Houdini
Harry Houdini, nacido Erik Weisz, es sin ninguna duda el mago más famoso de todos los tiempos. Su nombre forma parte del acervo cultural universal, evocando de inmediato la imagen de un hombre cargado con unas cadenas incapaces de retenerle por mucho tiempo, para deleite de quienes le contemplaron en acción tanto en Norteamérica como en su Europa natal.
En El Mar de Tinta ya nos hemos ocupado con anterioridad del gran Houdini en su faceta literaria, al reseñar libros como “Sherlock Holmes contra Houdini” o “Traficantes de milagros y sus métodos”. Ahora nos complace hacer lo propio con “Houdini”, la más extensa y completa biografía del ilusionista publicada hasta la fecha en castellano, escrita por Eduardo Caamaño y publicada por Editorial Almuzara.
Mago y escapista
Como es natural, la mayor parte del libro se centra en seguir la carrera como profesional de la magia de quien fuera conocido como “El rey de las esposas”. El lector podrá comprobar cómo, desde unos inicios sumamente humildes, Houdini (nombre artístico con el cual el joven Erik quiso homenajear al ilusionista francés Robert-Houdin) llegó a convertirse en el mago más famoso del mundo. Su tremenda destreza, aderezada con toques dramáticos para conseguir mantener a los espectadores al borde de sus butacas, le granjearon respeto y admiración, pero también legiones de imitadores a quienes, siempre que le fue posible, se enfrentó para defender su honor y sus derechos como creador de algunos de los números más impactantes jamás realizados sobre un escenario.
Houdini era capaz de abrir cualquier esposa o grillete, y acostumbraba a acudir a las comisarías de las ciudades en la cuales actuaba para pedir que le encerrasen y escapar en cuestión de minutos, ante el pasmo de los policías presentes. También realizó actos de escapismo tan arriesgados como los que consistían en liberarse de una camisa de fuerza mientras colgaba de una grúa a muchos metros de altura, o arrojarse al mar o a un río, cubierto de cadenas, para emerger libre de las mismas en un tiempo récord. Sin embargo, su número más conocido es “La celda de tortura acuática”, y la imagen de un Houdini sumergido boca abajo en una celda de cristal llena de agua es, probablemente, una de las primeras que vienen a la mente al pensar en el mago. De hecho, en la película “El gran Houdini”, protagonizada por Tony Curtis, la muerte del ilusionista ocurre tras no ser capaz de llevar a cabo tan peligroso truco (algo que no llegó a ocurrir en la vida real).
Más allá de la magia
Además de destacar en el campo del ilusionismo, Harry Houdini tuvo diversas ocupaciones, muchas de las cuales probablemente desconozca el gran público. Así, por ejemplo, durante una temporada el mago sintió un gran interés por el mundo de la aviación, de modo que adquirió un primitivo aeroplano y consiguió realizar el primer vuelo tripulado en Australia en 1910. Todo un logro del cual Houdini se sintió sumamente orgulloso.
Otra faceta poco conocida del escapista es su breve periodo asociado al mundo del celuloide. Entre 1919 y 1923, Houdini protagonizó un serial de 15 episodios (“The Master Mystery”) y cuatro películas, ninguna de las cuales fue un gran éxito. Por su parte, no hay que olvidar su labor como escritor, ya que fue autor de numerosos libros y monografías (principalmente sobre el mundo de la magia), e incluso llegó a firmar un relato en colaboración con el mismísimo H. P. Lovecraft. Finalmente, en los últimos años de su ajetreada vida, Houdini llevó a cabo una implacable cruzada contra el espiritismo, algo que puso fin a su amistad con Sir Arthur Conan Doyle, ferviente defensor de la comunicación con los difuntos.
Houdini vive
Noventa años después de su muerte, Harry Houdini continúa siendo una presencia habitual en literatura, cine y televisión. Además de contar con una creciente bibliografía centrada en analizar su vida y obra, el gran ilusionista ha protagonizado novelas como las de la serie escrita por Daniel Stashower, de las cuales han visto la luz en castellano “Houdini y Sherlock Holmes” y “Houdini y el asesino de la feria”. Además, ha llegado a cruzarse con el mismísimo Batman en el especial “Batman/Houdini: El taller del diablo”, englobado en la línea «Elseworlds» de la editorial DC Comics.
En cuanto al cine, la más reciente aparición relevante de Houdini en la gran pantalla tuvo lugar en “El último gran mago” (2008), con Guy Pearce en la piel del ilusionista. Más interesantes resultan sus aventuras televisivas, entre las que destacan la miniserie protagonizada por Adrien Brody y la reciente serie “Houdini & Doyle”, basada en la ya mencionada amistad entre mago y escritor. Por último, hay que mencionar la aparición de Houdini en el capítulo 14 de la segunda temporada de “El Ministerio del Tiempo”, capítulo en el cual también aparece Joaquín María Argamasilla, supuesto poseedor de visión de rayos X a quien el escapista desenmascaró en su día (los detalles aparecen en el volumen que nos ocupa).
Una biografía imprescindible
Harry Houdini fue un hombre fascinante, con una personalidad compleja y un ego de un tamaño descomunal. Eduardo Caamaño nos narra su vida de forma rigurosa y amena, complementa su obra con abundante información para contextualizar determinados aspectos de la trayectoria vital del ilusionista y, además, nos regala numerosas anécdotas que sorprenderán a más de un lector (por ejemplo: ¿sabían que fue Houdini quien dio pie a que se conociera a Joseph Frank Keaton con el apodo “Buster”?).
Profusamente ilustrado con dibujos y fotografías en blanco y negro, además de incluir un encarte central a todo color, “Houdini” es una obra tan documentada como el trabajo anterior de Caamaño (“Manfred von Richthofen, El Barón Rojo»), pero de lectura mucho más amena. Quien desee conocer la vida y milagros de Harry Houdini, no encontrará en castellano un volumen mejor que esta magnífica biografía, cuya lectura satisfará tanto a los seguidores del maestro del escapismo como a aquellos a quienes sólo les suene vagamente su nombre. Una obra imprescindible que recomendamos sin reserva alguna.
