Corazones de gofre
La editorial Nordica Infantil nos presenta la tercera edición de “Corazones de gofre”, de la escritora noruega Maria Parr. Cuenta con las maravillosas ilustraciones de Zuzanna Celej. Una historia entrañable sobre el verdadero significado de la amistad y la familia.
Parr y Celej forman un perfecto binomio. La prosa de la primera, divertida y tierna, se combina con las cuidadas acuarelas de la segunda. Un libro perfecto para lectores intrépidos que amen el espíritu indomable de Pippi Calzaslargas y la camaradería de “Los cinco”.
Terruño Mathilde
Theo y Lena son vecinos y amigos. Viven en un pequeño pueblo costero noruego llamado Terruño Mathilde, en el que todos se conocen y se respira un aire muy familiar. Theo tiene tres hermanos, un papá y una mamá. Lena sólo tiene una mamá y es la única chica del cole. Esto último, lejos de ser un inconveniente para ella, es todo un desafío. Porque a Lena, lo que más le gusta, son los desafíos. Y ese verano tendrán muchos.
El verano es la mejor época del año para ambos, pues se pueden llevar a cabo todas las locas ideas de Lena que Theo secunda sin pestañear: desde montar una tirolina de una casa a otra a emular a Noé con las cabras del tío Tor. Porque tener una amiga sí, una “mejor amiga”, es para siempre. ¿O no?
Amistad con mayúsculas
“Corazones de gofre” es puro disfrute para la lectura infantil. Sencillo, narrado en primera persona por Theo y divertidísmo. En sus páginas se encuentran semejanzas con las aventuras de “Los cinco”, los disparates de la pelirroja más querida (aquellas que se empeñaba en llevar unas calzas desparejadas) y un entrañable sentimiento de familiaridad que hará las delicias de los mayores. Pura nostalgia.
Ameno desde el principio y con un gran sentido del humor, el pequeño Theo narra con vivacidad sus travesuras con Lena desde la Noche de San Juan hasta la misma el año siguiente. Alegrías, tristezas y muchas caídas con “conmoción cerebral” incluida. Una locura tan divertida como tierna donde los niños aprenderán el sentido verdadero de la amistad, la familia y los lazos que nos unen con quienes nos rodean.
La escritura de Maria Parr cuenta con el fabuloso apoyo de las ilustraciones de Zuzanna Celej, acuarelista polaca de gran talento. Sus dibujos, cargados de ternura y bellos tonos, complementan la narrativa de forma excepcional. Son hermosos, como pequeñas ventanas costumbristas al mundo creado en Terruño Mathilde. La propia población, como un personaje más, nos abraza y forma un vínculo entrañable con el lector. “Corazones de gofre” es candor en estado puro.
La herencia infantil
Muchos conocerán las novelas de “Ana de Tejas Verdes”, “Pollyanna” o Pippi; pues a este grupo debería unirse la presente novela de Maria Parr. “Corazones de gofre” está en la misma línea. Una historia aparentemente sencilla, de gran profundidad emocional, equilibrada con un humor inteligente. Un relato como los de antaño, donde la naturaleza y la vida en ella cobra un sentido más profundo. La ciudad en la que viven los protagonistas (ficticia) es un maravilloso cuadro en el que observar pequeñas costumbres noruegas. Como un sentido homenaje a la tierra que la vio nacer, Parr muestra desde los ojos inocentes de Theo, la riqueza de su herencia.
“Corazones de gofre” puede pasar como una novela más para el público infantil. ¿Solo infantil?, pues no. En El Mar de Tinta también proponemos a los mayores disfrutar del mágico mundo creado por Maria Parr. Volver a ser niños, de alguna manera. Gozar de las cosas sencillas, como los gofres con caramelo, o las guerras de bolas de nieve. Volver a tomar contacto con lo verdaderamente importante. Tal parece ser el mensaje de Parr. Un buen mensaje. Que lo disfruten.
