Grandes recetas para cocinas pequeñas

Plaza y Janés nos trae de la mano de Marta Carnicero la prueba fehaciente de que las apariencias engañan: una cocina pequeña puede albergar grandes manjares y un libro pequeño sin, más ilustración que algunos emplatados o preparaciones, puede ser una gran alternativa a la desidia culinaria.

Marta Carnicero es ingeniera de carrera, profesora de tecnología y locutora de radio, pero la cocina siempre le ha tirado mucho; de hecho, ésta es su segunda incursión en la procelosa senda de la edición culinaria.

Cómo organizar una cocina pequeña

Antes de ir al grano, a las recetitas, la autora da una serie de consejos de organización: dónde guardar los ingredientes, cómo preparar o conservar salsas, recursos que se pueden anticipar para utilizar más tarde sin agobios de tiempo ni espacio…

También desgrana los utensilios que más pueden salvar la papeleta del cocinero confinado, pero, y acentuamos esto, disfrutar el hecho culinario para poder darlo todo independientemente del tamaño del recinto en que se cocina.

¿Pero qué secciones son éstas?

No, Marta no divide el libro en las secciones al uso. Algunas sí, como las sopas y los postres. Pero la mayoría no. Y cada una es un cajón de sastre que integra entrantes, carnes y pescados que harán realmente difícil decidir cuál preparar primero.

Siendo un libro práctico, tiene una amplia variedad de secciones como: platos sencillos para cenar, sano y delicioso, ultrarrápidas, al horno, para la fiambrera, con pocos ingredientes, acompañamientos, para lucirse, de un bocado, pica-pica y para surtir la cocina, además de los comentados de las sopas y los postres.

¿Y cómo se estructura cada receta?

Tras el título de la receta una breve explicación sobre el origen de esta receta -a veces no tan breve, pero son explicaciones amenas y la información nunca está de más, aunque sólo sea para meter nuestras propias variaciones, que en cocina siempre pasa-. Si es un acompañamiento, nos indica en qué preparaciones utilizarlo. Entonces pasa a enumerar los ingredientes, diciendo siempre para cuánta gente es; sobre esa información, sólo queda multiplicar o dividir según nuestros comensales.

En cómodos pasos nos indica entonces cómo hacer la receta. Recomendamos, no obstante, leerla entera antes, para distribuir nuestro tiempo y nuestra realización como más nos convenga, y así optimizar nuestros recursos no tangibles. Pero ella misma intenta intercalar pasos para que no perdamos el tiempo mientras esperamos que termine un paso. Finalmente, si procede, nos da alternativas de acabado o de realización; si las hay, vienen en un recuadrito verde.

El Mar de Tinta cocina

Nos decantamos por la pizza agridulce de rúcula con mascarpone, receta deliciosa que según la autora es para una sola persona, pero nosotros lo preparamos para dos: es una curiosa fusión entre ensalada y pizza que a nadie dejaría indiferente.

Y empezamos cortando el tomate en rodajas y escurriéndolo entre hojas de papel de cocina durante media hora y precalentamos el horno a 250º para que esté listo a la hora de rellenarlo. También mezclamos la miel con el vinagre de Módena. Pasada esa media hora, extendemos la masa de pizza, la untamos con  mascarpone y distribuimos las rodajas de tomate por encima. Horneamos cinco minutos.

Mientras, cortamos los tomates cherry por la mitad y al sacar la pizza añadimos la rúcula y los tomates cherry, el parmesano en escamas (sacadas con nosotros con un pelapatatas o compradas) esparcimos los piñones (previamente tostados en una sartén) por encima con las virutas de queso por encima.

Aliñamos todo con la mezcla de miel y vinagre y un poco de aceite por encima, servimos y disfrutamos.