Sherlock Holmes contra Houdini

Ocurre con mayor frecuencia de la deseable que una fuerte amistad se rompe de forma irremediable por los más diversos motivos. A veces se trata de malentendidos absurdos. En ocasiones se debe a acción de terceras personas.  Y, en algunos casos, la causa de la ruptura puede ser de índole ideológica.

Precisamente fue la discrepancia en el ámbito de las creencias personales la que originó las desavenencias entre dos grandes hombres. Un espiritista convencido y un escéptico se enfrentaron en un combate dialéctico, en el cual enarbolaron posturas irreconciliables. “Sherlock Holmes contra Houdini”, publicado por La Felguera Editores, nos permite conocer a ambos contendientes y sus dispares ideas.

El padre de Sherlock Holmes

Sólo por haber creado al detective más famoso de todos los tiempos, Sir Arthur Conan Doyle ya merecería ocupar un lugar de privilegio en la historia de la Literatura. Si a ellos sumamos las aventuras del Profesor Challenger, un buen número de novelas históricas, abundantes relatos de temática diversa y un agudo análisis de la Guerra de los Boers (que le valió la obtención del título de Caballero del Imperio Británico), entre otras obras, resulta evidente que nadie puede discutir la calidad literaria del escritor de origen escocés.

Lo que sí cuesta entender es el vuelco que dio el pensamiento de Doyle en la última etapa de su vida. El paladín del razonamiento abrazó de forma sorprendente las doctrinas espiritistas, convirtiéndose en uno de sus defensores más acérrimos (y populares), y escribiendo varios libros sobre el tema.

Se suele admitir como causa de tan peculiar transformación el estado depresivo en el cual cayó el autor tras la muerte de varios de sus seres queridos (entre ellos su hijo Kinsley a finales de la Primera Guerra Mundial). El hecho de que su segunda esposa Jean, con quien contrajo matrimonio en 1907, afirmase ser una médium muy dotada, resulta sin duda determinante para explicar la conversión de Sir Arthur. Una conversión tan profunda que le hizo aceptar como ciertos montajes tan flagrantes como el de las hadas de Cottingley, y que le enfrentó duramente a quien fuese un buen amigo: Harry Houdini.

El gran escapista

Harry Houdini, nacido Ehrich Weiss, es considerado por muchos como el más grande escapista de todos los tiempos. Algunos de sus números eran tan arriesgados que en más de una ocasión estuvo a punto de perecer al tratar de buscar el proverbial “más difícil todavía”.

Houdini tuvo muchos intereses a lo largo de su vida, entre los que se incluyen el cine y la literatura. Y en los años veinte del siglo pasado, dirigió toda su atención al mundo del espiritismo, convencido de que se trataba de una doctrina que permitía a numerosos estafadores lucrarse explotando la credibilidad de personas deseosas de contactar con sus seres queridos difuntos.

Lo cierto es que, a lo largo de poco más de media década (antes de su muerte prematura a los 52 años), el gran mago utilizó todos su conocimientos sobre ilusionismo para desenmascarar a cuanto médium fraudulento se cruzó en su camino. Y eso acabó por enemistarle con Sir Arthur Conan Doyle, con quien le unía una buena amistad.

En cierta ocasión, Houdini participó en una sesión espiritista llevada a cabo por la esposa de Doyle. En dicha sesión, Jean Doyle, por medio de la escritura mecánica, canalizó un supuesto mensaje de la madre del escapista, quien pensó en todo momento que no se trataba de una comunicación real. Ahí comenzaron las fricciones, las cuales fueron en aumento con el tiempo, mientras Doyle defendía a capa y espada sus ideas (que incluían, por ejemplo, el convencimiento de que Houdini llevaba a cabo sus extraordinarios trucos porque tenía la capacidad de desmaterializarse).

La doctrina espiritista

La RAE define el concepto “espiritismo” como “doctrina de quienes suponen que a través de un médium, o de otros modos, se puede comunicar con los espíritus de los muertos”. Se trata de una idea que hunde sus raíces en la antigüedad, pero la cual adquiere una dimensión moderna en siglo XIX, principalmente a partir del famoso caso de las hermanas Fox (posteriormente considerado como un fraude).

Como pasa con prácticamente cualquier forma de pensamiento existente en la actualidad, las creencias espiritistas cuentan con fervientes defensores y encendidos detractores. Es decir: las cosas han cambiado poco desde los tiempos de Doyle y Houdini. La cuestión es que cuesta mucho aceptar que no existe una vida más allá de la existencia en la Tierra, y por eso el mundo ultra terrenal descrito por la doctrina espiritista ejerce una fuerte atracción sobre muchas personas.

Además, a diferencia de las religiones mayoritarias, los espiritistas ofrecen la posibilidad de contactar con los fallecidos. Y, ¿quién no desearía tener la oportunidad de comunicarse una vez más con un ser querido (o con algún ser humano famoso, por ejemplo) tras su muerte?

Una gran edición

“Sherlock Holmes contra Houdini” se compone de un interesante prólogo firmado por Charles Taylor y de cuatro textos extraídos de obras de Sir Arthur Conan Doyle (“El mensaje vital”, “La nueva revelación”) y Harry Houdini (“A Magician Among the Spirits”). En los tres primeros, el creador de Sherlock Holmes justifica sus creencias en la doctrina espiritista y ofrece una imagen tremendamente positiva e idealizada de lo que nos aguarda tras la muerte. Aporta para apoyar sus afirmaciones tanto experiencias personales como datos obtenidos a partir de fuentes que considera fiables.

En cuanto a Houdini, su capítulo se centra en la relación que mantuvo con Doyle, principalmente a partir de las mútuas desavenencias en relación al mundo de los espíritus. Un Houdini escéptico (aunque con el anhelo de conseguir encontrar un caso real de comunicación desde el más allá) habla sobre algunos de los fraudes expuestos por él mismo y por otros investigadores, y deja claro el respeto que siente por su rival a pesar de no compartir sus fuertes convicciones.

La Felguera Editores nos ofrece todo ese material acompañado de una gran cantidad de fotografías y definiciones de términos utilizados en el texto, y lo hace con un diseño dinámico y original que convierte el libro en una pequeña joya. Desde El Mar de Tinta lo recomendamos a todo lector deseoso de conocer las posturas de dos antagonistas formidables en relación a un tema tan espinoso como fascinante.

2 respuestas a «Sherlock Holmes contra Houdini»

  1. Muy interesante. Ignoraba que Conan Doyle estuviese tan interesando por esos temas. Es cierto que a mediados de los años veinte del pasado siglo existía una «moda espiritista». Se celebraban sesiones en las casas de gente acomodada e incluso había quien presumía de contar con la amistad de alguna medium famosa. Me ha gustado mucho tu aproximación al tema y los comentarios sobre «Sherlock Holmes contra Houdini». Bravo!

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