Las perdices que querían cambiar el final de los cuentos

La Editorial Sanguina presentaba el mes pasado un título que juega con el formato de los cuentos clásicos de una manera original. De la mano de Laura Sánchez y la ilustradora novel Lara Roch, es este un relato divertido que encantará tanto a prelectores como a primeros lectores.

Desde la redacción de El Mar de Tinta nos gusta apoyar las nuevas iniciativas literarias, sobre todo si éstas se dedican al público infantil y/o juvenil. Asimismo, apoyar a nuevos autores nacionales es parte de nuestra misión como revista, comprometidos como estamos con el fomento del hábito de la lectura desde edades tempranas.

Fórmulas clásicas

Mamá Perdiz está cansada de contar cuentos que terminen con “…y fueron felices y comieron perdices”. ¡Sus pequeños siempre terminan llorando! Al comentarle el problema a Papá Perdiz, éste decidirá ponerse manos a la obra: iniciará una búsqueda para encontrar una solución a su pequeño problema.

Durante el camino al mundo de la imaginación, Papá Perdiz se irá encontrando con animales protagonistas de otros cuentos, también hartos de estar encasillados en los mismos roles. La cigarra holgazana, la liebre engreída, el lobo malvado… todos ellos la acompañarán en este viaje en busca de Don Creativo para que les ayude a crear un nuevo final para la narración de sus historias.

Cuestionando la tradición

El texto de Laura Sánchez pone en un brete, con un tono amable y divertido, a las fórmulas tradicionales del folklore.  Este cuento plantea la posibilidad de dar a éstas una vuelta de tuerca, reformulando los planteamientos de los cuentos clásicos y alejándonos de la moralina y estereotipos anticuados. En El Mar de Tinta no creemos en la tendencia a reversionar los clásicos (son parte de nuestra historia y como tal deben comprenderse dentro de su contexto) pero sí en la necesidad imperante de crear nuevas historias acorde a las nuevas generaciones, impregnando los textos con valores positivos para los niños: más igualitarios, sin roles prestablecidos, abogando por el uso de la imaginación y la capacidad de superación.

En el caso que nos ocupa, pese a que Sánchez se centra en el problema que plantea para las perdices que el desenlace de los cuentos sea “… y comieron perdices”,  y termina proponiendo una solución hilarante que, como veremos, no es del gusto de todos los animalitos, extraemos un valor muy positivo para enseñar tanto en familia como en las aulas: frente a un dilema sólo cabe buscar una solución. El pequeño lector comprenderá así que el esfuerzo y el tesón son los mejores aliados para conseguir resultados en cualquier cosa que se proponga.

Ilustraciones para niños

La literatura infantil y juvenil está viviendo una época dorada. El gusto por los álbumes ilustrados ha regresado con fuerza, trascendiendo los límites de edad de forma insospechada. En la oleada de cuentos ilustrados es fácil confundir el público al cual van dirigidos.

Lara Roch ha hecho un trabajo excelente con las ilustraciones de “Las perdices que querían cambiar el final de los cuentos”, adecuándolas a la franja de edad del cuento (creemos que es adecuado entre los 4 a los 6 años de edad). Son tiernas, divertidas y, curiosamente, despiden un toque retro acorde a los conceptos que trata el texto.

Pese a que la editorial Sanguina ha editado el volumen siguiendo el formato de cuento tradicional (intercala página de texto con página ilustrada) y no como álbum (con el texto integrado en la propia ilustración) el resultado es simpático y llamativo.  Siendo este su primer trabajo, confiamos poder ver a esta joven ilustradora explotando todo su potencial artístico en futuros títulos. Para terminar, destacamos el texto en repetición, que siempre da buen resultado entre los más pequeños, y las actividades incluidas al final, que aportan un toque creativo al cuento.

2 respuestas a «Las perdices que querían cambiar el final de los cuentos»

  1. vaya! Se parece mucho a «La rebelion de las perdices»… Creo que es importante mantener vivo el texto de los cuentos originales. Tanta revision o actualizacion no deberia hacer olvidar el original, fruto de la tradicion oral.
    Buen trabajo, Almudena. Siempre hilas fino.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *