Me encontrarás en el fin del mundo

El sello editorial Espasa nos trae otro título del francés Nicolas Barreau, autor de “La sonrisa de las mujeres”. En esta nueva novela, Barreau sigue jugando con los tópicos, dando forma a una nueva comedia romántica adornada por el seductor ambiente parisino.

Si ya han leído “La sonrisa de las mujeres” y lo encontraron entrañable y divertido, les recomendamos que esta vez no corran raudos a las librerías a por este libro. Y si lo hacen, espacien las lecturas con otros títulos de género más complejo. Así, evitarán darse de bruces con un argumento demasiado (en nuestra modesta opinión) manido y evidente.

Seducción por correspondencia

En “Me encontrarás en el fin del mundo” Barreau presenta a Jean-Luc Champollion, galerista de arte residente en París. Nuestro protagonista es apuesto, tiene un trabajo agradable que le entusiasma y, además, éxito con las mujeres.

Como soltero, disfruta de una existencia apacible acompañado por su fiel dálmata Cézanne. Sin embargo, un buen día, Jean-Luc descubre en su buzón una misteriosa y sorprendente misiva: una seductora desconocida le ha escrito una carta de amor. En ella, propone al hombre que inicien una correspondencia por e-mail.

Jean-Luc intrigado y a la vez atraído accederá a un juego que pone patas arriba su vida, tratando de descubrir la verdadera identidad de esta enigmática remitente.

¿Otra vez?

Aunque comprendemos las posibles motivaciones que llevaron al autor parisino a escribir la historia de Jean-Luc Champollion, creemos que en esta ocasión Barreau tendría que haber optado por sorprender al lector.

Es cierto que la literatura considerada chick-lit no ofrece demasiadas sorpresas, pues en sus argumentos, suele ser todo bastante evidente. Sin embargo, las lectoras aficionadas al género sí se merecen, al menos, originalidad. Desafortunadamente, en “Me encontrarás en el fin del mundo” esta agradecida cualidad brilla por su ausencia.

La trama desarrollada por el escritor, el romance por correspondencia que Jean-Luc vive, es un tema más que tratado. Desde el Cyrano que acertadamente cita en sus páginas, pasando por obras cinematográficas clásicas como el “Bazar de las sorpresas” (Ernst Lubitsch, 1945) o su remakeTienes un email” (Nora Ephron, 1998), adaptado a la vida moderna e incluso más parecido si cabe a la obra que ahora nos atañe. Y si indagásemos con más ahínco, probablemente encontraríamos más títulos con incuestionables similitudes a “Me encontrarás en el fin del mundo”.

No es problema de que el libro esté mal escrito, o que no entretenga lo suficiente. Sin embargo, su desarrollo es tan previsible que el lector acabará perdiendo el interés por la historia, lo que evitará que pueda emocionarse o empatizar con sus personajes.

París, conquistadora

Igual que en “La sonrisa de las mujeres”, Nicolas Barreau recurre a la capital francesa como escenario perfecto para el romance. Lo que nos pareció la guinda del pastel en su anterior novela, ahora ya se nos antoja una apuesta segura.

El encanto de París es indudable, y que el autor nos pasee por sus calles y cafés resulta delicioso. No obstante, al ser la única baza firme del libro y habiéndola utilizado ya en “La sonrisa de las mujeres”, es un poco repetitivo.

Lo que pretende hacer Barreau en sus novelas es trasladar las comedias románticas americanas a un escenario más europeo, su hogar y ciudad natal, adaptándolas a un punto de vista francés. Del mismo modo que autores como Marian Keyes con sus ambientaciones irlandesas, o Helen Fielding en Inglaterra.

¿Qué esperamos de una novela chick-lit? Ante todo entretenimiento ligero y, a ser posible, disfrutar de una historia romántica diferente. Todo eso lo encontramos en “La sonrisa de las mujeres”, además de un escenario de ensueño. Escenario que podría haber sido un éxito en este último libro, si no contara con un argumento tan poco original.

Un toque menos naïve

Analizando un poco más el libro, observamos que para la ocasión, Nicolas Barreau trata de imprimir a su obra menos candidez y más picardía. Que el protagonista sea un hombre, y además un poco “don juán”, aporta un tono jocoso a las distintas situaciones, ayudando a aligerar la lectura.

En general, “Me encontrarás en el fin del mundo” no es un libro de lectura pesada (del mismo modo que no lo fue «La sonrisa de las mujeres»). Su brevedad, y el estilo sencillo de Barreau son puntos a su favor. Tampoco sus personajes dejan que desear: sin ser complejos ni profundos,  resultarán divertidos al lector.

Historias más elaboradas

Como indicábamos al inicio de esta reseña, recomendamos que los lectores interesados en ambas obras, las espacien. Utilícenlas de entremés y, a ser posible, inviertan el orden, leyendo primero “Me encontrarás en el fin del mundo” y después “La sonrisa de las mujeres”. Si el primero les parece un poco insípido, el siguiente seguro que les deja mejor sabor de boca. Cuando menos, más divertido.

Ambos títulos los edita Espasa (luciendo portadas demasiado parecidas) con formato de tapa blanda muy manejable.

Esperemos que para su próxima novela, Barreau opte por una historia más elaborada, esmerándose en encontrar el punto justo entre el romance, la comedia y la originalidad. ¿Quién sabe? A lo mejor a la tercera va la vencida.

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