Normal

En los tiempos que corren, ¿qué es ser normal? ¿Existe de verdad la normalidad? Bajo estas premisas se mueve la novela de Roberto López-Herrero. Un noir a la española, con un final inesperado y sorprendente. Una excelente oportunidad para conocer un poco más a un autor polifacético.

Roberto López-Herrero (bloguero, guionista, director, actor, locutor, ¿algo más?) cuenta con varios relatos y dos novelas publicadas en su blog. Ahora da un salto a la publicación en papel con “Normal”. Alejándose del estilo cómico que caracterizó sus anteriores trabajos, López-Herrero busca la complicidad del lector con una singular novela negra ambientada en Madrid.

Sucesos en Madrid

Un día corriente en una comisaría de Madrid. El inspector Félix Fortea se enfrenta a otra mañana de papeleo hasta que recibe una llamada. Ha sido asesinada una mujer en plena Gran Vía, delante de numerosos testigos quienes, sin embargo, son incapaces de ofrecer una descripción concisa del sospechoso. Todos coinciden en lo mismo: era un tipo normal.

Presionado por sus superiores, Fortea y sus compañeros deberán dar caza a un criminal sin más pista que el propio cadáver de la víctima. Para ayudarles en la investigación, el departamento solicita los servicios de la joven psicóloga Lara Martell. Dos asesinatos más complicarán más aún el caso. Las dificultades dentro y fuera de la comisaría harán peligrar la estabilidad del equipo. También la del propio Fortea.

Salirse de lo corriente

 [quote]Sonó el  teléfono. Los de Informática habían aislado una imagen. Salté de la mesa, porque dos asesinatos podían pasar, pero si había un tercero no iba a ver la luz del sol en años. Un asesino en serie en Madrid…Buf, me daban escalofríos sólo de pensarlo. No, Félix, esto lo resuelves en dos días y a volver a tu vida normal[/quote]

Normal” no destaca especialmente entre el género. Podría quedarse en una novela más, del montón. Una entretenida distracción. Sin embargo, (y pese a que lo dicho es cierto) cuenta con algunos atractivos que atraerá a lectores que quieran eso: pasar un buen rato.

Fortea y compañía son más bien corrientes y, en algún caso, verdaderos tópicos. Los frikis del departamento de Informática, la psicóloga joven y guay que encandila al poli de mediana edad (clavo y regordete). Los jefes, a cual más típico: uno gritón y malencarado y la otra, una mujer conocedora de su potencial, aspirante a hembra alfa. Todos los elementos se conjugan para ofrecer una historia cuya ambientación se olvida. La ciudad de Madrid aporta elementos más que suficientes para dotarla de vida propia y aquí pasa desapercibida.

Parece ser que la intención de Roberto López-Herrero era justamente ésa. Para el lector todo entra dentro de la normalidad. Unos personajes típicos del thriller moderno, un asesino con una intencionalidad más que trillada y un entorno que bien pudiera ser Valladolid o Tombuctú. Por que nada de eso importa. Bajo esa capa de “normalidad” se esconde una novela que critica la sociedad que nos rodea, donde nadie se fija en nadie y un asesino puede salir impune. Las grandes ciudades, devoradoras de almas y creadoras de monstruos que pasan desapercibidos. Lo que pretende es asaltar al lector, remover su pretendida planta de persona corriente y hacer que se replantee el mundo en el que vive. Como ejercicio social está más que conseguido.

Casi más de lo mismo

La novela resulta entretenida. En la trama, que se desarrolla con agilidad, se combinan la voz del narrador y la de Fortea. Cabe destacar el esfuerzo de López-Herrero por dar mayor realismo al trabajo policial desarrollado por el protagonista. Evitar caer en una historieta sacada de CSI, con sus fuegos de artificios e irrealidad, es algo más que loable.

“Normal” supone un cambio radical en la temática explotada hasta ahora por López-Herrero. Sus auto publicados “Antonio mató a Luis en la cocina con un hacha porque le debía dinero” y “Una conspiración mundial secuestró a mi perro para que yo no contara lo que sabía” son dos ejemplos de humor ácido, corrosivo y surrealista. No en vano, Roberto Pérez-Herrero ha trabajado para programas de esa índole, como “Pecado original” o “Saturday night live”. Todo un experto en sacar punta a lo histriónico. Algo de ello se puede vislumbrar en su primera novela en papel. El tono pretendidamente serio de “Normal” al final esconde algo de ese humor.

Como novela negra, es aceptable y correcta. El estilo, conciso y breve, recoge lo mejorcito del chabacanismo madrileño, y hará sonreír al lector. Para pasarlo bien en verano. Una lectura ligera, que consigue sorprender al final y que gana enteros con la cuidada presentación a cargo de la editorial Suma de letras.

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