Nekromanteia: rituales de los muertos

La muerte no es un tema agradable. A pesar de ser  una de las pocas cosas capaces de igualarnos a todos, preferimos por lo general mantenerla apartada de nuestra mente. Ahora bien: existen personas que pueden llegar a obsesionarse con aquello que nos aguarda después de la vida. Y sus obsesiones pueden cobrar diversas formas, desde la enfermiza necrofilia a la temible nigromancia.

La figura del nigromante es un elemento recurrente en la literatura fantástica. Se trata de un personaje que, habitualmente, es capaz de comunicarse con los muertos y extraer información de los mismos. Pero también puede poseer una habilidad más aterradora: atar a los espíritus de los difuntos para obligarles a servirle, ya sea animando el cuerpo que acaban de abandonar, ya sea introduciéndose en el interior de una persona todavía viva para provocarle terribles sufrimientos.

Un hombre atormentado

Etham Loss es un poderoso nigromante obsesionado con  invocar el espíritu de Mara, su amante suicida. Sin embargo, por más que lo intente, los rituales practicados por Loss no surten efecto, sumiéndole en un estado lamentable del cual no parece ser consciente (o que, en todo caso, no parece importarle lo más mínimo).

Mientras el nigromante se arrastra por una ciudad gris azotada por una lluvia casi constante, extraños acontecimientos comienzan a tener lugar. Su antigua maestra fallece en extrañas circunstancias y los muertos empiezan a resucitar y a vagar tratando de acabar con cuanto ser humano vivo se cruce en su camino, mientras una suerte de ángel caído se dedica a exterminarlos.

Y, en el centro de todo, otro nigromante inmortal con un poder enorme aparecerá en la vida de Loss con oscuras intenciones. Así, el protagonista de “Nekromanteia: rituales de los muertos” deberá enfrentarse con el horror desatado por un adversario tan tremendamente peligroso que quizá se vea obligado a pagar un alto precio para lograr sobrevivir.

Vida de un antihéroe

Es difícil, realmente difícil, sentir algo parecido a la simpatía por Etham Loss. Y ello no se debe a su peculiar ocupación, sino a un conjunto de defectos que le convierten en uno de los antihéroes más oscuros de cuantos conocemos en El Mar de Tinta.

Loss es un ser obsesivo, hasta el punto de olvidarse de cuestiones tan básicas como alimentarse (aunque no faltan momentos en la novela en los cuales alivia su sed con alcohol). También es profundamente antisocial, y siente un desprecio absoluto por sus semejantes, a quienes contempla como meras herramientas o futuros proporcionadores de espíritus que controlar.

El egocentrismo, la carencia de empatía y una cierta crueldad también son características de la personalidad del protagonista de “Nekromanteia: rituales de los muertos”. Y si sumamos a tal cúmulo de “virtudes” el ambiente por el cual evoluciona Loss (una ciudad oscura, sucia y claustrofóbica), no resulta complicado aventurar que nos encontramos ante una novela no apta para lectores interesados en héroes más “tradicionales”.

Sobre espíritus e invocaciones

Uno de los aspectos más interesantes del libro de Daniel P. Espinosa es la minuciosidad con la cual realiza las descripciones de las invocaciones y rituales llevados a cabo por Etham Loss. En un interesante apéndice, el autor enumera los diversos grimorios reales ( “Las llaves del rey Salomón”, “Lemegeton”, “Filosofía oculta”, etcétera) y libros de referencia (“Sobre el Cielo y sus maravillas y sobre el Infierno, de cosas oídas y vistas” de Emanuel Swedenborg, “El libro de los espíritus” de Allan Kardec) que ha consultado para escribir “Nekromanteia: rituales de los muertos”. Obras cuya atenta lectura le ha permitido imbuir de un agradecido aire de verosimilitud a su novela.

En lo que a los espíritus se refiere, Espinosa ha llenado la obra que nos ocupa con una amplia diversidad de seres cuya existencia, en algunos casos, ignorábamos por completo. Así tenemos espectros, sombras, parásitos y larvas, siendo estas últimas entidades las más peligrosas y aterradoras. También encontrará el lector en el apéndice antes mencionado una definición concreta de cada tipo de ente espiritual.

Una novela diferente

La Línea Z de Dolmen se caracteriza por permitir a sus autores desarrollar historias muy diferentes (siempre y cuando cuenten con zombis en sus páginas, por supuesto). Y, si bien hay novelas sumamente originales en la colección, estas suelen ser minoría frente a libros con argumentos más “convencionales”.

“Nekromanteia: rituales de los muertos” destaca entre las obras que huyen de la narración clásica con muertos vivientes. No se trata de una novela de lectura fácil, y su desarrollo no es ciertamente ágil, pero está escrita con un estilo muy cuidado y consigue que acabemos enganchados a las desventuras de uno de los personajes más complejos de cuantos nos ha dado la reciente literatura de género en nuestro país.

Mención especial merece la magnífica ilustración de portada del libro, obra de Daniel Expósito. Acostumbrados a trabajos de corte genérico, resulta muy agradable contemplar una imagen que retrata a la perfección a uno de los personajes más relevantes de la novela.

“Nekromanteia: rituales de los muertos” es una obra tan compleja como fascinante. Es posible que no satisfaga a quien busque zombis clásicos, aunque sin duda sorprenderá gratamente a aquellos lectores con mayor amplitud de miras que estén dispuestos a internarse en la oscuridad que invade, a todos los niveles, el libro de Daniel P. Espinosa.

2 respuestas a «Nekromanteia: rituales de los muertos»

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