La senda del dragón

Hace ya algunos años que los aficionados a la Fantasía “adulta” estamos de enhorabuena. Tenemos la suerte de poder disfrutar con las obras de Joe Abercrombie, Patrick Rothfuss, Steven Erikson o, por supuesto, George R. R. Martin, entre otros. Cada vez resulta más frecuente que las grandes editoriales dediquen un espacio a la literatura fantástica entre sus novedades..

Un ejemplo de ello es RBA, cuya colección de tapas plateadas se ha convertido en poco tiempo en un referente del género en nuestro país. Ahora, tras ofrecernos obras tan interesantes como Las furias de Alera, de Jim Butcher, o Los caballos celestiales, de Guy Gavriel Kay, le toca el turno a un libro que inaugura una nueva e interesante saga: La senda del dragón, de Daniel Abraham.

El legado de los dragones

Antiguamente, el mundo estaba gobernado por poderosos dragones, los cuales crearon diferentes razas con características específicas para que desempeñaran determinados cometidos. Pero los amos del mundo desaparecieron hace mucho tiempo, y de ellos sólo queda el recuerdo y los caminos de indestructible jade que trazaron a lo largo y ancho de la tierra.

Tres serán los personajes que recorrerán tales caminos en “La senda del dragón”: Sir Geder Palliako, joven noble de una familia venida menos, más interesado en la Historia y la Filosofía que en guerrear o en las intrigas cortesanas; Cithrin Bel Sarcour, muchacha huérfana pupila del poderoso  Banco Medeano; y el Capitán Marcus Wester, antiguo héroe de guerra con un pasado trágico que no es capaz de olvidar.

Los tres habrán de enfrentarse a situaciones difíciles que pondrán a prueba su temple e, inevitablemente, cambiarán sus vidas de un modo drástico. ¿Sabrán estar a la altura de lo que el destino les tiene preparado?

Un juego familiar

Capítulos narrados por una serie de personajes cuyos puntos de vista se van alternando. Un reino amenazado por aristócratas intrigantes deseosos de apoderarse del trono. Una joven obligada por las circunstancias a madurar con velocidad para convertirse en una persona radicalmente distinta. Poderosos banqueros cuyo apoyo puede inclinar la balanza a favor de la facción a la cual deseen favorecer. Un noble bienintencionado que se pone a sí mismo y a los suyos en peligro debido a su sentido del honor.

¿Les resulta familiar? En efecto, todo lo anteriormente mencionado podría traer a la mente del lector habitual de Fantasía diversos libros, tanto recientes como clásicos. Y es que “La senda del dragón”, sin dejar de ser una novela entretenida, recuerda poderosamente a obras precedentes. Ahora bien, Daniel Abraham aporta un elemento más o menos original al escenario en el cual transcurre la narración. La cuestión es, ¿hasta qué punto resulta relevante dicho elemento?

Las trece razas

En la novela que nos ocupa se hace referencia a trece razas, doce de las cuales fueron creadas por los dragones a partir de la humanidad original, la raza conocida como Primera Sangre. Así, tenemos a los Drowned, Tralgu, Cinnae, etcétera, grupos diferenciados tanto por su aspecto físico como por las habilidades con las que cuentan, otorgadas en principio por sus creadores para facilitarles determinadas tareas.

La cuestión es que no creemos que Abraham emplee el recurso de las razas con habilidad. Apenas se describen con cierto detalle (algunas, simplemente se mencionan; otras, ni siquiera eso), y que determinado protagonista sea Tralgu o Cinnae carece, en nuestra opinión, de relevancia argumental. De hecho, si no se nos recordase cada cierto tiempo que tal o cual personaje pertenece a una raza en concreto, probablemente acabaríamos por olvidarnos de ese detalle.

En El Mar de Tinta entendemos que un autor desee aportar algún rasgo definitorio a su obra, y probablemente esa haya sido la intención de Daniel Abraham al dotar a su mundo fantástico de tan dispares pobladores. Ahora bien, si la idea no pasa de ser una mera anécdota, quizá hubiese sido más sensato no recurrir a la misma. Sea como fuere, existe la posibilidad de que el escritor estadounidense profundice en las trece razas en novelas posteriores, ya que “La senda del dragón” es la primera entrega de la serie “La daga y la moneda”.

Cinco novelas

Daniel Abraham ha publicado ya unas cuantas novelas, tanto en solitario como en colaboración con Ty Franck. Asimismo, es el guionista de la adaptación al cómic de “Juego de tronos (algo que, sin duda, explica muchos de los elementos que aparecen en la obra que reseñamos). La saga “La daga y la moneda” se plantea como una pentalogía, de la cual ya han aparecido otros dos títulos: “The King’s Blood” y “The Tyrant’s Law”.

¿Veremos publicados esos libros en España? Probablemente. Lo cierto es que, a pesar de no tratarse de una novela particularmente destacable, “La senda del dragón” ofrece una agradable lectura que satisfará a los aficionados a la Fantasía de corte adulto. Además, Abraham ha dado vida, cuanto menos, a un personaje fascinante en su libro. Por lo tanto, admitimos nuestro deseo de conocer qué le depara el futuro a Geder Palliako. Unas cuantas situaciones sumamente interesantes, sin duda.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *