Rebeldes

La antigua Roma es una fuente constante de inspiración para quienes se dedican a escribir novela histórica. Autores tan conocidos como Colleen McCullough, Simon Scarrow, Lindsey Davis o Santiago Posteguillo han ambientado buena parte de su producción literaria en tiempos de la República o del Imperio romanos, obteniendo siempre el beneplácito de un público lector deseoso de visitar con la imaginación aquella fascinante época.

Pedro Santamaría, uno de los mejores autores patrios de narrativa histórica, tras novelar en su día las aventuras de un grupo de espartanos en la península ibérica en “Okela”, la lucha entre cántabros y visigodos en “Peña Amaya”, y los combates que enfrentaron a púnicos y romanos en “El águila y la lambda”, vuelve de nuevo su mirada a la ciudad de las siete colinas en “Rebeldes”. En esta ocasión, el escritor santanderino relata el enfrentamiento entre Roma y quien fuera uno de sus generales más respetados, Quinto Sertorio, en la que es sin duda su mejor novela hasta la fecha.

Hispania versus Roma

Cuando estalla en Roma una cruenta guerra civil entre Cayo Mario y su antiguo lugarteniente Lucio Cornelio Sila, Quinto Sertorio no duda en declararse partidario del primero. Destinado como gobernador en la Hispania Citerior, el veterano general tendrá poco después noticia de la conquista de la capital del Tíber por parte de un Sila quien, después de ser nombrado dictador por el Senado, llevará a cabo una brutal purga de partidarios de Cayo Mario. Tras negarse a reconocer la legitimidad del nuevo gobierno de Roma, Sertorio se hará fuerte en tierras hispanas  dispuesto a plantar cara a las tropas del usurpador.

Tal es la situación frente a la cual se encuentra el joven Cneo Placidio Mutio cuando, al enamorarse de una esclava celtíbera llamada Veleda, decidirá abandonarlo todo en Roma para conducir a la muchacha a su hogar en Hispania. Su viaje concluirá en Cluniaco, ciudad en la cual Veleda se reencontrará con su prometido Belinos, aristócrata guerrero que jurará amistad eterna a un Cneo con el corazón destrozado. Decidido a regresar a su hogar, el destino llevará al joven romano al campamento de Quinto Sertorio, descubriendo allí que sus padres han sido asesinados acusados de ser partidarios de Cayo Mario. A partir de ese momento, Cneo abraza la causa de Sertorio y, con el tiempo, se convertirá en uno de los hombres de confianza del general jugando un importante papel en la guerra contra Roma.

Sertorio, Metelo Pío y Pompeyo

Sobrino del gran Cayo Mario, Quinto Sertorio fue un valeroso militar cuyo prestigio se cimentó tras vencer en batallas como las de Arausio o Vercelas. Ejemplo de general romano capaz de generar en sus legionarios una lealtad más fuerte que aquella debida al Senado, de su inmensa valía como comandante de un ejército da fe la consecución de la corona gramínea, la máxima condecoración que podía recibir un militar. Gran estratega, a lo largo de una década fue capaz de plantar cara en Hispania a rivales como Metelo Pío y Pompeyo Magno, respaldados por el Senado y con un número muy superior de soldados a sus órdenes.

Cuando le llegó el momento de enfrentarse a Sertorio, Quinto Cecilio Metelo Pío ya sobrepasaba los sesenta años de edad, razón por la cual el general rebelde le ridiculizaba refiriéndose a él como “la vieja”. Con una larga carrera militar y política a sus espaldas, si bien no tan brillante como la de Quinto Sertorio, Metelo Pío no fue capaz de contrarrestar las tácticas de guerrilla desarrolladas por un rival que, además de conocer perfectamente el terreno, disponía del apoyo de varias tribus locales.

Fue entonces cuando le tocó el turno al joven y ambicioso Cneo Pompeyo Magno, apodado “el joven carnicero”. Ridiculizado asimismo por Sertorio a causa de su juventud, el recién llegado también sufriría diversas derrotas en Hispania. No obstante, Pompeyo tenía la virtud de aprender de sus adversarios y contaba, al igual que Quinto Sertorio, con la devoción de unos legionarios dispuestos a dar la vida por él. Tras la campaña en Hispania, Pompeyo se convertiría en una figura de enorme relevancia en Roma, y su rivalidad con Cayo Julio César desembocaría en una segunda guerra civil.

La crudeza de la guerra

Uno de los puntos fuertes de Pedro Santamaría es su habilidad para presentar al lector una descripción cruda y realista de las batallas libradas en la antigüedad. Lejos de ofrecer una visión idealizada de tales enfrentamientos, en sus novelas las luchas se nos muestran como choques brutales entre hombres cuya voluntad pertenece a los oficiales que les comandan. En el fragor del combate, cuando el polvo, el sudor y la sangre cubren tanto los cuerpos como el terreno, los soldados abandonan su humanidad y se convierten en máquinas de pelear que han de matar para no morir.

Santamaría hace que contemplemos la guerra a través de los ojos de Cneo Placidio Mutio, personaje cuya juventud y falta de experiencia contribuyen a magnificar la impresión causada por la brutalidad del conflicto. Acompañaremos a Cneo en sus primeros combates, cuando el miedo paralizante llega a hacer que pierda el control de su vejiga. Cabalgaremos con él junto al valeroso Belinos, y le veremos asombrarse ante la pericia guerrera y la sed de sangre de los mercenarios cántabros dirigidos por el peligroso Corvus. Y, por supuesto, compartiremos con él la gloria de la victoria y el dolor de la derrota, observando con impotencia el nivel de crueldad al cual pueden llegar los legionarios romanos cuando obtienen carta blanca para saquear una ciudad conquistada.

Una novela imprescindible

En El Mar de Tinta llevamos años siguiendo con interés la trayectoria literaria de Pedro Santamaría, y nos complace comprobar cómo, novela tras novela, la capacidad del autor de “Peña Amaya” para sumergirnos en sus epopeyas históricas no deja de aumentar. En “Rebeldes” se dan cita, una vez más, las señas de identidad del estilo de Santamaría: interesantes personajes ficticios acompañados por fascinantes personajes históricos, un largo proceso de documentación que le permite plasmar a la perfección la época descrita, y una narración ágil que atrapa al lector desde la primera página.

Publicada, al igual que sus novelas anteriores, por Ediciones Pàmies, “Rebeldes” es una verdadera joya gracias a la cual tenemos la ocasión de ilustrarnos sobre un periodo de la historia de la península ibérica olvidado por los escritores patrios (como bien menciona el propio autor en una notal al final del libro). Una oportunidad de oro para conocer al gran Quinto Sertorio en una obra inolvidable que fascinará a los aficionados a la narrativa histórica de calidad.

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