La puerta del bosque

En El Mar de Tinta hemos hallado una nueva joya para ofrecer a los lectores. Hoy presentamos una maravillosa propuesta de RBA: “La puerta del bosque”. En ella los cuentos de hadas se tornan oscuros y terribles cuando una adolescente decide embarcarse en una búsqueda tan peligrosa como imprevisible. El Interior está al acecho.

La escritora Melissa Albert dio un paso más en su carrera pasando de editora web a fundadora de un blog en el que ofrece una plataforma a jóvenes escritores. Esa experiencia la animó a escribir su primera novela, “La puerta del bosque”. En ella, los sueños y las pesadillas son de carne y hueso. El mundo de los cuentos se entremezcla con el real y criaturas de toda índole campan a sus anchas. Un increíble viaje está a punto de comenzar.

Familia errante

Alice, con 17 años, se ha mudado más veces de las que puede recordar. Siempre de ciudad en ciudad, viviendo en casas ajenas, coches propios o albergues. Nunca entendió el por qué de tanto movimiento, pero siempre confió en que su madre, Ella, hacía lo mejor para las dos. Hasta que un día reciben una carta en la que se les comunica que Altea, abuela de Alice y escritora de éxito, ha fallecido. Las circunstancias que rodean el suceso son extrañas, pero el cambio de actitud de su madre (más proclive ahora a tener un sitio estable en el que vivir) hacen que Alice se relaje.

Durante todos esos años, sus cambios de domicilio siempre se relacionaron con sucesos inexplicables. Muertes repentinas, incendios sin causa aparente,  huidas a media noche. Cuando todo eso parece que va a quedar atrás, Ella desaparece y le deja un mensaje a Alice: “No te acerques al Bosque de Avellanos”, una clara alusión al lugar en el que vivió y murió Altea. Para la joven parece claro que la muerte de una y la desaparición de otra están relacionadas. Para recuperar a su madre deberá entrar en el mundo creado por altea: sus libros.

Cuentos y más

Melissa Albert ha conseguido recrear un mundo inexplicablemente bello y atractivo. “La puerta del bosque”, ilustrado por Jim Tierney, es hermoso por dentro y por fuera. Aplaudimos la maravillosa edición de RBA. La historia fluye arrolladora, captando de inmediato la atención del lector. Maneja la tensión con entusiasmo y buena pluma, aportando un estilo adulto que pueden disfrutar todos los lectores.

Los personajes se deslizan con naturalidad entre dos mundos, el real y el “literario” o Interior. Allí es donde viven las historias inventadas por Altea. El Interior es tan real como la propia realidad y Alice se ve inmersa en él de forma paulatina, como lo hará también el lector. En este sentido, nos recuerda mucho a la magia subyacente en la obra de Neil Gaiman. Hace que ambos mundos convivan sin problema. Consigue ese mágico efecto con soltura e inventa seres como la Hilandera o Catherine Dos Veces Muerta, quienes actúan tanto a un lado como al otro. Esa forma de hilvanar realidades y que funcione tan bien es uno de los puntos notables de la novela.

[quote]Años atrás, cuando tuve en las manos por primera y única vez el libro de mi abuela, confiaba en que me hubiesen llamado Alice por la protagonista del cuento, deseaba que la chica estuviese relacionada conmigo. Ahora rezaba por que no fuese así[/quote]

La búsqueda de Alice, casi una road movie juvenil, cuenta con un acompañante masculino intrigante y seductor. Sin caer en el cliché de la tontuela enamorada, Melissa Albert consigue recrear las aspiraciones y dudas de una chica de diecisiete años que busca su lugar en el mundo. Su planteamiento es maduro y sereno

Para todos los paladares

La puerta del bosque” gira en torno a la búsqueda de Ella por parte de Alice, pero también en torno al libro escrito por Altea. “Cuentos desde el Interior” es la razón por la que Alice se llama así y por la que su madre desaparece. El papel de los libros en la vida de Melissa Albert es clave para entender la importancia que cobran en su novela. Para Albert escribir y leer es como respirar. Ese sentimiento cubre por completo las páginas de su novela. Algo sutil, que el lector captará inmediatamente. Ese mimo hacia los clásicos (como los Grimm) a los que recurre en ocasiones, guiños hacia títulos tan conocidos como la saga de Harry Potter, arrancan una sonrisa nostálgica. Esta novela es un himno a todos aquellos libros que se han leído alguna vez y que han llenado un vacío.

Si hay algo que consigue con creces es trasladar al lector a un mundo donde todo es posible. Alejarlo de preocupaciones innecesarias y arroparlo con hermosas palabras. La escritura, aunque sencilla y directa, está llena de poesía. Una vez que abran la puerta, ya no podrán escapar. Deliciosamente adictiva y, por ello, muy recomendable. El debut de Melissa Albert no defrauda.

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