El profesor Gárgola. Pesadillas en el colegio Lovecraft, 1

Bruño nos brinda la oportunidad de conocer una serie para lectores a partir de 9 años de lo más original. Basada en la obra del maestro del horror cósmico, H.P. Lovecraft, Charles Gilman construye una historia estudiantil cuyo escenario alberga más de una sorpresa… ¡y algún que otro tentáculo!

Que a estas alturas es difícil sorprender al lector es un hecho. Los títulos de fantasía juvenil se suceden, utilizando los mismos recursos, los mismos estereotipos hasta la saciedad… con mejor o peor fortuna. Sin embargo todavía hay autores que consiguen, bebiendo de los clásicos, relatos sorprendentes y divertidos, como el que ahora nos atañe.

Bienvenidos al Lovecraft

A Robert Arthur lo han trasladado a un nuevo colegio recién inaugurado de la ciudad de Dunwich. Para colmo, la única persona a la que conoce es el matón Glenn Torkells, quien a la mínima oportunidad no duda en martirizar al pobre Arthur.

El colegio Lovecraft es un edificio moderno, lleno de paneles electrónicos, taquillas de última generación y una gran biblioteca con cientos de libros en la que es fácil perderse…. Pero justo el primer día de clase, una invasión incomprensible de ratas desvelará a nuestro joven protagonista que este centro educativo no es del todo normal. Además, el profesor de ciencias se comporta de un modo extrañísimo, casi como si no fuese de este mundo. ¿Conseguirá Robert desentrañar los misterios del colegio Lovecraft?

Portales, la mansión de la locura… y mucho más

En “El profesor Gárgola”, el autor toma de referencia a Crawford Tillinghast, protagonista del relato lovecraftiano “Desde el más allá”.  A saber: Crawford es un científico obsesionado por descubrir las múltiples planos de la realidad. Utilizando una máquina de luz ultravioleta, consigue estimular órganos que, en el ser humano, se encuentran infradesarrollados. Así, conseguirá ver las criaturas que habitan nuestro mundo en dimensiones paralelas, hasta alcanzar la muerte de puro horror. Será este personaje, y su mansión,  sobre los que Gilman prepara su escenario.

Así, el colegio Lovecraft se convierte en una zona inestable, en la que la línea entre los mundos es tan fina que se puede cruzar sin apenas darnos cuenta. Los primigenios, y Crawford a su servicio, urden un malvado plan para acabar con los humanos. Como atrezzo: tentáculos, portales, libros antiguos colmados de palabras en lenguaje arcano… un cóctel de ingredientes que tienen el éxito asegurado. Como además es un libro muy breve, apenas 180 páginas con letra de tipo ancho, es perfecta para lectores que estén dando el salto del formato cuento a la novela corta.

¿Lovecraft para niños?

Para los pequeños lectores, la nueva serie de Charles Gilman será un gran divertimento, al estilo, por ejemplo de “Las crónicas de Spiderwick”. Magia, misterio, personajes estrambóticos, malvados infiltrados en el colegio… Para el lector adulto, aficionado a la literatura de terror este título es, cuando menos, simpático.

Charles Gilman resulta ser un gran admirador del imaginario del autor americano y nos ofrece una historia que bien podríamos encontrar en una sección titulada “Lovecraft para niños”. Los relatos del genio de Providence han generado adaptaciones cinematográficas, juegos de tablero y de rol, canciones, relatos inspirados… pero todavía no teníamos noticia de que la temática hubiese sido adaptada al público infantil, tal vez por ser todo lo opuesto a lo que representa la inocencia de la niñez. ¿Es Gilman un insensato por moldear los personajes de Lovecraft hasta convertirlos en un producto apto para los niños?

No es la primera vez que encontramos una serie (ni será la última) protagonizada por grandes monstruos del Terror, convertidos en personajes entrañables: “El pequeño vampiro” de Anna Sommer-Bondenburg puede servirnos de ejemplo en esta ocasión. La autora alemana tomó prestada la amenazante figura del vampiro y lo convirtió en el mejor amigo de un niño. La misma idea retoma aquí Gilman, con bastante éxito. Robert se enfrentará a profesores malignos, pulpos gigantes y portales interdimensionales, haciendo reír a los fans de Lovecraft que hallarán en cada una de sus páginas un simpático guiño, y los niños disfrutarán con un buen número de aventuras. Claro que corremos el riesgo de que el niño al final acabe pensando que todo es invención de Charles Gilman, pero para eso están los padres: para explicarles, a su debido tiempo, quién es el autor de tanto monstruo tentaculoide.

Buenas vibraciones

“Pesadillas en el colegio Lovecraft” ya cuenta con varios títulos en su idioma original, y la editorial Bruño ya ha lanzado recientemente el segundo volumen de la serie: “Las gemelas viperinas”. Confiamos que el éxito de la serie en su país de origen se iguale en España, pues nos ha parecido una lectura refrescante y muy divertida.

Aclamamos la edición de Bruño, muy cuidada, con tapa dura y portada holográfica. Al moverla, el retrato del viejo profesor se convierte en algo mucho más inquietante. Buen gesto del sello que ha respetado el diseño original. En definitiva, “El profesor Gárgola” es una historia ligera de aventuras, bien escrita y perfecta para que los jóvenes lectores se interesen por los grandes clásicos del Terror.