Petite mort

De un tiempo a esta parte, parece que la capacidad de los seres humanos para no escandalizarse ante las atrocidades cometidas por sus semejantes crece sin cesar. Quizá los medios de comunicación, ayudados por las redes sociales, tengan buena parte de culpa por el aumento de nuestro umbral de tolerancia ante la violencia y la crueldad.

De forma paralela a las masacres que alimentan los noticiarios televisivos a todas horas, el cine ha ido evolucionando para ofrecer al público espectáculos sólo aptos para estómagos a prueba de bomba. Y en el ámbito cinematográfico, la cima de lo escabroso la ocuparían las películas snuff, aquellas en las cuales se registran violaciones y torturas que acaban con la muerte de quienes las sufren. Afortunadamente, a día de hoy tal subgénero fílmico pertenece al campo de las leyendas urbanas. O, al menos, eso es lo que nos gustaría creer a la mayoría.

Un encargo muy especial

Cuando su mujer le abandona, llevándose con ella a sus dos hijos, Eduardo Sylber se sume en una profunda depresión de la cual le rescata la más improbable tabla de salvación: el porno. Consumidor compulsivo en un principio, Eduardo acabará convirtiendo la venta de material pornográfico en su fuente de ingresos, evolucionando con los tiempos del pirateo de cintas VHS al de DVDs. Con un amplísimo catálogo en el cual se incluyen todo tipo de categorías sexuales (salvo las relacionadas con la pedofilia), su negocio ilegal le permite satisfacer las necesidades de una clientela tan amplia como variada.

Sin embargo, la apacible y monótona existencia de Eduardo se verá trastocada cuando reciba un encargo imposible. Un misterioso personaje le ofrecerá una enorme cantidad de dinero a cambio de una película snuff. Tras considerar que se trate de una broma, el vendedor de pornografía no tardará en comprender que se encuentra ante alguien muy peligroso, dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de satisfacer sus deseos. Así, Eduardo se enfrentará al mayor problema de su vida: debe conseguir un filme inexistente antes de que, al vencerse el plazo impuesto por su cliente, éste tome terribles represalias contra él y los suyos.

Elementos didácticos

Uno de los aspectos más peculiares de “Petite mort” es la forma en la cual está construida la novela. Tenemos varios capítulos narrados por Eduardo Sylber o por un narrador omnisciente, los cuales se alternan con artículos, entrevistas, trabajos universitarios y hasta un capítulo escrito en forma de guión cinematográfico. La cuestión es que, insertos en la narrativa, encontramos textos que permiten a Matías Bragagnolo poner en antecedentes al lector profano y ofrecerle información sobre los dos pilares que sustentan a la novela: el porno y las películas snuff.

En el primer capítulo, el propio Eduardo se explaya sobre las numerosas variantes del género pornográfico, abarcando toda suerte de parafilias (a cual más sorprendente). A continuación, en un artículo titulado “Industria nacional” conoceremos las peculiaridades de la industria pornográfica argentina. Finalmente, “La muerte y el cine contemporáneo” es un extenso y documentado trabajo centrado en las películas supuestamente snuff (como el filme de culto “Holocausto caníbal”), en aquellas que las incorporan en su guión (destaca “Tesis”, la obra maestra de Alejandro Amenábar) y en diversas cintas que recopilan desde suicidios a ejecuciones (como las que componen la serie “Faces of Death”).

Una idea inquietante

Se dice que el dinero no da la felicidad, pero nadie puede negar que contar con un buen patrimonio facilita enormemente la vida y permite hacer realidad nuestros deseos. El problema surge cuando la naturaleza de dichos deseos refleja la total ausencia de moral de quien los tiene. Y lo cierto es que, en la época en la cual nos ha tocado vivir, no resulta excesivamente difícil plantearse la posibilidad de que haya, en algún lugar del mundo, personas capaces de pagar enormes sumas para satisfacer sus ansias de contemplar actos que repugnarían a cualquier persona en sus cabales.

En “Petite mort”, Matías Bragagnolo retrata con maestría a alguien así: un ser amoral, mentalmente enfermo y extremadamente peligroso. Un hombre que, para experimentar placer, se ve obligado a ir cada vez un paso más allá en un camino de depravación cuyo destino final, al parecer, es contemplar una película snuff. Y si tal película no existe, exige que se realice para saciar su sed de sexo y violencia. Esa es la prerrogativa que, a su juicio, le proporciona contar con una fortuna a su disposición, permitiéndole disponer de un grupo de violentos lacayos dispuestos a hacer cualquier cosa para contentar a su generoso patrón.

Un excelente debut

“Petite mort” es la primera novela de Matías Bragagnolo, y en El Mar de Tinta consideramos que el autor argentino ha dado forma a una obra fascinante, en la cual desarrolla un tema poco tratado en castellano (si bien, recientemente, Nieves Abarca y Vicente Garrido hicieron lo propio en “El hombre de la máscara de espejos”). Debemos advertir, eso sí, que la crudeza de algunas imágenes puede resultar excesiva para la sensibilidad de determinados lectores.

Lamentablemente, “Petite mort” no está a la venta en España (aunque no nos sorprendería demasiado que algún editor avispado se hiciese con los derechos para publicar la novela en nuestro país). No obstante, Bragagnolo está a disposición de sus lectores en su perfil de Facebook, de manera que quien desee adquirir un ejemplar de su libro puede contactar con él por esa vía. Les garantizamos que no se arrepentirán.

2 respuestas a «Petite mort»

  1. Gracias por tus amables palabras, Fede. Te aclaro que este no es «mi blog». Soy tan sólo uno de los muchos redactores con los que cuenta El Mar de Tinta.

    Me alegra mucho que los libros de Del Nuevo Extremo vayan a estar disponibles en España. Seguro que contaréis con un buen número de lectores interesados por estas tierras.

    Un abrazo.

  2. ¡Hola José!
    Soy Community Manager de Del Nuevo Extremo. Pasaba por tu blog primero para agradecerte por esta reseña. También quería comunicarte que muy pronto van a poder encontrar nuestros libros por España ya que muy pronto llegará dNX España, así que pronto encontrarán este y otros títulos por allá.

    ¡Saludos desde Argentina!
    Federico

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