Fulgor

Cuando, hace casi una década, Manel Loureiro daba forma en su blog a “Apocalipsis Z”, probablemente ni se le pasaba por la cabeza la posibilidad de que, algún día, sus libros fueran traducidos a más de quince idiomas. Sin embargo, tras la publicación por parte de Dolmen Editorial de su primera novela, el éxito del autor pontevedrés no ha dejado de crecer, tanto en nuestro país como a nivel internacional.

Tras concluir su trilogía zombi (que se completó con “Los días oscuros” y “La ira de los justos”), Loureiro cambió de tercio con la inquietante “El último pasajero”, novela con la cual demostró claramente su capacidad para desarrollar historias que no cuentan con la presencia de muertos vivientes. Ahora, con la publicación de “Fulgor” por parte de Editorial Planeta, el “autor español revelación en USA” (así reza en la portada) vuelve a sorprendernos con la que es, en nuestra opinión, su mejor obra hasta la fecha.

La maldición de Casandra

Casandra y su marido Daniel llevan tiempo emocionalmente distanciados. Psiquiatra de profesión, la protagonista de “Fulgor” ha sacrificado su carrera para ser madre y seguir a su esposo, inspector de policía, a los distintos destinos escogidos por éste. Resignada con su empleo en un centro de internamiento para enfermos mentales peligrosos (conocido popularmente como “El Trastero”), la joven doctora vuelca todo su amor en su hijo Martín mientras contempla como su matrimonio parece desmoronarse poco a poco.

Sin embargo, la rutinaria existencia de Casandra dará un tremendo vuelco cuando, tras sufrir un aparatoso accidente (a consecuencia del cual pasa casi cien días en coma), se recuperará milagrosamente para descubrir que posee una peculiar habilidad. Cuando se encuentra sometida a una gran tensión, es capaz de ver las auras que rodean tanto a los seres vivos como a los objetos inanimados, gracias a un misterioso poder al cual bautiza como el Fulgor.

A partir de ese momento, Casandra se verá inmersa en una espiral de horror y muerte cuando un grupo de seres tremendamente poderosos, conocidos como los Oscuros, la conviertan en su objetivo. La vida de la psiquiatra y las de Daniel y Martín correrán un grave peligro, y el único aliado con el que podrá contar será Logan Dawson, un peligroso asesino norteamericano encerrado en el mismo centro en el cual trabaja.

Luz versus oscuridad

Manel Loureiro ha creado en “Fulgor” un rico universo que bebe de diversas fuentes (quizá la más evidente sea, desde nuestro punto de vista, la saga “Star Wars”) el cual, si lo desea, puede dar mucho de sí en novelas posteriores. El concepto de un enfrentamiento intemporal entre las fuerzas de la Oscuridad y los paladines de la Luz no es novedoso, pero Loureiro aporta un toque personal sumamente interesante, sobre todo en lo que a la influencia de los Oscuros en la Historia de la humanidad se refiere.

Los villanos que aparecen en “Fulgor” resultan fascinantes por su profunda amoralidad y por la crueldad de la cual hacen gala. Y el hecho de que su poder les permita fortalecerse y mantenerse con vida indefinidamente alimentándose del dolor ajeno, les convierte en una suerte de monstruosos vampiros psíquicos carentes del más mínimo aspecto positivo.

Su energía oscura es antagónica al Fulgor de un modo similar a como el Lado Oscuro de los Sith se opone a la Fuerza de los caballeros Jedi. Los puntos en común con la energía ideada por George Lucas abundan, ya que los protagonistas de “Fulgor” hacen gala de capacidades como el control mental o la telequinesia. Y, del mismo modo que las emociones negativas podían conducir a un Jedi hacia el Lado Oscuro (¿recuerdan a Anakin Skywalker/Darth Vader?), los poseedores del Fulgor, conocidos como Hijos de la Luz, deben evitar cruzar ciertas líneas si no desean acabar transformándose en aquello contra lo que combaten.

Una novela de película

Mientras disfrutábamos con la lectura de la obra más reciente de Manel Loureiro, en El Mar de Tinta no nos costaba nada imaginarla convertida en una espectacular y exitosa producción cinematográfica. Y es que “Fulgor” tiene todos los elementos necesarios para dar pie a un blockbuster hollywoodiense: personajes carismáticos, un argumento interesante y no excesivamente complejo, acción trepidante, explosiones, tiroteos y, entre muchas otras cosas, un final impactante que deja la puerta abierta a posibles secuelas.

Teniendo en cuenta el gran éxito de crítica y ventas cosechado por las cuatro anteriores novelas de Loureiro en el mercado estadounidense, quizá la posibilidad de ver “Fulgor” adaptada a la gran pantalla (o a la pequeña, ¿por qué no?) no resulte tan disparatada como pueda parecer en un primer momento. Al fin y al cabo, Juan de Dios Garduño (otro autor surgido de la “Factoría Dolmen”) acaba de ver estrenada “Extinction”, versión fílmica de su novela “Y pese a todo…”, así que la proverbial pica en Flandes ya ha sido colocada. El tiempo lo dirá.

Intenso fulgor

“Fulgor” describe el clásico enfrentamiento entre el Bien y el Mal, entre la Luz y la Oscuridad. De este modo, pasa a engrosar una larga lista de obras centradas en narrar una historia que es casi tan antigua como la humanidad. Con unos elementos de base sólidamente establecidos en la literatura de todos los tiempos, un autor con talento lo tendría muy difícil para no conseguir dar forma a una obra entretenida cuanto menos.

Y si hay algo que le sobra a Manel Loureiro es talento. Con un estilo sencillo y directo, el autor de “Fulgor” nos sumerge en la historia desde la primera línea, y nos conduce a lo largo de una trepidante montaña rusa en la cual las escenas impactantes se alternan con revelaciones sorprendentes. El resultado del buen hacer del autor gallego es la típica novela que se devora de un tirón, se disfruta página tras página y nos deja deseando leer más. Un libro con el cual disfrutarán enormemente los seguidores de Loureiro y que, sin duda, contribuirá a que la popularidad de este joven escritor continúe creciendo en España y el resto de países donde se publica su obra.

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