El hombre de la luna
Los sellos editoriales Combel y Bambú tienen el buen gusto de traer a nuestro país la serie de álbumes ilustrados y novelas creados por el magnífico William Joyce, “Los guardianes de la infancia” (“Guardians of Childhood” en el original). En El Mar de Tinta nos complace recomendar el primer título de esta colección, a sabiendas que encantará tanto a niños como mayores.
Ya conocíamos de la trayectoria artística del prestigioso autor por su trabajo cinematográfico, con el corto animado “The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore” (galardonado con un Oscar de la Academia) o la película producida por Dreamworks basada en la saga que ahora recomendamos, “El origen de los guardianes”, estrenada en nuestro país las pasadas Navidades.
Sin embargo, el trabajo de Joyce como ilustrador y escritor de cuentos infantiles es extenso y muy interesante, tanto por sus ideas originales como por la calidad de sus dibujos. Ahora, de la mano de Combel y Bambú, tenemos la oportunidad de disfrutarlo en nuestro propio idioma.
Un bebé lunar
La historia que Joyce presenta en “El hombre de la luna” nos abre las puertas a un imaginario maravilloso y mágico. Este primer título, en álbum ilustrado, es el cuento ideal para primeros lectores.
¿Por qué la luna está ahí? ¿Cómo llegó a orbitar alrededor de la Tierra? Este prolífico autor no podría haber creado una historia más hermosa en honor de nuestro satélite. La luna, en realidad, fue una nave, llamada el Clíper Luna. En este navío espacial, una familia surcaba el universo, feliz. El hijo menor, apenas un bebé, vivía plácidamente, aprendiendo las maravillas del cosmos, con sus padres y los gusanos de luz gigantes. La Clíper Luna se desplazaba entre planetas, hermosa, tripulada por los pequeños lunabots.
El bebé lunar era tan feliz como ningún otro bebé. Tanto, que nunca había tenido pesadillas. Luz de Luna es su amigo más fiel, y jura proteger al niño siempre, pase lo que pase.
Sombra aparece
Pero todo cambió cuando Sombra descubre que el pequeño del Clíper Lunar nunca ha sufrido pesadillas durante el sueño. Decide atacar la embarcación y convertirle en el Príncipe de las Sombras. Será Luz de Luna, su inseparable protector, quien consiga salvar al bebé de los malvades planes del villano.
Tras el fracasado ataque, sin embargo, el niño se verá solo en una nave estropeada. Cuidado por los lunabots, el bebé lunar irá creciendo hasta convertirse en un hombre y emprenderá la misión de proteger a los niños de la tierra que, como él, tuvieran miedo de las pesadillas, buscando para ello guardianes de la infancia que le ayuden en la empresa.
Dulces sueños
Además de la originalidad del relato y las hermosísimas ilustraciones que lo adornan, lo que nos ha llamado la atención de este cuento es su mensaje y su utilidad. Son muchos los niños a los que les asusta la oscuridad. En muchas casas, el beso de buenas noches y el acto de apagar la luz hasta la mañana siguiente llega a convertirse en el momento más temido del día, tanto por los padres como por los hijos menores.
El cuento antes de dormir puede ser una buena manera de lidiar con el problema. Si además escogemos títulos que enseñen al pequeño que los miedos y monstruos imaginarios que la noche trae consigo son inofensivos, calmaremos su inquietud, aportando bellas ideas, que le permitan descansar sintiéndose protegido y feliz.
“El hombre de la luna” es un ejemplo perfecto de este tipo de cuentos: preciosos, imaginativos y con un mensaje positivo, tranquilizador y mágico.
Fantasía en los pinceles
Si la tierna y entrañable historia de “El hombre de la luna” no les ha motivado a elegir este álbum, en El Mar de Tinta estamos convencidos de que un vistazo a las ilustraciones que lo acompañan les acabará de convencer. Pues éstas son magníficas, cálidas, y transmiten una mágica luz que querremos retener en la memoria como un tesoro de infancia.
Maurice Sendak, recientemente fallecido, y autor de obras tan emblemáticas como “Donde viven los monstruos”, calificó a este título de “una reelaboración fabulosa de un mundo de cuento de hadas antiguo, real. Oscuro. Misterioso. ¡Impresionante!”, y no podemos estar más de acuerdo. La calidad de William Joyce es extraordinaria y “El hombre de la luna” es una verdadera joya que nadie debería pasar por alto
Independientemente si conocen la saga por la reciente película, o si por el contrario llegan a él atraídos por su maravillosa portada y formato en cartoné, les recomendamos que lo escojan: no hallarán un cuento de buenas noches mejor.
