La condesa sangrienta

Libros del Zorro Rojo nos trae una nueva edición de “La condesa sangrienta”, una de las obras con las que Alejandra Pizarnik alcanzó las cimas de su literatura. El volumen, de tamaño más manejable y con papel satinado, viene acompañado de las sublimes ilustraciones de Santiago Caruso.

El personaje de Erszébet Báthory es uno de los más fascinantes y aterradores de la Historia de Europa. La argentina Alejandra Pizarnik realizó este ensayo sobre su singular persona en el año 1965, reflexionando acerca de la biografía escrita por Valentine Penrose ( “Erzsébet Báthory la Comtesse sanglante”, 1962).

A la poetisa francesa le dedica la introducción de esta pesadilla sublime, alabando el talento de Penrose para aunar su magia poética con el arduo trabajo de investigación y documentación. Nos presenta así a la condesa, tal y como la imaginaba Valentine Penrose: un ser insólito y real, hermoso en su perverso sadismo.

 

Biografía tenebrosa

Pizarnik, durante su corta vida (1936-1972), destacó como literata y poetisa dentro de la corriente surrealista. Mucho de su compleja personalidad se traslada a las páginas de “La condesa sangrienta”, ofreciendo al lector un ensayo casi lírico sobre los crímenes cometidos por Erszébet.

Construye, a partir del texto de Penrose un cuento onírico y oscuro, relatando los actos monstruosos de la condesa hasta el fin de sus días. La escritora admira, en su introducción, la capacidad de la poetisa francesa para concentrarse sólo en la belleza espasmódica de tan sanguinario personaje; sin embargo su texto no se queda atrás.

El lector se convierte, a través de la prosa sublime de Pizarnik, en observador horrorizado de los despiadados asesinatos, de las orgías sangrientas, de las torturas encarnizadas acontecidas dentro de los muros del castillo de Csejthe. Sin embargo, se descubre una cadencia armoniosa en la narración, una belleza oculta y triste que nos habla de la melancolía enfermiza imposible de dejar atrás, salvo en los accesos de enajenación.

Endogamia y magia negra

En esta breve obra, Pizarnik entremezcla leyenda y realidad dando forma a las habladurías y rumores que las misteriosas desapariciones de jóvenes doncellas provocaron durante el siglo XV. El punto esotérico de la narración se encuentra en la figura de Darvulia, hechicera con la que Erszébet se inicia en sus devaneos con lo desconocido.

La autora deja claro en su libro que existen opiniones menos “perversas” que podrían explicar el origen de todas las atrocidades: las enfermedades psíquicas provocadas por años de endogamia continuada entre los nobles de la familia Báthery. Sin embargo, el conjunto de la narración sigue siendo fascinante, y sea cual sea el motivo que originó el asesinato de 610 personas a manos de Erszébet resulta perturbador.

Pizarnik consigue, a lo largo de los once capítulos que componen “La condesa sangrienta”, realizar implacablemente un retrato de la degeneración de la locura y el sadismo. Gracias a ello, a su insaciable sed de sangre joven para preservar su propia juventud, el personaje ha acabado como emblema del Mal absoluto a través de los siglos. En sus crímenes percibimos una ignominia indescriptible, a años luz de otros asesinos en serie conocidos.

Soberbio Caruso

Las creaciones de este ilustrador para el libro son magníficas. Artista excelso,  Santiago Caruso ya ha trabajado en otros títulos de la editorial Libros del Zorro Rojo siempre con el mismo resultado: convirtiendo textos ya de por sí destacables en verdaderas obras de arte.

El inconfundible estilo del artista se rinde en esta ocasión ante la intensidad de la obra de Pizarnik, evocando con sus turbadoras creaciones imágenes de una fuerza plástica impresionante. En una sucesión de ilustraciones oníricas en rojo sangre, negro y grises, el trabajo del argentino Caruso se funde con el texto a la perfección, ofreciendo al lector un conjunto de penetrante simbología, avivando su imaginación hacia el límite del horror.

Los rostros melancólicos de las mancilladas doncellas, la impasibilidad de la condesa, las continuas y sugerentes metáforas, todo incita a contemplar estos dibujos de manera imperativa: se abren como una ventana al lado más oscuro y subyugador de los sueños.

“La condesa sangrienta” se descubre así como una obra imprescindible en cualquier biblioteca. Los amantes del género de terror la apreciarán por su contenido tenebroso y la historia despiadada, pero también aquellos lectores que gusten de los textos poéticos e intensos encontrarán en esta obra una fuente de placer. La cuidada edición y su brevedad ayudará a los  más indecisos a leerla pues, sin lugar a dudas, este título es una joya de la literatura digna de reconocimiento.

2 respuestas a «La condesa sangrienta»

  1. Me gustaria conseguir los dos libros
    el de Alejandra y el de Valentine Penrose
    Sobre esta ….llamemosle mujer ¿?¿
    todo ese lado de Europa esta teñido con sangre.
    Dacios, barbaros…etc

    Cioran a la cabeza

    Saludos buena pagina.
    ag

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *