Tiempo Extraño

Los amantes de la novela de terror están de suerte, pues recientemente se ha publicado la traducción del último libro de relatos del prolífico Joe Hill. “Tiempo Extraño” es una antología indispensable en las estanterías, donde tienen cabida esas historias escalofriantes, tan cercanas a la realidad que quitan el aliento. En definitiva, es una forma elegante de confirmar, tras un estilo narrativo sorprendente, la solidez de los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.

Gracias a Nocturna Ediciones, en cuyas colecciones siempre prima la variedad, podemos disfrutar de la traducción hispana de esta obra, la cual ha llevado a cabo Pilar Ramírez Tello. De esta manera, se nos permite acercarnos más a uno de los autores mejor consolidados del género, que se ha hecho un hueco bien merecido entre las voces más importantes en la literatura norteamericana. Para quienes son admiradores de Hill, este libro supone una buena pero fragmentada dosis de su mejor trabajo. Con todo, para los que aún no lo conocen, será una trampa adictiva, donde podrán descubrir una manera de crear terror que se aleja de los arquetipos más convencionales de este tipo de relatos.

Terror en estado puro

«Tiempo Extraño» (Strange Weather en el original) es una obra que gira alrededor de la meteorología. Cada uno de los cuatro relatos que componenel volumen está relacionado con algún aspecto sobre el tiempo, ese ente que condiciona la vida del planeta, pese a que este hecho quede olvidado y relegado por otras entidades naturales. Joe Hill, por su parte, quiere recuperar la fuerza destructora y arrolladora de la naturaleza como el hilo conductor de sus historias, poniendo énfasis en el miedo, la incertidumbre y el peligro que supone hacer caso omiso de las señales que ésta brinda cada día.

Por supuesto, la fantasía oscura y la ciencia ficción cobran gran importancia en esta antología, como en toda la producción literaria del norteamericano, puesto que a través de ambos prismas es capaz de contar sus ideas sin ningún tipo de limitación, lo que da mucha más solidez al terror casi inherente de las situaciones que relata. Paradójicamente, y bebiendo de un estilo casi heredado de sus padres, Hill es capaz de hacer realista y cotidiano lo más inverosímil, profundizando en las emociones humanas con una soltura que cautiva y estremece, a partes iguales.

Los cuatro puntos cardinales de la antología

Las vivencias de Michael Figlione abren la sucesión de historias en «Instantánea» (Snapshot), el primer relato de la antología. La atmósfera más clásica de terror impregna toda la narración ambientada en Cupertino, donde el Hombre de la Polaroid hace estragos, tomando fotos para robar recuerdos. La clásica pugna entre niños y monstruos, con la actuación estelar de los adultos, que brilla realmente por su ausencia, es una fórmula que parece no envejecer dentro de los estereotipos del género. No obstante, Hill le da su toque personal, demostrando que los viejos clásicos se pueden renovar de maneras insospechadas.

Con esta última idea nos trasladamos a «Cargado» (Loaded), donde el fanatismo norteamericano por las armas está presente desde el principio del relato. Una reportera afroamericana, un encargado de joyería y un ex militar son los tres personajes que se turnan en la historia menos fantásticas de las cuatro del libro. De hecho, los elementos realistas son la herramienta del autor para horrorizar, hasta llegar a un final que no dejará indiferente al lector.

Por su parte, «Aire»(Aloft) rompe con todos los tonos solemnes y amenazadores de las narraciones anteriores, presentándonos la historia de la superación personal que lleva a cabo Aubrey. Un salto en paracaídas, empujado por el pánico de la acrofobia (es decir, el miedo a las alturas), acabará de una manera distinta cuando aparece una misteriosa entidad de apariencia alienígena. Los elementos fantásticos dan paso a la emoción humana en una narración muy diferente al resto, pero tremendamente emotiva.

Una de las conmociones afectivas humanas que tienen hueco entre las páginas del libro es la desesperación. En Lluvia (Rain), el relato que magistralmente cierra la antología, Hill explota este recurso a través de la mirada de Honeysuckle. La joven atestigua el fin del mundo que conoce cuando comienza a llover relámpagos cristalizados, asesinando a su pase a parte de la población. La brutalidad de la situación, así como la impotencia de que el conocimiento no sirve para paliar los problemas derivados, embebe cada una de las páginas. De esta manera, Joe Hill crea un sentimiento de desasosiego que, indiscutiblemente, llega al lector de manera violenta y turba sus expectaciones, hasta el final donde se explica cada detalle de esta nueva condición del planeta.

Estilo propio

Una de las razones por la que Joe Hill empezó a publicar bajo seudónimo, pues su verdadero nombre es Joseph Hillstrom King, deviene de la inquietud de desvincularse del éxito literario de su familia. No obstante, pese a que se intuye la influencia de sus padres Stephen y Tabitha King, reconocidos escritores de los géneros fantástico, ciencia ficción y de terror, Joe ha conseguido desligarse de ambos con un estilo personal incontestable, y «Tiempo extraño» es prueba de ello.

Cada historia dentro de esta recopilación es única en detalles y tratamiento, no solo por sus temas, sino también por la diversidad de recursos literarios que usa Hill para dotar a la pieza de un alma única. ninguna está contada de la misma manera y el ritmo es bastante diferente cuando se pasa de una narración a la siguiente. Sin embargo, esto no es un problema para deleitarse con cada nuevo personaje, con cada nueva escena.

Ya sea tomando el libro de continuo o disfrutando por separado cada uno de los relatos, desde El Mar de Tinta recomendamos darle una oportunidad a esta antología tan especial, que promete remover un desasosiego casi gozoso dentro de cada lector. Joe Hill siempre es una apuesta segura para disfrutar del terror más contemporáneamente clásico.

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