La canción de Troya

Si había alguien que podía contar la historia de una de las guerras que más ríos de tinta ha derramado, esa es Colleen McCullough. La escritora australiana nos sumerge en los sentimientos y problemas de la mayor parte de los héroes que combatieron en tan célebre contienda. El resultado es una genial mezcla entre mito y suceso, que fascinará a los seguidores de la historia clásica.

McCullough, apasionada de la historia, escribió “La canción de Troya” en el año 1998, cuando todavía no había terminado la saga sobre el final de la República romana: una serie de siete libros que le encumbraron como una de las autoras mas leídas y reconocidas del relato histórico. También es famosa por sus novelas románticas, cuyo mejor ejemplo es “El pájaro espino”, llevada al cine en forma de miniserie.

La novedad de la polifonía

La principal innovación que introduce la autora en esta obra es el uso de la polifonía, con lo que cada capítulo está narrado por un personaje distinto. De esta forma, percibiremos los sentimientos, la personalidad, los miedos y los razonamientos de los protagonistas, muy bien caracterizados. Esta técnica permitirá al lector profundizar en la guerra troyana desde muchos puntos de vista, lo que le llevará a tener una visión global del conflicto, desde la perspectiva de los héroes de ambos bandos.

Conoceremos el transcurso de la historia desde la seguridad con la que Agamenón preveía su rápida victoria, los extraordinarios razonamientos del astuto Ulises, las ganas de matar de Aquiles o la desolación de la hermosa Helena por no poder participar en unos sucesos que con su huida provocó. Este personaje es el más interesante de la novela, ya que a través de ella la escritora relata la difícil vida a la que estaban abocadas las mujeres de la sociedad griega, siempre dependientes de los hombres, con lo que debían contentarse a una aburrida vida en la que actividades como la costura eran lo más lúdico que se les permitía hacer.

La conquista de una ciudad inexpugnable

Si algo se ha echado de menos en las novelas históricas de McCullough ha sido el escaso tratamiento de las batallas. Este caso se confirma como la excepción de la regla, ya que las batallas, las estrategias y los duelos son la esencia del relato. Las cargas, estocadas y combates son descritos desde la perspectiva de unos héroes para los que la victoria final en la guerra era lo más importante de su existencia, sin importar los medios para alcanzarla. De este modo, asistiremos a las pesquisas tácticas ideadas por Ulises, el más astuto de los griegos para superar las indestructibles murallas de Troya, y el adiestrado ejército liderado por el príncipe Héctor.

En este sentido, la escritora nos presenta una historia humana, en la que los sentimientos de los personajes y las relaciones entre los héroes cobran un papel primordial. La combinación de la polifonía con el talento descriptivo de McCullough hará que el lector se identifique con cada uno de los personajes, elija su favorito y llegue a desear que cumpla sus objetivos.

Mito y realidad

La narración, al centrarse en los hombres, apenas menciona a los dioses, que no participan en la contienda. Esto puede extrañar a quienes hayan leído “La Ilíada” u otros relatos sobre la Guerra de Troya, pero como siempre McCullough noveliza la historia, llenando los huecos donde las fuentes no nos informan. Así pues, todas las acciones de los hombres tienen una causa humana, yendo más allá de venganzas, odios o afrentas personales. Del mismo modo, los héroes tienen su cabida, pero extrayendo de su complicada personalidad su parte más humana, que provoca una sensación de normalidad en sus acciones. Al fin y al cabo, la autora los presenta como excelentes guerreros que buscan acrecentar su gloria mediante una participación decisiva en los campos de batalla.

De la misma manera en la que McCullough pone en duda la intervención divina, algunos de los mitos griegos serán también analizados. De nuevo, la autora demuestra ser una estudiosa del género, principalmente por una exhaustiva documentación que le posibilita investigar profundamente sobre la sociedad de la Grecia arcaica, y la relación que tenía con los mitos y los relatos que sobreviven de aquella época.

Este trabajo le permite describir a la sociedad, los héroes y los mitos que protagonizan desde ese análisis, en el que el lector se puede encontrar alguna sorpresa. De todos modos, la forma de narrar los mitos sobre los héroes es tan verosímil que, independientemente del juicio y los conocimientos previos del lector, la escritora logra dar una tremenda credibilidad a los acontecimientos que protagonizan los héroes y hacerlo en relación a la sociedad en la que viven.

Una de las mejores novelas de un tema imprescindible

Entre todas las novelas que tratan sobre la Guerra de Troya, la narración de Colleen McCullough es de las mejor valoradas. Es una novela recomendable tanto para los amantes del mundo antiguo como para los no iniciados. Además, su lectura es ideal para aproximarnos a una época tan antigua como nombrada, ya que todos hemos oído hablar de personajes como Ulises, Aquiles o Helena. Sobre todos ellos se han escrito decenas de libros y rodado películas, pero esta novela ayudará al lector a situar definitivamente a cada leyenda y cada personaje en relación a su cronología, su espacio físico y sus iguales.

La portada que escogió el sello Booket nos muestra un yelmo, una lanza y un escudo de un soldado griego; lo que no engaña al futuro lector ante lo que se va a encontrar. La edición es buena, aunque el pequeño tamaño de la letra hace que las páginas del libro estén demasiado condensadas. El libro se complementa con un adecuado epílogo que nos cuenta el destino de los protagonistas que sobrevivieron a la guerra y una explicación de las fuentes, la arqueología, las medidas y el alfabeto que se utilizaba en la época.