El librero

Nórdica Libros nos trae una lectura ligera y fresquita para combatir el bochorno primaveral: el último cuento corto de Roald Dahl, maestro inglés de la narrativa y  padre de títulos inolvidables como “Charlie y la fábrica de chocolate” (1964), “Matilda” (1988), “Las brujas” (1983) o los mismísimos “Gremlins”(1943), que poco tienen que ver, por cierto, con la célebre película de Spielberg.

Por todos es conocida la faceta de Roald Dahl como cuentacuentos infantil. Son infinitos los niños que han acabado convirtiéndose en voraces lectores gracias a sus novelas. Eso es algo que, sin duda, le deberemos siempre al señor Dahl: la creación de nuevas y continuas hornadas de jóvenes lectores. Sin embargo el escritor inglés también fue especialista en encandilar a los adultos, y como muestra esta pequeña obra que nos ocupa, “El librero”.

Esta librería no es lo que parece

A raíz del título, uno podría hacerse a la idea de que “El librero” es una historia sobre libros, librerías y bibliofilia en general. Nada más lejos de la realidad. Este pequeño establecimiento situado entre Charing Cross y Trafalgar Square es una tapadera para negocios de índole más sórdida, y decir más al respecto sería decir demasiado. Su nombre es “William Buggage. Libros raros”. Pero más raros que los libros son las personas que allí trabajan: el señor Buggage, librero y empresario, y su ayudante la señorita Tottle.

[quote]Ni el señor Buggage ni la señorita Tottle parecían mostrar el más mínimo interés por lo que ocurría en al librería. De hecho, el señor Buggage era de la opinión de que si alguien quería robar un libro, no iba a ser él quien se lo impidiese.[/quote]

Los personajes están escritos con la minuciosa morbosidad característica de Dahl. Ningún detalle desagradable, grotesco ni cómico escapa a su pluma implacable. Son personajes malignos y desagradables hasta la caricatura, en la línea de otros adultos villanos memorables como la profesora Agatha Trunchbull en “Matilda” o las propias brujas en su novela homónima.

[quote]El rostro de la señorita Tottle era alargado y equino, y sus dientes, que también eran de buen tamaño, poseían una tonalidad sulfurosa (…). Para ser sinceros, tampoco el señor Buggage podía permitirse ser demasiado quisquilloso. Cuado uno le veía por primera vez, la primera palabra que venía  a la mente era «mugriento».[/quote]

Estilo Dahl: una narración clara y un final sorprendente

La prosa de Dahl es inconfundible, y se repite tanto en sus obras enfocadas al público infantil y juvenil como a las dirigidas al público adulto. Claridad y simplicidad siempre al servicio de la diversión. Es por lo tanto un libro que se lee del tirón, desde la primera a la última de sus apenas 70 páginas, como un delicioso aperitivo literario.

El librero 1

La trama sigue también el tradicional objetivo  moralizante de castigar a los malos y premiar a los buenos. Y lo hace, como siempre, con un giro final imprevisto que da un vuelco a la narración y la cierra con broche de oro. La maestría que demuestra Dahl a la hora de intrigarnos puede admirarse sobre todo en su novela “Relatos de lo Inesperado”, en la que el escritor inglés logra desconcertarnos una y otra vez… y eso que los lectores ya vamos prevenidos de lo que nos espera. Sorprender a quien está esperando ser sorprendido es un reto literario que sólo puede alcanzar el señor Dahl.

Una  vida azarosa

A juzgar por su vida llena de aventuras y peripecias, nos maravillamos de que este inglés de ascendencia noruega tuviera siquiera tiempo de sentarse a teclear en su máquina de escribir. Después de terminar el colegio, Dahl pasó tres semanas explorando Terranova con el Public Schools Exploring Society. En noviembre de 1939 se unió a la Royal Air Force y durante la II Guerra Mundial fue nombrado oficial y asignado al escuadrón número 80 de la RAF en Libia, Grecia, Siria y África, donde sufrió terribles accidentes. En 1945 pasó a trabajar para la Seguridad británica en Estados Unidos, y fue entonces cuando comenzó a hacerse famoso como escritor, actividad que se intensificaría a partir de la década de los sesenta. Su vida estará llena de dificultades, a pesar  de las cuales logró convertirse en un escritor de éxito internacional.

El librero 2

Esta pequeña edición de Nórdica Libros es, al margen de la calidad de la historia, una pequeña joya editorial a tener en cuenta. Pese a su  tamaño reducido (apenas 64 páginas), el libro hace gala de los mejores estándares de calidad bibliográfica: atención a los detalles, papel de gran calidad, tipografía agradable y 14 extraordinarias ilustraciones a todo color de mano de Federico Delicado.

Publicada por primera vez en 1987, “El librero” vuelve así a las librerías españoles con el mejor aspecto posible. Además, el 10% de las ganancias de Roald Dahl se destina a organizaciones benéficas a favor de la infancia. Sin duda, un imprescindible para los seguidores del señor Dahl en particular y de los amantes de la buena literatura en general.

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