Agatha escribía con sangre
Agatha Christie fue la Gran Dama de la literatura policial. Así, con mayúsculas. Creadora de personajes tan conocidos como el detective belga Hércules Poirot o la sagaz Miss Marple, escribió numerosas y excepcionales novelas, entre las cuales figuran títulos tan populares como “Asesinato en el Orient Express” o “Diez negritos”.
Con su estilo aparentemente sencillo, abundante en diálogos y parco en descripciones, la autora británica sigue encandilando a día de hoy a millones de lectores. Buena prueba de ello es la reciente publicación de “Los crímenes del monograma”, obra en la cual Sophie Hannah narra una nueva aventura de Poirot. Y ahora, de la mano de Mariano F. Urresti, podemos disfrutar con “Agatha escribía con sangre”, una extraordinaria novela que homenajea a la escritora desde la más profunda admiración por su obra.
El misterio de Agatha
En diciembre de 1926, Agatha Christie desapareció durante once días. Cuando fue descubierta en un hotel en el cual se había alojado bajo un nombre falso, la célebre escritora se justificó alegando una amnesia transitoria. Jamás volvió a hablar del tema, y ni siquiera se refirió al mismo en su autobiografía. Conscientes de la importancia que tendría para los seguidores de la autora conocer cuál fue la verdadera razón de tal desaparición, el matrimonio formado por Santos Alsina y Mercedes Sádaba, dueños de la editorial Octubre Ediciones, organiza por todo lo alto la presentación del nuevo libro de su autor estrella: Hernán Valdés, en el cual el misterio quedaría al fin resuelto.
Al evento, que incluye un viaje con todos los gastos pagados a Torquay (localidad natal de Agatha Christie), asistirán periodistas, amigos de Valdés y un par de escritores más de la nómina de la editorial, Gala Robles y Luis Gonzalvo, autores de novela rosa y negra respectivamente. Lo que nadie podía imaginar es que Gaspar Velarde, un doctor jubilado y viejo amigo del escritor, sorprendería a todos afirmando que la teoría defendida por el autor de “Enigma Agatha: caso resuelto” es errónea, algo que podría demostrar al estar en posesión de un cuaderno que perteneció a Christie, en el cual la novelista explicaría la verdadera razón de su extraño comportamiento.
Desde Torquay a Santillana del Mar, Urresti nos propondrá un intenso viaje a lo largo del cual seremos testigos de la estancia de Agatha Christie en las Islas Canarias en 1927. Y también asistiremos a la creación en Salamanca, cuarenta años después, de una suerte de club dedicado a comentar la obra de la autora, integrado por Valdés, Velarde, Santos y Mercedes, junto a Paco Sainz de Villena (director de un periódico en la actualidad) y el profesor inglés Colin Lloyd. Un viaje en el cual, una vez en el presente, como en cualquier novela de Christie, el crimen hará acto de presencia y pondrá en jaque a las fuerzas del orden.
Juego limpio
En “Agatha escribía con sangre”, como ya hemos comentado, se habla del “Club de los detectives” creado por el grupo de amigos de Hernán Valdés. Dicho club homenajea a la asociación fundada en 1930 por unos cuantos autores de novela detectivesca, entre quienes destacan G. K. Chesterton, Dorothy L. Sawyers o Ronald Knox, además de la propia Agatha Christie, quien fue su presidenta entre 1957 y 1976.
En el Detection Club original, los escritores compartían ideas y se ayudaban mutuamente a resolver problemas técnicos en sus escritos. Sin embargo, lo más destacado del Club fue, probablemente, la redacción de un código ético suscrito por todos sus miembros. La piedra angular de tal código era la honradez del autor a la hora de dar al lector la información necesaria para que pudiese descubrir al asesino, evitando el empleo de trucos o de pistas falsas. Y Mariano F. Urresti, respetando la tradición del fair play de Agatha y compañía, hace lo propio en su novela, de modo que en El Mar de Tinta estamos seguros de que habrá lectores experimentados a quienes no cogerá por sorpresa la resolución de la trama.
Divulgador y novelista
Licenciado en Historia, Mariano F. Urresti ha firmado un buen número de obras sobre enigmas históricos, libros en los cuales el autor santanderino demuestra su erudición con un estilo sumamente didáctico que convierte la lectura en un verdadero placer. No obstante, donde Urresti lleva dando lo mejor de sí desde hace unos pocos años es en el campo de la ficción, al cual pertenecen sus tres novelas publicadas por Suma de Letras.
En 2012 apareció en las librerías “Las violetas del Círculo Sherlock”, obra en la cual compartían protagonismo las aventuras de Sherlock Holmes y los crímenes de Jack el Destripador, imitados en la actualidad por un despiadado asesino. Un año más tarde, fue publicada “La tumba de Verne”, cuya trama se centraba en esta ocasión en la búsqueda de un manuscrito inédito del genial autor francés. Tras regalarnos ahora una nueva novela basada en la vida y obra de Agatha Christie, la duda es: ¿a qué autor recurrirá Urresti en su próximo libro? ¿A Poe, quizás? Estamos deseando descubrirlo.
Para expertos y profanos
“Agatha Christie escribía con sangre” es, al igual que lo fueron las novelas de Urresti que la precedieron, una obra de amenísima lectura capaz de satisfacer tanto al fan más fiel de la escritora británica como a quien no haya leído ninguno de sus libros. De hecho, en el segundo caso, la información que aporta el autor sobre algunas de las mejores obras de Christie (con algún que otro spoiler necesario) bien puede despertar en quien no las conozca el deseo de iniciarse en el fascinante universo habitado por Poirot, la señorita Marple y compañía.
Así, que nadie piense que es necesario ser un experto en la obra de Agatha Christie para disfrutar plenamente con el libro que nos ocupa. En las páginas del mismo podrá encontrar el lector toda la información necesaria para sacar el máximo partido a la trama. Y, por supuesto, quienes conozcan bien la obra de la Gran Dama de la novela detectivesca, apreciarán las numerosas referencias que salpican la narración y podrán disfrutar recordando el placer experimentado con la lectura de aquellos entrañables libros de la editorial Molino. ¿O fueron los tomos publicados por Orbis?
