Cierra los ojos y mírame

De la mano de Destino nos llega “Cierra los ojos y mírame”,  una cuidada novela donde se relata la vida de un joven que, tras un grave accidente, ha quedado invidente. Una historia de superación que hace reflexionar al lector sobre el día a día.

David ha quedado ciego tras un grave accidente de coche y debe aprender de nuevo a vivir. Sumido en un mar de tristeza y soledad, necesita ayuda constante para vestirse, comer o incluso caminar por la calle. Siempre acompañado por su mal humor y una madre sobreprotectora, David “aprende a caminar” de nuevo y trata de salir adelante.

Cerrar los ojos para ver

Blanca siempre ha querido un perro y cuando su madre por fin cede y le regala a Kits, no pone objeciones a las condiciones que su progenitora impone. Así, la chica lleva cada día al canino al centro de adiestramiento para perros guía. Allí, Kits sigue un duro entrenamiento para convertirse en el perro lazarillo de algún invidente una vez termine su aprendizaje. Cuando esto sucede, Kits es asignado a David.

Poco a poco, David consigue salir a la calle únicamente acompañado de su nuevo amigo Kits. Por otro lado, Blanca echa de menos a su perro y pese a las prohibiciones de su madre y de los directores del centro de adiestramiento, una noche se cuela en la escuela y va en busca de Kits. David, quién “gracias” a la ceguera ha desarrollado más el resto de los sentidos, la descubre en su habitación y creyendo que es un ladrón la inmoviliza y retiene.

Tras una larga charla, ambos acuerdan que Blanca pueda ver al perro siempre que quiera. Así es como David, Blanca y Kits pasean a diario y estrechan lazos. De forma paulatina, ambos empiezan a sentir algo por la otra persona y progresivamente van avanzando en su relación.

David, con una madre que le cuida en exceso, aturullado por su nueva vida y el entorno que le rodea, y Blanca, cuya progenitora no puede evitar inmiscuirse en esa relación, tienen que tratar de terminar con las obcecaciones de la sociedad y conseguir vivir su relación sin que se interponga ninguna barrera.

Empezar de cero

Con un fuerte inicio ocasionado por el accidente de David, “Cierra los ojos y mírame” pone en alerta al lector y lo advierte de lo que ocurrirá después. David, un joven apuesto y divertido, ve como su vida se trunca por la gravedad de ese incidente. Un personaje que está obligado a evolucionar cuando queda sumido en un pozo sin fondo. Sólo Blanca, una joven abierta, divertida e ingeniosa, logra hacer que el chico despierte de su letargo y comience a vivir de nuevo.

Dos personajes claves en ésta historia que forman un tándem perfecto para superar cualquier obstáculo. Sin embargo, no eximidos de lo que supone la ceguera de David y los prejuicios que ésta crea en su entorno, deben crecer y aprender a aventurarse en esta historia de amor.

Los protagonistas de esta obra están acompañados de otras figuras que, desde un punto secundario y notoriamente menos importante, logran completar la trama y darle forma. Un ejemplo de ello son las madres de los ambos: una de ellas por excederse en los cuidados de su hijo y la otra por entrometerse en la relación entre ellos.

Amor algo acelerado

Los autores han conseguido relatar la crudeza de empezar una vida de nuevo. Siendo una obra original, interesante y diferente, “Cierra los ojos y mírame” sirve también al lector como texto informativo sobre perros guía.

Narrado por David y Blanca de forma alternativa, los autores logran hacer que el lector se percate de los obstáculos personales de cada uno de los protagonistas, así como los sentimientos profesados o los miedos que sienten.

La historia de amor que se desenvuelve en la novela, puede parecer algo acelerada en sus inicios. Sin embargo, no empaña para nada la trama y consigue que transcurra con normalidad.

El lector se verá cautivado por la sinopsis y la sencilla, pero cuidada, portada de “Cierra los ojos y mírame” (cuyo título se encuentra también escrito en braille), así como por su historia y las vivencias que encierra.

Cabe destacar, como epílogo del libro, el mensaje que los escritores han querido dejar a todo aquél que lea su obra. Un agradecimiento, a la vez que páginas informativas, a los que han ayudado y contribuyen día a día a formar perros guía.

Una historia a distancia

Pese a que los autores aseguren que sus personajes son inventados, es prácticamente imposible no encontrar similitudes entre los escritores y sus creaciones.

Ana Galán es adiestradora de perros guía en una organización de Nueva York (además de autora, editora y traductora en Estados Unidos). Manuel Enríquez es un veterinario que perdió la vista paulatinamente mientras estudiaba su carrera. Con la experiencia de la editora y las vicisitudes que acontecieron a Enríquez, juntos decidieron escribir una obra con la que concienciar a la sociedad sobre la ceguera.

Manuel Enriquez fue el que dio inicio al proyecto, enviando vía e-mail a Ana Galán el primer capítulo de lo que hoy es “Cierra los ojos y mírame”. Durante dos años y sólo comunicándose a través de correo electrónico o teléfono, los autores han dado forma a la obra que hoy pobla las librerías. Galán y Enríquez han sabido dar forma a una historia de retos y superación. Una novela que habla sobre los prejuicios de la sociedad sobre los invidentes y de lo difícil que es para ellos el mundo cotidiano.

Relatado de forma fresca y sencilla, los autores logran darle el toque deseado para hacer que el lector permanezca atento a la trama y ansíe saber como continúa la historia. Por ello, “Cierra los ojos y mírame” debe ser una historia imprescindible para los lectores mas jóvenes de El Mar de Tinta.

Una respuesta a «Cierra los ojos y mírame»

  1. Leí la novela muy poco después de su edición. La recomiendo porque destaca valores que parte de nuestra juventud no tiene. Superación, cooperación, solidaridad. Bien escrita, entretenida hasta el final, tierna lo justo. Todos los ingredientes para regalarla.

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