Nightflyers

Mientras medio mundo espera ávido la publicación del siguiente título de la saga Canción de Hielo y Fuego, Gigamesh reedita “Nightflyers” en una sugerente  edición a color ilustrada por David Palumbo y cubierta a cargo de Enrique Corominas.

Nightflyers” vio la luz en 1980 en el número de abril de la revista Analog Science Fiction and Fact. En España, Gigamesh lo incluyó dentro de la antología de narrativa breve  de Martin “Híbridos y engendros”. Ahora, el sello editorial dedicado a la fantasía y la ciencia ficción nos deleita con esta nueva edición independiente, aprovechando el lanzamiento de la adaptación para la pequeña pantalla desde la plataforma Netflix.

Los mil mundos

La trama de “Nightflyers” está ambientada en el mismo universo que encontramos en otras de sus obras cortas, como “Una canción para Lya”, “Luces de estrellas lejanas” o “Los mundos de Tuf”. Pese a que el autor se ha hecho famoso por el público generalista a través de la adaptación que HBO ha hecho de Canción de Hielo y Fuego a partir del año 2010, Martin ya tenía renombre como escritor de ciencia ficción y terror en las décadas de los 70-80. “Nightflyers”, sin ir más lejos, ganó el premio “Locus” de 1981.

Nos encontramos a bordo del Nómada Nocturno. Diez pasajeros y un misterioso capitán llamado Eris Royd han puesto rumbo a un destino remoto. El viaje tiene motivos científicos: Karoly d’Branin ha reclutado a una tripulación de expertos para ir en busca de una civilización alienígena tan antigua como la gestación de la galaxia, los volcrym. El investigador d’Branin pretende averiguar qué hay de verdad y mentira dentro de los mitos que rodean a estos fantasmas estelares, que aparecen en los antiguos textos de múltiples civilizaciones. Así, con la ayuda de Royd, su nave, y un heterogéneo grupo de individuos con capacidades intelectuales y físicas de lo más peculiares, se embarca en esta aventura espacial en pos del conocimiento.

Sin embargo, el capitán del Nómada Nocturno vive en un módulo independiente, y la comunicación con sus pasajeros sólo se produce mediante hologramas o los intercomunicadores de la nave. Algo extraño sucede en el transporte espacial y su hermético dueño. Mientras los tripulantes van acusando las tribulaciones del confinamiento, las extrañas sensaciones interceptadas por Thale Lasamer, un telépata de nivel 1 extienden las dudas y las sospechas entre los miembros de la expedición.

Ciencia-Ficción clásica y terror espacial

George R.R.Martin es, sin lugar a dudas, un buen escritor de ficción. Sus tramas argumentales mantienen la impronta de alguien que ha trabajado muchos años confeccionando guiones para la televisión: tienen en común el ritmo vertiginoso y la ininterrumpida sucesión de acontecimientos que mantienen al lector en vilo. No importa lo extensa que sea su obra, nos veremos absorbidos por su prosa como si de un agujero negro se tratase. En este caso, siendo una novela breve, todavía notamos más el tempo acelerado, cinematográfico, el lector imaginará a la perfección a sus protagonistas, podrá palpar la atmósfera opresiva de la Nómada Nocturno.

En cuanto al argumento, el escenario que nos presenta el autor norteamericano no resultará extraño a los amantes de las historias espaciales. Utiliza con inteligencia recursos de la ciencia ficción clásica y los entrelaza con destellos de la literatura de terror, consiguiendo un género híbrido muy entretenido. La tensión, el misterio, y la necesidad de averiguar los secretos que entraña la Nómada Nocturno y su tripulación ocuparán la atención del lector hasta el mismísimo desenlace.

Puede que los puristas del género lo encuentren poco original, o un tanto deslucido respecto a obras de la ciencia ficción tanto cinematográficas como literarias: “Alien” (estrenada un año antes) o incluso la novela de Arthur C. Clarke publicada en 1968 “2001, una odisea espacial”. Sin embargo, pese a los paralelismos que los aficionados más avezados puedan extraer, “Nightflyers” no desmerece como pasatiempo: cuidada en los detalles, en la construcción de sus protagonistas y en el desarrollo de la trama. Tensa y cautivadora, nos asombra la capacidad de Martin para contar tanto en tan pocas páginas.

La guinda del pastel: David Palumbo

Además del buen gusto de Gigamesh a la hora de escoger obras para aumentar su ya increíble catálogo, destacamos el buen hacer a la hora de editar las mismas. Para la ocasión, el sello nos presenta una edición de tapa dura y con ilustraciones a todo color a cargo de David Palumbo.

Especializado en el género de fantasía y horror, utiliza técnicas tradicionales para dar forma a las vívidas escenas de Martin y a sus personajes, captando a la perfección la densa atmósfera de la nave y la soledad del espacio exterior. Sus ilustraciones transmiten todas las sensaciones recogidas en el texto de Martin por sus personajes: soledad, enajenación, opresión, dudas… Son definitivamente, la guinda para un volumen redondo.

Netflix y el boom de las series

Existe una adaptación a la gran pantalla de “Nightflyers” del año 1983. Dirigida por Robert Jaffe y con guión de Robert Collector, cosechó escaso éxito y obtuvo críticas más bien lapidarias. Todavía no hemos tenido el placer de ver esta nueva serie de Netflix pero, a sabiendas que George R.R. Martin se ha implicado en el proceso de producción, confiamos en que siga en gran medida el texto original y los giros argumentales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *