Maravillas

Seguimos poniéndonos al día con las últimas incorporaciones en el catálogo de SM y, entre ellas, destacamos “Maravillas”, por Brian Selznick. En la tónica de “La invención de Hugo Cabret”, Selznick vuelve a imbricar ilustraciones y narración en una historia hermosa, elegante y con el fulgor de lo clásico. Desde El Mar de Tinta recomendamos este título encarecidamente.

Es un verdadero placer (y un alivio) toparnos, de vez en cuando, con títulos juveniles como “Maravillas”. Nos recuerdan que todavía quedan autores cuyo trabajo destaca por su originalidad y buen hacer. Nos demuestran, una vez más, que la literatura infantil y juvenil no debería estar reñida, en ningún caso, con el talento y el esmero.

Dos protagonistas, dos historias

En “La invención de Hugo Cabret”, Brian Selznick se ganó con creces los elogios por parte de la crítica. Tras la adaptación del libro a la gran pantalla de la mano de Martin Scorsese, los que albergaban alguna duda sobre este título, quedaron al visionarla más que convencidos.

Repite el autor su peculiar método de contar historias apoyándose en ilustraciones y, en El Mar de Tinta, no podríamos estar más satisfechos con el resultado: “Maravillas” es un verdadero deleite.

En ella, el autor presenta a Rose y Ben, dos personajes separados por el tiempo y el espacio pero con más en común de lo que a primera vista puede suponerse: ambos desearían que sus vidas fueran diferentes. Cuando el niño encuentra un libro sorprendente en la habitación de su madre y Rose descubre un titular en un periódico, cada uno emprenderá un viaje hacia la gran ciudad de Nueva York en busca de respuestas.

Trazos y letras

Los paralelismos pueblan esta novela de Selznick, en dos tramas que se entralazan elegantemente, con páginas de texto y de ilustraciones a lápiz. Su lectura resulta muy placentera, y las páginas dibujadas, además de proporcionar un respiro al lector, invitan a detenerse a observar, mientras la historia continúa.

Las ilustraciones no se limitan a contextualizar el texto, sino que son parte fundamental para comprender la historia, haciendo al lector avanzar en la trama del libro. Es lo curioso e interesante del trabajo de este escritor: consigue un híbrido perfecto entre libro ilustrado y novela gráfica.

Con “Maravillas”, el autor demuestra una vez más su dominio de las dos artes (pintura y escritura) y, asimismo, embarca al lector en una aventura conmovedora y sutil, que nos habla de la vida, la superación personal y la pasión por aprender.

La importancia de transmitir valores

En su anterior obra ya mencionada, Brian Selznick realizó su particular homenaje al séptimo arte. En el título que ahora nos atañe, el escritor se centra en los museos y su importancia histórica. Es posible que los jóvenes de hoy día no sientan demasiado interés por estos edificios, pero Selznick tiene a bien recordar en su novela la trascendencia de atesorar las maravillas de nuestro planeta para que la Historia se perpetúe en el tiempo.

En cada una de las páginas de “Maravillas”, se observa el amor que siente el autor por el coleccionismo y el aprendizaje. En los agradecimientos incluidos al final de la obra, Selznick afirma haber realizado un extenso trabajo de documentación para ambientar la novela, analizando los museos que en ella aparecen, como el Museo de Historia Natural de la ciudad de Nueva York.

Cabe destacar que Selznick introduce en su historia (además de su fascinación por los museos y los antiguos gabinetes de curiosidades), el tema de la sordera, y lo hace con delicadeza y sensibilidad.  Desde Ben y Rose, Selznick plantea las dificultades a las que se enfrentan los sordomudos día a día. Con “Maravillas”, el escritor norteamericano homenajea a todas las personas que sufren discapacidades físicas pero no se rinden, y a aquéllas que lucharon para hacerles la vida más sencilla. Este punto, presente en toda la obra, es lo que la convierte en especial.

Entorno mágico

Por lo tanto, “Maravillas” no es tan sólo un  entretenimiento más que recomendable, sino que los jóvenes lectores disfrutarán mientras se conciencian sobre temas de trascendencia social. Aunque nada de fantástico tiene la historia de Selznick (ambientada en la Norteamérica de los años 20 y 70), los escenarios donde transcurre la acción, el simbolismo de la trama con los rayos y las tormentas, los sueños… todo ello destila calidez y magia, cualidades que a los lectores adultos les traerá reminiscencias de los clásicos de siempre.

En los agradecimientos finales, el autor realiza un listado detallado de los documentales, viajes, etc. que avivaron la chispa de “Maravillas”. Del mismo modo, no muestra ningún reparo en indicar los títulos de las obras en las cuales se inspiró para escribir su novela, demostrando de nuevo su respeto por los autores clásicos y un buen hacer que se echa en falta a menudo en escritores contemporáneos.

No podemos concluir esta reseña sin mencionar la magnífica labor realizada por el equipo editorial de SM, tanto por el formato escogido para el volumen (en tapa dura, sobrecubierta y papel de buena calidad), así como por el trabajo de traducción, a cargo de Ana H. de Deza. Esperamos que podamos disfrutar muy pronto de la llegada a España de otros títulos de  Brian Selznick, como «The Houdini Box» y «The Robot King«.

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