Nublado con probabilidades de albóndigas

Corimbo nos trae este precioso cuento ilustrado: escrito en 1978 por Judy Barrett, narra una historia que se conserva tan original y fresca como el primer día de publicación. “Nublado con probabilidades de albóndigas” es, sin lugar a dudas, un álbum imprescindible en cualquier biblioteca infantil.

El cuento antes de dormir que ha elegido el abuelo de Henry y su hermana abre el apetito. Durante el desayuno, un accidente con una tortita voladora ha puesto en marcha su interminable imaginación. Así que aprovechando que los niños ya están acostados, el hombre comienza a contarles el mejor cuento que sus nietos han escuchado jamás.

Meteorología asombrosa

Tragaycome parece un pueblo normal y corriente. Lleno de casas, comercios, jardines y gente.  Pero si uno se pasea por las calles, observará algo un tanto peculiar: en Tragaycome no hay ultramarinos ni tiendas de comestibles. Este hecho tiene una explicación fuera de lo común,  en Tragaycome la comida cae del cielo.

El tiempo en el pueblecito es de lo más extraordinario. Cambia tres veces al día, durante el desayuno, la comida y la cena. Sus habitantes sólo tienen que salir armados con platos y cubiertos a la calle, y esperar que llueva zumo de naranja, nieve puré de patatas y guisantes o el viento arrastre nubes de hamburguesas.

Así, la vida transcurre plácida en el municipio. Los vecinos pueden incluso enterarse de qué menú van a comer cada día cambiando de canal: el parte metereológico avisa si va a estar nublado con probabilidades de albóndigas, o si mañana para desayunar, el menú incluirá tortitas.

A raíz de estas incidencias climáticas, los servicios sanitarios han planificado un sistema muy efectivo para mantener la ciudad limpia: la comida que sobra en jardines y calles, se acumula y da de comer a los gatos y perros, a las aves y a la fauna marina.

Cambios peliagudos

Pero lo que parecía ser una ventaja fabulosa respecto al resto de poblaciones del mundo, acaba convirtiéndose en un peligro para los ciudadanos.  El tiempo en Tragaycome cada vez es más extremo. El tamaño de las porciones de comida cada vez son más grandes y ya no llueven menús equilibrados.

La niebla de sopa de guisantes invade las calles, un huracán de hogazas y panecillos provoca inundaciones en los jardines de los conciudadanos y la borrasca de tortitas gigantes impide a los niños acudir al colegio.

Sin que los fenómenos meterológicos catastróficos parezcan tener fin, la vida en Tragaycome comienza a resultar complicada. Nadie puede ir al trabajo ni salir de su casa sin correr peligro de que te aplaste un macarrón enorme. La situación es ya insostenible y los habitantes de Tragaycome tendrán que tomar una decisión para retomar su rutina habitual.

Originalidad y detallismo

La inglesa Judi Barrett es, como citábamos anteriormente, la creadora de esta deliciosa historia. Con una larga trayectoria como escritora de cuentos infantiles, “Nublado con probabilidades de albóndigas” sorprende tanto por su premisa como por el formato tipo cómic escogido para acompañar al texto.

Los dibujos que, como en otras ocasiones, son obra de su marido Ron Barrett, son de una calidad excepcional. El ilustrador destaca por su estilo personalista. Los detalles de las ilustraciones, así como la paleta con la que las colorea, confieren a este álbum aspecto de tebeo, recordando a las primeras tiras cómicas aparecidas en la prensa norteamericana de los años 50.

Del papel al cine

En el año 2009, los estudios Dreamworks y los directores Philip Lord y Chris Miller, adaptaron el cuento de Judi Barrett a la gran pantalla. “Lluvia de albóndigas” (traducción en nuestro país del original “Cloudy with a chance of meatballs”) resultó una película de animación colorista y divertida; sin embargo, el guión se aleja mucho de la historia original.

Aunque el eje argumental sigue siendo el mismo, el protagonista de la versión cinematográfica es un joven científico que inventa una máquina capaz de procesar comida. Pese a que la película funciona, los personajes son entrañables y las escenas cómicas se suceden hasta el final en combinación con la acción frenética, ésta se encuentra a años luz de la calidad del cuento.

Desde El Mar de Tinta afirmamos que “Nublado con probabilidades de albóndigas” es un álbum redondo. Con un estilo narrativo sencillo, un argumento insólito y unos dibujos fantásticos, el matrimonio Barrett consigue encandilar al lector desde las primeras páginas.

Los más pequeños disfrutarán con esta aventura gastronómica en una edición en cartoné, con sobrecubierta y  formato mediano muy cómodo y manejable.

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