La bruja diminuta

En El Mar de Tinta no nos olvidamos de los reyes de la casa. Para los más pequeños seleccionamos cuentos y álbumes ilustrados que, por su calidad y belleza, resultan indispensables en cualquier biblioteca infantil. Este es el caso de “La bruja diminuta”: de la mano de Editorial Juventud, presenta una entrañable historia sobre la enfermedad, la magia y la esperanza.

La Editorial Juventud (una de nuestras preferidas, por su elegancia al escoger títulos y el mimo con el que tratan sus publicaciones) nos brinda la oportunidad de descubrir a autores como el japonés Takako Hirono, apenas conocido en nuestro país.

Una cura para mamá

Félix y su madre viven tranquilos en su casa, donde cultivan un pequeño huerto. Ambos están muy unidos, pero un día, la madre enferma con fiebres muy altas.

Muy preocupado, Félix decide vender melones del huerto para conseguir dinero y que el médico venga a atenderla. Su desazón crecerá cuando descubra que en el huerto sólo hay un melón. Sin embargo, el niño recordará una historia que su madre le contaba a veces: en el monte Agudo vivía una bruja que sabía preparar todo tipo de remedios y ungüentos para sanar cualquier tipo de enfermedad.

Esperanzado con ese recuerdo, Félix saldrá en busca de la bruja y, cuando de con ella, descubrirá que ésta, además de diminuta, tiene un peculiar sentido del humor.

Valores importantes

De la hermosa historia que el autor japonés narra en este álbum los pequeños lectores sacarán valores trascendentes para su desarrollo. Con el velo amargo de la enfermedad, el vínculo entre madre hijo, ya de por sí estrecho, se hará más fuerte.

Además, la esperanza frente a la adversidad también queda patente con la actitud positiva de nuestro protagonista, quien no duda en iniciar una búsqueda para curar a su madre.

En la bruja Umba, encontramos solidaridad arropada con un toque mágico, que hace de la lectura de este cuento un entretenimiento delicioso.

Hirono transmite de este modo una visión entre realista y fantástica de cómo es la vida, animando a los pequeños a no rendirse frente a los problemas, ser positivos y, sobre todo, mantener un afecto recíproco con los familiares más cercanos en un ambiente solidario y sincero.

Belleza y detallismo

Si la historia de “La bruja diminuta” ya resulta preciosa, las ilustraciones de Takako Hirono son sublimes. La paleta de colores que el autor japonés utiliza es alegre y vitalista, plasmando el optimismo que impregna el texto del cuento.

Con un estilo muy semejante al que observamos en las obras cinematográficas de Hayao Miyazaki (“Mi vecino Totoro”, “El castillo ambulante”, “Ponyo”), Hirono fusiona a la perfección el detallismo de los escenarios con unos personajes encantadores.

Destacamos, ante todo, la delicadeza con la que el autor plasma los paisajes campestres y hogareños donde sucede la historia. Los tipos de flores y plantas (siemprevivas, tulipanes, cardos, amapolas, campanillas…) son perfectamente reconocibles y dotan a las ilustraciones de gran realismo.

También los interiores, como la casa de la bruja Umba llena de frascos, vasijas y cucharones, están dibujados con verdadero detallismo y cuidado. Ante estas ilustraciones, el lector (tanto adulto como pequeño) no podrá resistirse a observarlos detenidamente, pasando las hojas de este álbum una y otra vez.

Luz y entretenimiento

Como indicábamos, la magia de este cuento no reside sólo en su historia, sino también en las ilustraciones. La luz con la que Hirono ilumina sus dibujos dotan al álbum de calidez, y los paisajes naturales lo convierten en una ventana idílica por la que todo lector se sentirá dispuesto a asomarse.

Asimismo, a “La bruja diminuta” no le falta humor ni diversión. El personaje de Umba hará las delicias de los más pequeños. Éstos aprenderán y se entretendrán con su historia optimista y repleta de color.

Con un formato grande y manejable en cartoné, desde El Mar de Tinta recomendamos encarecidamente este título, ejemplo de obra entrañable y vitalista.