Memorias de una suegra

Siruela rescata una obra clásica deliciosa. “Memorias de una suegra”, publicada en 1875, es una maravillosa sátira a cargo del polifacético escritor George R. Sims. Una delicada e irónica defensa de las mujeres más odiadas de la historia: las suegras.

El estilo atemporal de George R. Sims hace que “Memorias de una suegra” pueda ser disfrutada hoy como hace cien años. La ironía y el humor se dan la mano en una amena defensa en forma de diario. Una auténtica delicia para el paladar con una maestra de ceremonias inolvidable. La incombustible Jane Tressider es desternillante desde el principio.

Las vilipendiadas

La buena señora Jane Tressider, amante esposa y madre de nueve hijos, vive una apacible vida hogareña en el Londres eduardiano. Su marido es un elegante trabajador de la city y sus pequeños se han criado bien y felizmente. Pero algo en su vida va a cambiar para siempre cuando de modélica madre se enfrente a una nueva “etiqueta”, la de suegra.

Cuatro de sus hijos contraen matrimonio y ahora, la señora Tressider se ve obligada a servir de modelo para sus nueras e hijas, y mantener asi la felicidad familiar. Sin embargo, pronto se da cuenta de que no es tarea fácil. Llevar su propio hogar y el de sus hijos es un trabajo a tiempo completo, no exento de problemas y malentendidos. Y es ahí donde choca Jane con la realidad. Ella cree estar haciendo un favor a sus hijos pero el papel de suegra no parece desarrollarse satisfactoriamente. La razón: la incomprensión hacia las sufridas suegras.

Ante esta nueva coyuntura en la vida, Jane Tressider se embarca en un viaje literario con un único objetivo, demostrar que las suegras no son el enemigo, sino alguien dispuesto a ayudar en la felicidad conyugal.

[quote]“Las suegras hemos sido siempre unas incomprendidas, y supongo que siempre lo seremos. Nadie ha expresado jamás con rigor su postura. Eso es lo que yo intento hacer aquí… he decidido defender la causa de la más maligna de las razas sobre la faz de la tierra”[/quote] 

Las suegras y otros “demonios”

La suegra, ese personaje que en la literatura y el cine ha dado tanto juego, entre mofas y chanzas. Un ser odiado y despreciado, calumniado…Con razón o sin ella. A aquí llega Jane Tressider dispuesta a echar por tierra todas esas afirmaciones que tanto daño hacen al buen nombre de este colectivo. Y todo desde la experiencia con sus hijos y nueras. Un estupendo ejercicio de autoafirmación que podría ser obra de cualquier mujer de nuestros días. Y es todo lo contrario.

George R. Sims (1847-1922) fue un avanzado en su época. Dramaturgo, escritor de sátiras y autor de fama (antes y después de su muerte) dejó para la posteridad una gran cantidad de obras, a cual más divertida. “Memorias de una suegra” es una pequeña y elegante maravilla llena de ingenio y mordacidad. La protagonista destila buen humor y sabe congraciarse con el lector, que no puede ver en ella más que a una victima de las circunstancias. Con un estilo que raya la teatralidad, Sims demuestra que el llamado sexo débil no es tal, una máscara que esconde más fortaleza y valentía de la que parece. Su ingenio ensalza a la mujer en una época en la que poco a poco su papel en la sociedad cobraba importancia.

“Memorias de una suegra” constituye una obra atemporal. No obstante, hay que tener en cuenta que fue escrita hace más de un siglo, por lo tanto determinadas costumbres pueden chocar al lector actual. Obviando esto, el libro se convierte en un estupendo marco social que retrata el día a día de una familia acomodada británica de mediados del siglo XIX. Un magnífico estudio social, descrito de forma divertida y atrayente, que seguro será del agrado de los lectores. Y es, sobretodo, una defensa mordaz que hará pensar a muchos, torcer el gesto a algunos y sonreir a todos.

La fuerza de la costumbre

En esta exquisita edición a cargo de Siruela cabe destacar todo. La cuidada portada, la pluma grácil de George R. Sims y la presentación a modo de diario. Todo al servicio de un relato fresco, clásico. Una estupenda oportunidad de leer una obra ligera e ingeniosa que retrata como nadie el Londres decimonónico.

La puesta en escena permite contemplar la vida de Jane Tressider y su familia como un sainete. Entradas y salidas de personajes, situaciones cotidianas llevadas a un límite casi histriónico. Y sin parpadear. No hay nada más sugestivo que la realidad llevada a sus límites. Sims fue un maestro en esto, sin caer en la vulgaridad. ¿Podía haber algo más escandaloso en esa época que un hijo que se escape de casa para casarse en secreto con una desconocida? Pues esta es una de las situaciones a las que enfrenta a la pobre Jane Tressider.

Los convencionalismos son puestos a prueba y el resultado es magnífico. Sin salirse de lo estrictamente correcto (fiel a su origen británico, claro) el autor juega con el encorsetamiento de la sociedad del momento para defender la “intromisión” de las suegras en la vida de sus hijos. La propia Jane Tressider se sale de la norma. Criada en una familia de ideas tradicionales se convierte en un soplo de aire fresco al formar la suya propia. La novela transmite todo esto y más. Un buen momento para sumergirse en una historia que gana página a página. ¡A disfrutar!

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