemos para que nuestros pequeños den sus primeros pasos por la lectura son sumamente importantes. Deben ser claros, muy visuales y sobre todo, desempeñar con éxito una doble función: que el niño aprenda y memorice mientras se divierte.

El adulto encargado de enseñar a leer, tiene que tener presente estas condiciones  antes de elegir un título. Aquellos libros que favorezcan el aprendizaje y, a la vez, resulten compatibles con el carácter particular del niño serán los adecuados para esta tarea. Hoy en día, el número de álbumes y libros enfocados a primeros lectores es considerable, por lo que siempre se encontrarán títulos atractivos que encajen con el pequeño lector al cual van destinados.

El abecedario como protagonista

Letras que ríen, que sacan la lengua, que corren y llevan sombrero. Esta es la idea plasmada en “Abefeario”, un álbum escrito por Miguel Ángel Pacheco e ilustrado por Javier Serrano, ambos autores con mucha experiencia en literatura infantil y educación.

El álbum es tan sencillo como simpático, pues cada una de las páginas de cartón está dedicada a una letra del abecedario. Coloreadas en intensos rosas, rojos, naranjas y verdes sobre un fondo blanco, cada letra se convierte a manos de Serrano en un gracioso personaje. Los pareados que compone Pacheco para todas ellas son joviales y pegadizos, por lo que el lector podrá asociarlos con facilidad a las distintas letras favoreciendo así su memorización.

Los textos creados por el autor combinan perfectamente con el dibujo de la letra que describen, y Pacheco utiliza correctamente en sus rimas palabras que empiecen por esta y que, además, describan la ilustración. Como en el caso de la letra “B”, dando forma a versos tan vivaces como el siguiente “¿Quién dice que no es bonita la B con su barriguita?”, que describe a una lozana y sonriente B,  calzada con zapatos rosas.

Aprendizaje lúdico

Al ser un libro de formato pequeño y sus páginas de cartón, es perfectamente manejable y adecuado para los primeros lectores. La composición de las láminas, blancas y ocupadas tan sólo por la letra en medio, los dos versos pareados justo debajo en negrita y en la esquina inferior derecha la letra en mayúscula y minúscula (para la que se ha escogido también una tipografía muy clara), ayuda al niño a concentrar su atención en el dibujo. No hay detalles que distraigan ni tampoco texto que dificulte el aprendizaje, tan sólo lo esencial para que el niño aprenda a reconocer los diferentes signos y los comience a asociar con las palabras y objetos que utiliza en su día a día. De este modo, puede resultar un refuerzo apropiado y muy lúdico combinado con las cartillas educativas específicas para la enseñanza de la lectura.

Dos expertos profesionales

Los autores que firman este “Abefeario” tan colorista y fresco son, sin duda, expertos en literatura dirigida al público infantil. El ilustrador y licenciado en Bellas Artes Javier Serrano ha colaborado en prensa y publicidad y tiene en su haber numerosas exposiciones, tanto colectivas como individuales. Asimismo, en el año 1999 recibió el Premio Internacional de Ilustración Fundación Santa María por el álbum “Verdadera historia del perro Salomón”. En la actualidad, ilustra textos clásicos y  títulos contemporáneos entre los que destacan algunos álbumes infantiles muy interesantes, como “Día de Reyes Magos”, publicado por Anaya.

En cuanto a Miguel Ángel Pacheco, cabe señalar que también es ilustrador y diseñador gráfico, pese a que desde 1978 se dedica a la creación literaria y, hoy en día, más a escribir que a ilustrar. Su trayectoria en relación a la educación infantil y la literatura pasa por su colaboración en distintos programas televisivos de corte educativo-infantil como “Un globo, dos globos, tres globos” y “La Bola de Cristal”, siendo director de arte en este último. A día de hoy, compagina su trabajo como diseñador de cubiertas para Anaya Educación con la formación en el área de pintura de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. También ha sido galardonado con el Premio Lazarillo de Ilustración por su obra “Maestros” y el Premio Nacional de Ilustración en 1980 por la colección “Gracias a…”, entre otros.

Unas letras nada “feas”

Pese al pequeño chiste que los autores se permiten al dar nombre a este álbum como “Abefeario”, el título no podía estar más alejado de la verdad. “Abefeario” es el nombre pero en él se encuentran 28 letras dicharacheras y vistosas, que divertirán a los más pequeños de la casa y conseguirán guiar con mimo y simpatía sus primeros pasos hacia el amplio y magnífico mundo de los libros y la lectura.

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