El rey atolondrado y otros cuentos estrafalarios

Del completo y variado catálogo de Editorial Juventud rescatamos esta divertidísima antología de cuentos escritos por Terry Jones, renombrado guionista, escritor y miembro del colectivo Monty Python. Los 51 cuentos que recoge la presente edición son idóneos para entretener de un modo inteligente e ingenioso a niños de 6 años en adelante.

Los cuentos de Terry Jones son sinónimo de entretenimiento en estado puro. Sus numerosos relatos dirigidos al público infantil son la prueba definitiva de que el ecléctico autor tiene talento narrativo y además, la frescura necesaria como para divertir a los niños.

El rey atolondrado y otros cuentos estrafalarios” comprende dos obras de Jones que en su edición original se publicaron por separado (Fairy Tales en 1982 y Fantastic Stories en 1992). Ambos libros se unirían más tarde en una edición del año 2003 de la mano del sello editorial inglés Chrysalis Books Group. La Editorial Juventud, optó por esta última edición a la hora de traducirla al español, brindándonos la oportunidad de conocer los relatos más importantes del escritor en un solo volumen con una edición fabulosa y que, además, cuenta con las ilustraciones originales de Michael Foreman.

Cuentos para reír y aprender

Ubicados dentro de la colección “Cuentos Universales” los relatos que alberga esta recopilación dan un giro de 180º a los cuentos de hadas clásicos: Terry Jones bebe de éstos pero los reinventa, adaptándolos al estilo travieso e indómitamente irónico que caracteriza todo su trabajo, remitiendo al lector adulto y conocedor de su trayectoria a su época en los Monty Python.

El autor pone su extraordinaria imaginación al servicio de las más disparatadas aventuras y situaciones, creando así un sinfín de escenarios y personajes diferentes. Sus historias son sorprendentes y con finales inverosímiles. Entre sus pintorescos protagonistas, encontramos a seres indefinidos que pilotan a gatos voladores dentro de “El Tarambana”, demonios maléficos comedores de niños en el relato titulado “El rey volador” u ogros lentísimos y glotones como el de “El ogro requetelento”.

Desde el título hasta el desenlace, los cuentos de Jones se caracterizan por provocar sonrisas y carcajadas en aquellos que los leen. Pese a lo desternillante de las escenas y los personajes, en todos ellos se vislumbra una sutil ironía que invita a una segunda lectura.

El escritor no deja pasar la ocasión de aleccionar a los niños, de una forma simpática y amena, sobre los grandes problemas inherentes a la humanidad. Nos habla del egoísmo y sus consecuencias en “La canción que daba la felicidad”, del exceso de vanidad en “El espejo que todo lo mejoraba”. También señala la importancia de valorar a las personas y no royal vegas casino a los objetos en “El viejo ojiplático” y razona la necesidad de preservar y conservar nuestro planeta como el único hogar que tenemos en “El armarito de cristal”.

Fantasía para explicar

Sirviéndose de la fantasía Jones consigue, tal y como señalamos, destacar todas las cualidades más hermosas del ser humano y aquellos comportamientos que lo convierten irremediablemente en la criatura más mezquina y malvada de la faz de la tierra. Para ello, Jones no confecciona historias dulcificadas sino que todas ellas tienen un matiz perverso bastante acusado. De ningún modo son textos desagradables o poco aptos para los niños pero, al contrario que otros escritores contemporáneos, Jones sigue el estilo del cuento clásico y no oculta a sus jóvenes lectores el lado menos apacible de la realidad.

Así, en sus historias a veces los buenos no ganan, ni tampoco llegan a corregirse los malos hábitos, como en “Teodoro y Doroteo”, cuyos hermanos protagonistas no aprenden a tolerar sus diferencias ni siquiera después de pasar por un montón de desastres juntos como quedarse atrapados en una isla desierta y sobrevivir a una erupción volcánica. Tampoco el arenque de “Un pez de mundo” tiene demasiada buena suerte, pues después de haber dado la vuelta al globo sus conocimientos y vanidad no le evitan acabar entre las redes de un pescador. Ni los tres príncipes del cuento “La llave”, enamorados de la misma princesa y destinados a no poder conseguirla nunca o el monigote de trigo del cuento del mismo nombre, que por hacerse la víctima e intentar inspirar lástima a unos granjeros acaba calcinado; eso sí, en el mejor sitio de la casa.

Optimismo y buen humor

Pese al componente “árido” de los cuentos de Terry Jones, el autor imprime a sus textos una dosis de buen humor y optimismo que funciona como contrapeso perfecto. Los finales felices e hilarantes hacen que sus relatos sean deliciosos, y de todos ellos (incluso de aquellos con desenlaces no tan felices) el lector puede sustraer ideas positivas sobre lo extraño y fabuloso que puede resultar el mundo.

También la magia y la fantasía tienen un componente muy importante en los cuentos del autor, y en ellos se combinan los elementos fantásticos más inverosímiles con las historias cotidianas que el niño puede relacionar fácilmente con su día a día. Duendes, piratas fantasmas, castillos encantados, caballos danzarines y perros acróbatas pueblan las páginas de este libro, derrochando imaginación y transmitiendo un mensaje esperanzador: haciendo uso de la imaginación todo puede suceder.

Acuarelas coloristas

Las hermosas y numerosas acuarelas con las que Michael Foreman ilustra los textos de Terry Jones son el complemento indispensable a la lectura. Coloreadas en tonos vivos y alegres, el ilustrador inglés idea para cada cuento escenarios fantásticos que ayudarán al pequeño lector a introducirse en las historias y revivirlas con cada lectura.

Agradables personajes con caras simpáticas, paisajes exóticos y un bestiario amplísimo son los componentes que consagran a Foreman como un ilustrador con estilo propio muy marcado. El artista ha ilustrado todos los relatos para niños de Jones y, además tiene un amplísima bibliografía en solitario y en colaboración con otros autores.

En definitiva “El rey atolondrado y otros cuentos estrafalarios” es un libro ideal para que los niños disfruten y aprendan mientras leen. El formato de relato corto y las atractivas ilustraciones de Foreman procuran descanso durante la lectura y los brillantes textos, de lenguaje claro e ingenioso (destacamos el gran trabajo del traductor de esta edición, Carlos Mayor) lo convierten en una selección de cuentos deliciosos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *