El palacio del Pájaro Azul
En El Mar de Tinta volvemos a recomendar lecturas para los lectores más pequeños. Entre los últimos lanzamientos de la editorial Edelvives, este cuento de inspiración rusa destaca por su hermosa presentación y colorido. Un cuento-casa de muñecas para jugar y soñar en familia.
El imaginario de Orienne Lallemand es inmenso. Autora con una trayectoria ya extensa en su país de origen (Francia), se dedica con sus obras a aficionar a la lectura a los menores. Sin lugar a dudas con éxito, pues su trabajo es exquisito. “El palacio del Pájaro Azul” es una prueba de su talento y buen gusto para crear bellas historias.
Una cabaña en el bosque
Nikolaiv y Anna viven felices en su casa del bosque. Cuando nace Sacha, su alegría no puede ser mayor. Pero el invierno llega gélido y Anna enferma y fallece. Nikolaiv y su hija se quedan solos, apoyándose el uno en el otro para superar la pérdida.
A medida que va creciendo, Sacha se convierte en una preciosa muchacha, pero su carácter se ha vuelto áspero y caprichoso. Nikolaiv trata de complacerla en todo, pero Sacha cada vez es más difícil de contentar. Cuando la chica le pide que compre una nueva casa, más lujosa y grande, el padre no tiene más remedio que negarse.
El hechizo
Durante uno de sus paseos por el bosque, Sacha tropieza con una anciana, que le pide una de las frutas que lleva en el cestillo. La muchacha se la da de mala gana, y la misteriosa mujer le dice que por su generosidad, le va a conceder un deseo, ya que ella es el Hada Azul del bosque.
Entusiasmada, Sacha no pierde tiempo en pedir un palacio, en el que con sólo imaginarlo, las habitaciones aparezcan y desaparezcan a placer, según sus deseos. Pero Sacha no sabe que su sueño trae consecuencias irremediables…
Carole Hénaff y sus pinceles
Este cuento con el que los niños aprenderán la importancia de la humildad, la solidaridad y el amor, está primorosamente ilustrado por Carole Hénaff. Siguiendo su particular estilo étnico (para la ocasión de claros rasgos orientales, utilizando detalles que recuerdan el ataurique, ojos almendrados, vestidos de vivos colores, instrumentos musicales típicos de la zona como la babalaika, etc.) esta artista convierte la historia del Pájaro Azul en una verdadera delicia.
El álbum, de formato medio, encuadernado en cartoné y con un papel de gran calidad, es una joya con la que niños y mayores disfrutarán, pues tanto el texto como las ilustraciones son cálidos y están llenos de vida. El uso que de los elementos naturales hace Hénaff es admirable.
Cuentos clásicos de la Taigá
“El palacio del Pájaro Azul” comparte mucho de los componentes clásicos de los cuentos tradicionales rusos. Si han tenido ocasión de leer algún volumen (Anaya tiene, por ejemplo, algunas recopilaciones excelentes), observarán como en ellos la naturaleza y el mundo agrario quedan reflejados. País de tradición rural muy arraigada y con población muy dispersa, las historias se sitúan en pequeñas aldeas, en familias de campesinos o comerciantes.
Los elementos mágicos siempre suelen tener su origen en la naturaleza, en animales y el bosque (la taiga). También las hechiceras gozan de una presencia constante (como la conocida bruja Baba Yaga y su casa con patas de pollo). En todos ellos los protagonistas tienen encuentros con estos seres “mágicos” y tras sus aventuras, sacarán provecho de ellas o recibirán su merecido.
Como cualquier cuento clásico, también en los rusos encontramos moralejas y enseñanzas. Aleccionar a los oyentes, ya que la transmisión siempre fue oral hasta la aparición de los filólogos y su trabajo de documentación, es una de los objetivos de este tipo de relatos.
Inspiración, respeto y una edición de lujo
Como indicábamos, Lallemand bebe de estas narraciones tradicionales para dar forma a su álbum ilustrado. Con una historia de nuevo cuño, la escritora brinda homenaje a la cultura rusa y despliega ante el lector un abanico de ilustraciones y texto mezclando el exotismo, la magia y el amor por la naturaleza.
Además del bello cuento, la edición de Edelvives viene en una caja cuyo interior esconde una preciosa casa de muñecas, siguiendo los diseños de Carole Hénaff. Esta joya literaria también incluye los personajes del cuento troquelados, para que los reyes de la casa puedan leer, jugar y divertirse.
En El Mar de Tinta recomendamos encarecidamente este título, perfecto para lectores a partir de los seis años de edad.
