Arañas de Marte
La distorsión de la mente y el universo se dan la mano en la inquietante novela de Guillem López, “Arañas de Marte”. El autor arrastra al lector hacia los abismos de la mente humana. La paradoja de la existencia y sus múltiples posibilidades unidas en una paranoia más allá de lo real. Magnífica edición a cargo de Valdemar, con una soberbia ilustración en la cubierta, obra de Santiago Caruso.
“Arañas de Marte” explora los límites de la mente humana a través de su protagonista, única testigo de una extraña invasión extraterrestre. ¿Qué es real y qué es ficción? Sólo el lector podrá averiguarlo. Para ello, deberá adentrarse en el descabellado mundo creado por Guillem López, donde las realidades alternativas bucean en la psique humana y arañas extraterrestres se empeñan en invadir el planeta.
El mundo según Hanne
Hanne y Arnau fueron siempre una pareja ejemplar, dispares en muchos sentidos, pero unidos. Hasta la muerte de su hijo. Un año después, deciden reunir a toda la familia en su casa para recordar a Joan. Durante ese tiempo, han sobrellevado la depresión de Hanne con entereza, pero todo tiene un límite. La soledad y el aislamiento auto impuesto de la joven la arrastran, poco a poco, hacia pensamientos suicidas. Meses atrás ya intentó quitarse la vida sin éxito.
La situación da un cambio drástico cuando, la misma noche del aniversario de la muerte de su hijo, Hanne cae desfallecida en el suelo del baño. Durante su inconsciencia, es testigo de la entrada en su realidad de unas criaturas de aspecto aterrador. Unas enormes arañas, mitad humanas mitad insectos, tratan de romper el fino hilo que separa un mundo de otro. La invasión trasciende la realidad y trata de abrirse paso a través de la mente de los humanos.
El terror sobrecoge a Hanne. Comienza a tener nuevas sensaciones, a ver su vida como la de otra persona. Olvida acontecimientos importantes y recuerda hechos que, según Arnau, nunca han tenido lugar. Ella está convencida de que son muy reales. Alguien trata de mantenerla alerta. Tal vez su otro yo en una existencia diferente. O puede que sean las arañas quienes intentan controlarla.
Ficción y realidad
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-¿Todo pasa en mi cabeza? Pero…- Hanne balbucea y eso la hace cerrar los puños y tragar saliva-.Eso no puede ser. Es real.
-Sí, es real, aquí y ahora. Pero, ¿qué es la realidad?
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“Arañas de Marte”: Un título y una portada que recuerdan lo mejor del pulp. Esas historias surrealistas con un punto pueril que, ¿por qué no admitirlo?, nos encantan. La novela de Guillem López se ve influenciada por este género, pero consigue matizarlo y darle un cariz más maduro. Su interés se centra en la mente humana y su capacidad de trascender hacia lo infinito. Siguiendo esta línea, la trama juega con realidades alternativas, invasiones alienígenas y relaciones humanas complejas.
En el fondo existe un halo melancólico que lo envuelve todo. Un miedo a la pérdida de identidad, del yo, a través de la enfermedad o la locura. Los protagonistas se mueven entre el horror y la vacuidad, involucrados en unos juegos mentales cargados de imágenes extrañas. Hanne lucha para no perder el control de su vida y, poco a poco, cae en un abismo irracional. Arnau es sujeto paciente de esta transformación. Poco hace, ya que toda la intensidad dramática recae sobre el personaje de su esposa. En el interior de la novela se dan pequeñas sub tramas en las que se permite cierto protagonismo a los secundarios. En el fondo, “Arañas de Marte” trata sobre Hanne y su lucha. Todo gira vertiginosamente a su alrededor, lo que provoca una sensación de caída. El ritmo se acelera, la historia corre como desbocada y, al final, calma. Un contraste interesante.
Los saltos temporales y los mundos alternativos, marcan una línea discontinua en la historia. Con todo, esto no debe asustar al lector. Pese a la aparente complejidad argumental, la novela se lee con soltura. Se trata de una ciencia ficción alocada y extraña, pero excelente dentro del género. El lenguaje ayuda. Frases breves y nada de formulismos científicos.
Especulación cuántica
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-Querían hacernos daño-dice.
-¿Quién?
Hanne no responde. Queda petrificada, con los ojos vítreos.
-¿Mamá?-insiste Joan-.
-Las arañas-murmura-. Las arañas de Marte.
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“Arañas de Marte” provoca extrañeza. El mundo propuesto por Guillem López es oscuro, terrorífico e ignoto. El cerebro humano se convierte en un sujeto capaz de destruir la realidad conocida e idear otras nuevas. Se trata de un campo muy explotado por el autor que le valió su primer premio importante gracias a la novela “Challenger” (2015). Con anterioridad ya había cultivado la fantasía épica y el relato breve (del cual sigue disfrutando). Hoy en día es un referente en la ciencia ficción española.
Su estilo tétrico y decadente recuerda al cine de David Lynch o Cronenberg. Surrealista, muy físico en sus descripciones, Guillem López establece una relación entre trama y lector casi orgánica. Puede sentirse la locura de sus personajes, su dolor. Todo con el propósito de mostrar que el mayor peligro se encuentra dentro de las personas, en su cerebro. Ese órgano perfecto capaz de crear imágenes a su antojo y manejarnos como peleles.
La cuántica como motor del mundo. Con ello consigue manejar la realidad a su antojo, haciendo posible lo inimaginable. Después de todo es mera especulación. La novela se convierte en un gran juego mental cuyo resultado final nos ha dejado un tanto desconcertados. Tanto Lynch como Cronenberg saben dar a sus películas un final comprensible, de alguna manera, esperado. Se da una coherencia interna. Con López, no hemos tenido esa sensación. En su punto álgido se desinfla de golpe. Sabe mantener la tensión hasta el último momento y maneja muy bien los tempos, pero con un flojo desenlace.
