Hojas de dedalera

El pasado 5 de noviembre la editorial Versátil sacaba a la venta “Las eternas”, una novela de temática steampunk escrita por Victoria Álvarez. Con motivo de esta ocasión, en El Mar de Tinta nos complace rescatar y recomendar su opera prima: “Hojas de dedalera”. Con este título, la joven autora nos sumerge en una historia victoriana de romance, terror gótico y suspense.

Que la narrativa juvenil de nuestro país está reviviendo ya no es una suposición. Una nueva generación de escritores se abre camino con este género, demostrando que nada tiene que envidiar a autores internacionales. En España, autores como Victoria Álvarez apuestan por las novelas crossover (pensadas para edades comprendidas entre los 16 y los 20 años de edad) cuya amplia temática ha aficionado a la lectura a un buen número de individuos, no exclusivamente adolescentes.

Un poder sobrenatural

La delicada salud de Annabel Lovelace, le ha otorgado unas dotes de percepción fuera de lo común. Tras la impactante aparición de su madre, última y sexta víctima de Jack el Destripador, la niña descubrirá que tiene el poder de comunicarse con las almas en pena.

Su tío Tom enseguida verá en la protagonista una pequeña mina de oro. Las visitas de familias impacientes por contactar con sus seres queridos se sucederán. Con el paso del tiempo, Annabel se convertirá en una médium de prestigio.

Pero su particular don también ocasionará a la muchacha problemas: descubrirá inquietantes secretos enterrados. Los espíritus conducirán a Annabel al centro de la investigación de una serie de atroces asesinatos.

Londres victoriano

“Hojas de dedalera” es una novela entretenida, que combina el encanto de finales del siglo XIX con el toque misterioso de lo sobrenatural. Victoria Álvarez se inspira en títulos clásicos como “Orgullo y Prejuicio” o “Cumbres borrascosas” y el terror gótico para crear su argumento.

Aunque las influencias son evidentes (positivas y enriquecedoras, en todo caso) y el escenario se ha utilizado en innumerables ocasiones, el trabajo de Victoria Álvarez es cuidadoso en el detalle y la ambientación. La joven autora demuestra conocer la Historia y haberse documentado sobre los parajes en los que se ambienta, así como de las modas y costumbres de la sociedad londinense durante el período victoriano. Ya en el título podemos observar el mimo con el que Álvarez relaciona todos los elementos de la obra: la dedalera era una planta que en el s. XIX se utilizaba con fines medicinales.

Este detalle aleja a la novela de otros libros del mismo género, pero cuyos autores únicamente utilizan elementos de época aislados para “adornar” una concatenación de escenas románticas carentes de sentido argumental.

No sólo romance

Como indicábamos, la escritora encuentra el equilibrio entre la trama de misterios por resolver y el romance apasionado. Aunque éste último tiene mucha importancia en la historia (y en El Mar de Tinta estamos seguros hará las delicias de las lectoras más sentimentales y soñadoras), no eclipsa el resto de los acontecimientos, responsables de mantener viva la atención hasta el desenlace.

El elemento fantasmagórico está bien llevado y Victoria da un nuevo y digno giro a los crímenes de Whitechapel, construyendo una narración fresca y más que correcta que no decae en ningún momento.

Sus personajes, estereotipos de la novela romántica de época, adquieren un perfil más trágico y complejo que evita que aparezcan demasiado acartonados. La lectura transcurrirá ligera y sin recesos, en una historia que intrigará y entretendrá al lector a partes iguales. Asimismo, destacamos la naturalidad con la que Álvarez recrea ambientes y escenarios, en los que nos podremos sumergir con facilidad.

Un final imprevisto

Pese a que la valoración que El Mar de Tinta hace de “Hojas de Dedalera” es positiva, no podemos dejar de señalar que, en nuestra modesta opinión, el desenlace de la novela es demasiado brusco. Durante los último cinco capítulos, los acontecimientos se precipitan hasta eclosionar con la resolución del misterio.

Probablemente, la autora hizo a propósito el corte en la narración para aumentar la intriga. Algo que consigue, pues al lector le costará retomar el hilo durante unos cuantos pasajes. Sin embargo, cuando uno vuelve a situarse en la historia, descubrimos que Victoria Álvarez no deja ningún cabo suelto, consiguiendo un final emotivo y acorde con el tono de la obra.

Teniendo en cuenta la juventud de la escritora y que este es su primer trabajo novelístico, el resultado no decepciona. Moviéndose en un género tan manido hubiese sido fácil que la obra acabara convirtiéndose en otro cliché más, pero Victoria Álvarez escribe con aplomo y personalidad. “Hojas de dedalera” sólo es el principio de una carrera que promete ser larga y cada vez más interesante.

Edición de Versátil

Para este más que recomendable debut, ediciones Versátil apostó por un formato de bolsillo y tapa blanda con solapas, dentro de su colección Versátil Narrativa. Cabe indicar que no está dentro de su catálogo juvenil, aunque nosotros lo recomendamos encarecidamente a los jóvenes lectores y, en concreto, a todos los aficionados a la novela romántica.

Parece que, en “Las eternas”, Victoria Álvarez sigue sin abandonar este género, pero añadiéndole un toque de steampunk (tan de moda hoy en día) que atraerá también a otro tipo de lectores. Si algo bueno tiene esta escritora, es que no se cierra puertas: añade a sus libros suficientes ingredientes para que puedan interesar a un público heterogéneo. Desde El Mar de Tinta, seguiremos con interés su evolución y esperamos poder ver, con el tiempo, títulos originales y que abarquen géneros más diversos.

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