Descubriendo el álbum ilustrado
«En los últimos tiempos se observa un cambio considerable en este género: el álbum ilustrado ha vuelto, con más fuerza, imaginación e ideas que nunca. Pero no lo ha hecho enfocado sólo al público infantil: como joyas de artesanía magistralmente elaboradas, los álbumes ilustrados encandilarán tanto a niños como a adultos.»
Leer cuentos a nuestros hijos no tiene por qué resultar aburrido. Se puede llegar a pensar que la literatura infantil no es apta para un público adulto pero esto, hoy en día, es una afirmación errónea. Igual que disfrutamos de una novela gráfica o de los cómics, géneros que abarcan un amplio espectro lector, también podemos hacerlo con un buen cuento, si éste tiene con una edición y unos contenidos de calidad. En la actualidad, podemos encontrar un ingente número de excelentes ilustradores. Combinando sus dibujos con historias clásicas o nuevas (pero siempre ingeniosas y divertidas), dan al álbum ilustrado un sentido completamente diferente.
Primeros lectores
Para que los niños se interesen por la lectura es necesario que se les introduzca en el mundo de los libros de una forma atractiva y, sobre todo, lúdica. Es importante captar la atención de los pequeños leyéndoles cuentos, enseñándoles las ilustraciones y explicándoselas, para que éstos comprendan mejor y se familiaricen con las historias.
La directora de arte de la editorial Edimáter, Marina Seone, dedicada al mundo de los libros y los cuentos ilustrados con más de 30 años de trayectoria profesional, aboga por la importancia de que los niños adquieran el hábito de la lectura. La ilustradora explica que “hay libros para todas las edades: son unos juguetes más que cumplen con la misma función lúdica y de aprendizaje que éstos. Los hay para jugar en el baño, los hay para aprender a vestirse solos, para aceptar la llegada de un hermano… hay cuentos de todo tipo, y es muy importante que se conviertan en compañeros de viaje en la vida de cada niño, que crezcan con ellos. Si desde muy pequeños les acostumbramos a que los reconozcan como fuente de momentos placenteros, de alegría, de sosiego, de descubrimiento… prácticamente es imposible que nuestros pequeños no se habitúen a la lectura”.
El acto de leer en edades tempranas es sin duda una actividad que exige la compañía de un adulto. Será éste el encargado de proporcionar a los niños los cuentos y libros apropiados, captando los intereses del niño (amplísimos en este momento). “Es importante que los padres se impliquen es esos momentos de gozo; que lean junto a sus hijo y descubran con ellos las ilustraciones. Si se adentran con ellos en la aventura de la cual cada libro es una puerta, hacen de la lectura un momento mágico compartido”, comenta Marina.
El álbum ilustrado, en este proceso de aprendizaje es, según Seoane, indispensable: “Todos conocemos el dicho de “más vale una imagen que mil palabras”. La imagen es inmediata, nos llega antes a nuestra sensibilidad que la palabra. El álbum ilustrado engancha al niño, le seduce, le muestra mundos nuevos, abre su mente al conocimiento de cómo son las cosas, le enseña las formas de los objetos que no están habitualmente a su alrededor. Los dibujos son una ventana a otros mundos. La palabra sola no podría aportarles tal riqueza de conocimiento, sobre todo a edades tempranas.”
Para todos los gustos
Hoy en día el interés por el álbum ilustrado ha aumentado considerablemente y muchas editoriales apuestan por este formato. Pero el público al que se destina ya no es el mismo. De hecho, como afirma Marina Seoane “gran parte del amplio universo del álbum ilustrado se ha convertido en una joya que sorprende y fascina casi más al adulto que al niño”. Esto es así porque se conciben los álbumes ilustrados como obras de arte ya no enfocadas a un público infantil sino pensadas para un público indefinido pero más adulto, capaz de admirar y valorar la calidad del dibujante.
La ilustradora opina que las características que deben tener los álbumes ilustrados para ser valorados por el lector varían si la persona que va a adquirir ese libro es un niño o un adulto. “Mucho de los álbumes ilustrados que valoran los adultos son verdaderas joyas de arte, que no desmerecerían nada sin enmarcáramos las ilustraciones y las colgáramos en una sala de exposiciones”, dice Marina. “En este caso, deben ser libros muy bien maquetados y encuadernados, de tamaño grande, llamativos, de imágenes poderosas y, a ser posible con detalles curiosos o sorprendentes – como el brillo en ciertas zonas de la imagen de portada o con sorpresas de desplegables al abrir el libro-.
También es habitual que tengan proporciones insólitas, no convencionales y que la ejecución de las ilustraciones abarque cada vez con mayor frecuencia aquellas técnicas pictóricas que tradicionalmente se han utilizado en la realización de cuadros de gran tamaño y que normalmente no se empleaban en la ilustración de libros, como no fuera de un modo más suave, más tímido.”
En cuanto al público infantil se observan diferencias. Los padres suelen estar interesados en encontrar libros adecuados a la edad de sus hijos. “Yo creo que siguen gustando las historias de siempre, pero con un lenguaje más actual”, aporta Seoane. “Se hacen adaptaciones de cuentos clásicos, quitando la moralina desfasada y actualizando el contenido. Nunca debemos despreciar un buen cuento tradicional, pero adaptándolo de la manera adecuada conseguiremos que los acontecimientos que se desarrollan en él sean más cercanos a las realidades actuales y a la cotidianeidad de los lectores”.
Por lo tanto, el álbum ilustrado para niños persigue sobre todo, inculcar valores a los pequeños lectores, divirtiéndole, enseñándole mientras juega. Como afirma Marina: “El niño es una esponja que bebe y bebe, que desea aprender, jugar, poder manejar sus emociones; los libros deben ser reflejos de esas necesidades, el lugar donde encontrar respuestas y conocimientos”.
Crisis y creatividad: extraña combinación
Pese a que en nuestro país no es precisamente un buen momento a nivel económico para las empresas y esto dificulta el proceso de publicación, que las editoriales hayan apostado por el álbum ilustrado después de su “boom” ha propiciado que muchos artistas puedan desarrollar sus habilidades al máximo con este género.
La ilustradora reconoce que “desconozco los motivos, pero lo cierto es que estamos en un momento de gran libertad artística, en el que priman la creatividad y la “rareza”. Que las editoriales hayan optado por el álbum ilustrado sin una edad definida a la que dirigirlo ha abierto puertas a la imaginación y ha dado alas a muchos artistas para expresarse con más libertad y gozo”. Añade Seoane que “es una pena que estemos en unos tiempos tan difíciles” ya que esto provoca que “muchos artistas con gran potencial no encuentren un cauce para poder publicar y ganarse la vida con este trabajo que tanto les gusta.”
Pero incluso en este periodo de crisis, no podemos sino asombrarnos de la cantidad y variedad de álbumes que encontramos en nuestras librerías. Aptos para todos los gustos: modestos, sorprendentes, encantadores, armoniosos, mágicos, sinceros, fabulosos. Hechos para provocar sensaciones, disfrutar y admirarlos.
Nuestra pequeña selección
Dentro del sinfín de títulos disponibles, hemos escogido algunos álbumes que por su calidad artística, su calidez e ingenio han llamado nuestra atención. Son simplemente un pequeño muestrario de lo que el gran universo del álbum ilustrado puede ofrecer tanto a niños como a mayores.