La Daga de la Ceguera

Brent Weeks en un autor que se dio a conocer hace unos pocos años con la trilogía de “El Ángel de la Noche” (formada por “El camino de las sombras”, “Al filo de las sombras” y “Más allá de las sombras”, todos editados por Plaza & Janés). Una serie de novelas cuyo éxito le permitió cumplir su sueño de dedicarse plenamente a la escritura.

“La Daga de la Ceguera” es la segunda entrega de la serie “El portador de luz”, la cual en principio iba a ser una trilogía pero, finalmente, constará de cuatro volúmenes. Publicada en el sello Fantascy, que tantas alegrías está dando a los aficionados a la Literatura Fantástica en nuestro país, la obra más reciente de Weeks desarrolla los innovadores conceptos de la novela precedente y expande el particular escenario de Las Siete Satrapías.

Vientos de guerra

Tras los acontecimientos narrados en “El Prisma negro”, la vida de Gavin Guile se ha complicado enormemente. La guerra contra el Príncipe de los Colores no ha hecho más que empezar, comienzan a surgir perdiciones (lo cual supone la reaparición de antiguos “dioses”), y algo está haciendo que pierda la capacidad de trazar algunos colores.

El tiempo de Gavin se agota rápidamente, y le resulta dolorosamente claro que no podrá cumplir todos los objetivos que se había planteado lograr antes de que el desgaste inherente a ser un Prisma se cobre el precio de su vida. Enfrentado a mil y una responsabilidades y peligros, obligado incluso a desafiar a su poderoso padre (un personaje con el que Lord Tywin Lannister compartiría gustoso una botella de buen vino), la tarea de quien garantiza el equilibrio de la magia en el mundo será cada vez más compleja.

De forma paralela a los avatares de Gavin Guile, “La Daga de la Ceguera” narra otras historias tan interesantes o más que la de su principal protagonista. Tenemos, por un lado, la de Aliviana Danavis, hija del general Corvan Danavis y reacia aliada del Príncipe de los Colores. Por su parte, Karris Roble Blanco, miembro de la Guardia Negra y desencadenante de la Guerra del Falso Prisma (en la cual se enfrentaron los hermanos Gavin y Dazen Guile), se enfrenta a sus sentimientos contradictorios hacia el Prisma. Y, por supuesto, está el joven y torpe Kip, hijo ilegítimo de Gavin Guile, aspirante a la Guardia Negra y poseedor de un arma cuyo terrible poder ignora.

El poder de un Prisma

El Prisma es, en el mundo desarrollado por Brent Weeks, el hombre más poderoso de cuantos tienen la capacidad de trazar. No sólo es capaz de hacerlo usando todos los colores del espectro (cada uno con unas características específicas) con mayor potencia que nadie, sino que en su persona recae la responsabilidad de ser un símbolo de unidad y orden en un universo con tendencia al caos.

Gavin Guile es, con diferencia, el personaje más interesante de la saga “El Portador de Luz”. Además de cargar con numerosos secretos, su deseo de conseguir mejorar el mundo choca con su humana falibilidad, lo cual le hace protagonizar algunas escenas difícilmente esperables de un típico héroe sin claroscuros.

El gran poder de Gavin, y su tremenda inteligencia, le convierten en uno de los Prismas más poderosos y letales que hayan existido. Además, su inusual longevidad le ha permitido forjar planes complejos para modificar Las Siete Satrapías y dejar en ellas una huella indeleble. Sin embargo, los acontecimientos que se narran en “La Daga de la Ceguera” suponen tremendos escollos que quizá no sea capaz de salvar.

Un universo complejo

Si hay algo que desborda cada página de las novelas de “El Portador de Luz” es originalidad. Una originalidad que viene de la mano de una cierta complejidad que podría suponer un problema para determinados lectores acostumbrados a narraciones menos elaboradas.

Y es que algo en apariencia tan fácil de entender como la creación de elementos sólidos a partir de la luz, se transforma en una disciplina plagada de sutiles matices en manos de Weeks. Afortunadamente el autor, consciente quizás de las dificultades asociadas a su creación, incluye al final de la novela tanto un útil glosario como un elenco de personajes. Ambos se convierten en herramientas sumamente útiles para aclarar las dudas que puedan surgir a lo largo de la lectura.

Fantasía de calidad

Que vivimos un periodo de bonanza editorial en lo que a la publicación de Fantasía adulta se refiere resulta innegable. Cada vez son más los autores, decididos muchos de ellos a modernizar el género, con cuyas obras podemos disfrutar en castellano. Una tendencia que, en El Mar de Tinta, esperamos que continúe en expansión, ofreciéndonos obras tan interesantes como las de Weeks.

Tanto “La Daga de la Ceguera” como “El Prisma negro” son novelas extraordinarias, escritas con un estilo ágil y plagadas de personajes carismáticos, tanto protagonistas como secundarios (el Comandante Puño de Hierro, la esclava Teia o la misteriosa Janus Borig son excelentes ejemplos). Con ellas, el autor estadounidense ha dado forma a una saga fascinante, impredecible y plagada de sorpresas, cuya próxima entrega aguardaremos con sumo interés.

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