Microondas. Comidas y cenas rápidas y sanas

Espasa nos trae un manual de cocina con microondas con la intención de aportar tanto una compilación de recetas como un manual para cocinar con este electrodoméstico las más veces subutilizado.

Durante 25 años -día más o menos- el microondas ha servido -para el común de los mortales que disponían de uno- para descongelar, calentar el tupper o el café. Cristina Galiano, defensora de los aparatos eléctricos en la cocina si nos facilitan la vida, aporta un manual entregado a la causa de la cocina en el microondas.

¿Por qué microondas?

La autora lo tiene claro: es fácil y rápido, no se pierde nada del sabor, sino que, se acentúa debido a su funcionamiento. De esta manera explica porqué funciona  así, cómo optimizarlo y sacarle partido (tipos de platos y los utensilios que debemos usar en el microondas), garantizando el mejor resultado.

Hace especial énfasis en lo sano que es cocinar con microondas. Como tiene formación científica, no se pierde en disquisiciones sobre si es cancerígeno, sino que apunta a todas sus ventajas. Entre ellas, que es óptimo si estás a dieta, pues no se concibe la fritura en el horno microondas.

Recetario de los ochenta

Hace muchas lunas no estaban de moda los recetarios vistosos de hoy, donde las fotos hacen la mitad del trabajo del cocinero a la hora de explicarse. Eran más austeros e iban directos al grano, la cuestión culinaria. Este manual participa de esas cualidades. En blanco y negro, sin imágenes, porque ya aportaremos nosotros nuestra propia visión del asunto, no se queda abierto en la página que nos gusta por lo que hay que sujetarlo mientras se cocina.

Está estructurado en tres partes: explicación técnica, recetas saladas y recetas dulces. Hubiéramos agradecido más detalle en la división de las recetas saladas, si bien están ordenadas alfabéticamente, lo que, a la hora de buscar los platos que queremos hacer, sí posibilita encontrarla mejor.

Cada receta, en las distancias cortas

Todos las instrucciones tienen su nombre sombreado en gris. Debajo, el tiempo de cocción en microondas (no se considera el resto de la preparación, que también lleva tiempo). Seguidamente, sombreados en un gris más claro, los ingredientes, siempre para cuatro. Se explica concienzudamente cada uno de los pasos; en la explicación técnica especifica el número de watios con que trabaja cuando lo hace al máximo, por lo que, trasladando esta información a nuestro aparato de microondas, está blanco y migado cocinar siguiendo las indicaciones.

Si en la receta hace mención a otra (como el huevo duro, la vinagreta de mejillones o cualquier otra), directamente nos remite a ella (cocer el huevo como explico en la página X, v gr); esto puede distraer a los fans de las recetas lineales…

El Mar de Tinta cocina

Tras dudar más que Hamlet a la muerte de su padre, nos decantamos por unas albóndigas caseras, tal como se explican en el libro. Primero maceramos y formamos las albóndigas (la autora advierte que no quedan igual que fritas porque se cuecen, pero son mucho más sanas, que es el subtítulo del libro, así que no lo perdemos de vista).

Con las albóndigas esperando, preparamos la salsa, íntegramente en el microondas (aunque tardamos más de lo que desearíamos, acaso por falta de práctica o porque, simplemente, nuestro microondas tiene ya 10 años y mucha menos potencia que el de la autora). En un principio -durante toda la preparación, de hecho- dudamos si nos gustará la salsa -con ingredientes típicos de una salsa de albóndigas, en eso no se desmarca de la cocina tradicional-, y finalmente la vemos y nos decimos que, después de todo, va a ser buena idea. Mezclamos la salsa con las albóndigas y nos lanzamos a cocerlo todo junto.

Cocemos el tiempo que nos indica Cristina Galiano -dejando reposar después, en lo que también hace su hincapié- y vemos nuestra obra. La servimos. La probamos. Realmente tiene razón en dos cosas: se acentúan los sabores de la salsa y las albóndigas no quedan igual que fritas, tienen otra textura. Pero el conjunto es bueno. Casi lamentamos no haber completado con un arroz hecho en microondas, y el plato habría quedado redondo.