La llave del Alquimista

Gracias a la editorial Siruela nos llega “La llave del Alquimista”, una novela de misterios, magia y nigromantes que transporta a los lectores a la Venecia actual. Una obra literaria hecha guía turística para adentrarnos en las entrañas de la ciudad italiana.

Cristina Brambilla presenta la historia de Lucilla y su padre Giulio, un alquimista en busca de un talismán escondido en las calles de Venecia. La joven de 13 años se ve involucrada de forma involuntaria en la búsqueda emprendida por su padre. Sin embargo, no estará sola, su vecina y una gárgola le acompañan en esta increíble aventura.

Un talismán escondido

Lucilla vive en Milán con su padre Giulio, un hombre demasiado sumergido en su trabajo personal. Llevan una vida tranquila hasta que su progenitor decide mudarse a Venecia. Sin alternativa para una joven de 13 años, Giulio le arrastra en la mudanza dejando atrás a la madre de Lucilla, ingresada en estado de coma desde hace algún tiempo.

Giulio es químico, sin embargo la empresa para la que trabajaba le despidió hace meses por no cumplir con su deber. Sólo se centra en la búsqueda de la “clavícula de Salomón”: un talismán que resucita a los muertos y desafía las leyes de la naturaleza.

Tras conocer que se ubica en Venecia, obliga a su hija a mudarse con él.

Al poco tiempo de llegar a la ciudad Giulio desaparece y es Ruth, su vecina, quien se tiene que hacer cargo de ella. Durante ese tiempo Lucilla descubre que en su desván habita una gárgola de piedra, a la que ella bautiza como “Ploc”, y dice ser el ayudante de su padre. “Ploc” le desvela que Giulio no era un simple químico, si no un Alquimista en busca de un poderoso talismán.

Lucilla emprende la búsqueda de su padre con la ayuda de “Ploc” y Ruth. Los conocimientos y secretos que sus nuevos amigos le van desvelando se convierten en piezas clave en esta aventura.

Tras encontrar a Giulio convertido en piedra, Lucilla debe comenzar otra investigación y encontrar la clavícula de Salomón para poder salvar a su padre. Sin embargo, las calles de Venecia esconden más secretos. No se puede confiar en todo el mundo y Lucilla debe aprender a diferenciar alquimia de realidad.

La llave de Cristina Brambilla

El sello Siruela nos trae a España la primera obra de Cristina Brambilla, una historia ambientada en la capital del Véneto y enfocada a lectores jóvenes con mucha imaginación.

Del argumento cabe destacar que, pese a estar catalogado para lectores de entre diez y doce años, la obra aporta datos que pueden resultar desconocidos a esa edad. Un ejemplo de ello es la repetida mención a Nabucodonosor (rey de Babilonia entre los años 1125 y 1103 a.C.) o a la “clavícula” o “llave de Salomón”. A pesar de que actualmente se cuente que fuera un grimorio y no un talismán.

La historia, narrada en tercera persona al relatar las vivencias de Lucilla y en primera cuando es el turno de la gárgola, puede llevar a confusión y resultar algo molesto a lo largo de la obra. Éstos cambios de narrador se diferencian únicamente por un mayor espacio entre párrafos y por la utilización de una fuente diferente al inicio del primero.

Por el contrario, Bambrilla nos relata las aventuras de Lucilla y sus amigos de forma limpia y sencilla. Con un historia y un estilo adaptado a lectores jóvenes, apuesta por presentarnos una Venecia desconocida.

La autora nos adentra en la ciudad para contarnos los secretos que esconde esta historia, nos acerca los rincones menos frecuentados de la ciudad de los canales y nos involucra en la búsqueda del talismán escondido.

Por otra parte, Cristina Brambilla trata de introducir algunos puntos de romanticismo en la obra. La fascinación que empieza a sentir Lucilla por uno de los personajes, típico de su edad, o la evolución de “Ploc” en cuanto a los sentimientos por la joven, odiándola primero y encariñándose con ella a medida que transcurre la historia, son algunos de los ejemplos que podemos encontrar.

Es probable que la autora haya tratado de introducir una segunda trama romántica en la historia. Manteniéndola en segundo plano para no involucrarla directamente con la trama principal y evitando mezclarlas.

 La aventura continúa

En esta ocasión para el diseño de la portada, la editorial Siruela, ha contado con la ayuda de María Espejo. Una creadora española que ha coloreado, entre otras, ilustraciones para libros de textos y cuentos de Oscar Wilde. Espejo ha dibujado a dos de las piezas claves de esta obra: Ploc y Lucilla sobre un puente veneciano.

Estamos seguros de que los lectores se sumergirán en lo que la editorial Siruela ha bautizado como “la aventura más emocionante que los canales venecianos hayan visto”. Tanto es así, que las aventuras de Lucilla no terminan aquí. En Italia ya cuenta con una segunda parte, “La llave del Alquimista: los 7 demonios de Venecia”, donde relata la historia desde que salvan a Giulio y éste decide invocar un ejército de demonios para hacerse con el talismán. “Ploc” y Lucilla volverán a encontrarse entre los canales venecianos para impedir que el alquimista despierte a los seres del inframundo.

En El Mar de Tinta creemos firmemente en esta autora y esperamos que pronto podamos contar con la segunda parte de la historia. Una lectura especial que ayudará a despertar la imaginación de los lectores más jóvenes.

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