El libro inquieto

Entre los últimos lanzamientos de la editorial infantil Kókinos, destaca este álbum por su originalidad y sencillez: “El libro inquieto”. Un cuento creado para que el niño se divierta, interactúe y desarrolle las funciones motrices.

“Los Krickelkrakels” es el nombre del colectivo alemán artífice de este libro tan interesante. Llama la atención porque sus autores consiguen convertirlo en un juego sin necesidad de utilizar elaborados pop-ups, diferentes texturas o formas.

“El libro inquieto” parece, a primera vista, un álbum ilustrado como cualquier otro, pero en cuanto el lector comience a leer las primeras palabras, comprenderá que es mucho más que un cuento ordinario. La historia requiere la total participación del lector para que cobre sentido.

Cuento interactivo

La narración se presenta como un camino que el niño debe seguir hoja tras hoja. A medida que el argumento avanza, “Los Krickelkrakels” introducen nuevos personajes, que se entrelazan de un modo disparatado a la par que divertido.

La capacidad de movimiento es la que hilvana las distintas escenas del álbum, resultando una lectura dinámica.  Desde el inicio, el texto que acompaña a la ilustraciones incita a nuestros pequeños a seguir una serie de órdenes: dar golpecitos en el dibujo de unos huevos, cantar una canción, darle la vuelta al volumen, ladearlo hacia la derecha, rascar la espalda de un monstruo enorme (pero inofensivo), o decir algo en idioma marciano.

Cada acción realizada produce una reacción en la página siguiente, y así la historia evoluciona, siempre de la misma manera, ayudada por el lector. Su interacción es, durante todo el libro, imprescindible.

Fuente de imaginación

Además de favorecer el desarrollo de la comprensión lectora y las funciones motrices (derecha/izquierda, agitar, girar, golpear, etc.), lo destacable de “El libro inquierto” es que pretende motivar a los niños a utilizar su imaginación.

Los álbumes ilustrados interactivos, sobre todo aquellos que tienen desplegables (pop-ups), suelen ser muy vistosos, Sin embargo, mostrando los escenarios completos en tres dimensiones, pueden dejar poco espacio para que el niño tome protagonismo (salvo levantando pestañas o contemplando los dibujos). “El libro inquieto” deja a un lado los complicados mecanismos de la construcción en papel y opta por un método mucho más novedoso.

Las diferentes acciones que requiere su lectura ayudarán al niño a ejercitar su ingenio, inventando él mismo parte de la historia. Además, al presentarse como un juego, la lectura conjunta con los padres será incluso más recomendable, compartiendo un tiempo inolvidable juntos, ayudando a los más pequeños (incluso aquellos que todavía no sepan leer) a llevar a cabo las diferentes acciones indicadas.

Fondos blancos, colores primarios

Siempre con el objetivo de atraer la atención de los niños, las ilustraciones son interesantes: en sus páginas, “El libro inquieto” combina dibujos muy simples, perfectamente identificables con los que haría el propio lector, y otros más elaborados, coloreados todos ellos con colores planos intensos.

En su mayoría, los fondos son blancos haciendo destacar aún más las ilustraciones, obteniendo un curioso contraste. El álbum sigue la estética pop (adaptada al mundo infantil). El color se administra de forma un tanto casual, dejando algunas ilustraciones como a medio pintar.  Este uso inteligente de las tonalidades guía los ojos del lector, resaltando sólo a los personajes y los elementos que describe el texto.

Además, el fondo blanco carente de profundidad, incita al niño a imaginar, a querer completar el escenario con sus propios dibujos. De esta forma, “El libro inquieto” también favorece la creatividad.

Despertando inquietudes

Tal y como el título del álbum indica, esta obra publicada en nuestro país por Kókinos, pretende motivar al niño, divertirle y despertar su amor por la lectura. El cuento sigue la línea del tipo de álbumes a los que la editorial nos tiene acostumbrados. Destacan principalmente por sus propuestas originales, apostando por obras de autores con un estilo muy personal, tanto de dibujo clásico como de líneas más innovadoras.

Desde El Mar de Tinta creemos que “El libro inquieto” es una buena elección a la hora de escoger libros infantiles: con su lectura, el pequeño lector (a partir de 4 años en adelante) disfrutará jugando y aprendiendo, dando uso a sus cinco sentidos.

 

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