La legión perdida

El afamado novelista Santiago Posteguillo cierra su trilogía sobre Trajano con su obra más completa. Un relato especialmente interesante, fruto de su investigación acerca de las cuatro culturas predominantes en el siglo II d. C.: el Imperio romano, el Reino de los partos, el Imperio kushan y el Imperio chino. El escritor valenciano recorre los últimos años de la vida de Trajano, en el que se marcó un objetivo claro: la conquista del Reino de los Partos.

Posteguillo narra el desenlace de la vida de Trajano en el proyecto más trabajado de su carrera literaria. Como el autor decía, ha sido como una tesis doctoral en el que ha tenido que investigar acerca de las cuatro culturas en las que ha basado su obra. Por ello, “La legión perdida” se aleja de su vertiginoso estilo, pero es la obra que más gustará a los amantes de la historia, dado que está lleno de curiosidades y descripciones sobre una serie de culturas completamente desconocidas para la mayoría de los lectores.

Multiplicidad de tramas y escenarios

Como en las anteriores entregas de la trilogía, la novela tiene múltiples tramas y un sinfín de escenarios y personajes que nos hacen preguntarnos si un proyecto de semejantes características es abarcable. La respuesta depende del gusto de cada lector, pero los amantes de la novela histórica podemos responder que sí. Posteguillo sabe cómo alternar las diferentes tramas y cómo dotar a cada una de ellas del interés suficiente para que el lector sepa perfectamente situarse ante tanta variedad de personajes y territorios.

Pero lo que diferencia esta novela de cualquier otra anterior de Posteguillo es su variedad temporal, espacial y cultural. En primer lugar, nos describe con todo detalle la derrota del ejército de Marco Licinio Craso en la batalla de Carras del año 53 a. C., 150 años antes que el resto de la trama, algo que va intercalando en el principio de cada libro en el que divide su extensa novela. En segundo lugar, la descripción y caracterización de cuatro culturas diferentes es una auténtica joya histórica, no solo por el interesante hecho en sí mismo, sino también por la interacción de diferentes personajes en culturas ajenas, lo que provoca la visión y percepción de estos ante una realidad totalmente diferente y desconocida.

Posteguillo no sólo continua la trama de sus anteriores novelas en la Roma de Trajano, sino que se imbuye dentro de un Reino de los partos en una grave crisis ante la invasión romana. Pero la parte más interesante es la caracterización que hace el escritor sobre los otros dos grandes imperios del siglo II d. C., el Imperio kushan y el Imperio chino. El Imperio kushan se extendía en el norte de La India y Afganistán y albergaba a una serie de pueblos muy diferentes entre sí. El Imperio chino se nos muestra en una de sus épocas de esplendor, no solo político, sino también tecnológico, entre otros aspectos porque se empezaba a utilizar un material fundamental en la sociedad de hoy en día: el papel.

El autor no describe a cada imperio por separado, sino que a través de una serie de interesantes personajes tendrán contacto entre sí y podremos ver las diferencias idiomáticas y protocolarias. Un aspecto en el que no hay unanimidad entre historiadores es tratado en la novela, los posibles contactos entre Roma y China. Para semejante proyecto, Posteguillo ha indagado en una extensísima documentación, que pone al servicio de la trama.

Los últimos años de Trajano

A pesar de la acumulación de culturas y personajes, la trama principal continúa la de la novela anterior. Un Trajano vencedor de los dacios está firmemente instalado en el poder, pero quedan dos aspectos por resolver, la amenaza de los partos y la cuestión sucesoria. Trajano, como militar de carrera, está muy pendiente de las amenazas exteriores del Imperio romano y los partos son el principal objetivo. La búsqueda de un cassus belli se convertirá en la principal preocupación de un Trajano deseoso de una última y exitosa campaña militar.

Pero los principales disgustos de Trajano no provendrán de las guerras que provoca. Al no tener hijos, la cuestión sucesoria no tenía fácil solución. Las intrigas de Adriano, sobrino segundo del emperador, para hacerse con el poder serán uno de los aspectos más interesantes de la novela. La caracterización de Adriano por Posteguillo difiere mucho de la historiografía tradicional. Por desgracia, desconocemos lo que pasó en realidad, pero el personaje es tremendamente convincente.

Los complementos de la recreación histórica

“La legión perdida” es el proyecto más ambicioso y completo que nos ha regalado Posteguillo en toda su trayectoria literaria. La novela incluye, en su parte final, una interesante nota histórica, en la que Posteguillo explica sus investigaciones acerca de todas las culturas y escenarios de la obra, algo de especial interés a la hora de analizar la cantidad de hechos y procesos históricos que describe el autor valenciano.

Por último, el libro editado por Planeta incluye un glosario de términos latinos, partos, sánscritos y chinos; además de mapas, bibliografía y una serie de dibujos de los soldados de cada civilización que incluye Posteguillo en su novela más destacada y completa que ha escrito hasta el momento.

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