Sí, chef (Las recetas de los jueces del programa Masterchef)
Los concursos de cocina en televisión dan una vuelta de tuerca tanto al mundo del entretenimiento televisivo como a la afición, cada día más extendida, por los fogones. Master chef, cuya tercera edición está ya a punto de terminar en TVE, fue el programa pionero del género en nuestro país. Aunque normalmente se alaban las cualidades de sus candidatos -de los que, como en Los Inmortales, sólo puede quedar uno-, este libro de Espasa que presentamos hoy se centra en los tres jueces.
Quién mejor que un cocinero para valorar el esfuerzo de otro. Así, tres chefs con bastante trastienda profesional (Pepe Rodríguez, propietario del restaurante El bohío, Samantha Vallejo-Nájera, empresaria del catering Samantha de España, y Jordi Cruz, en la actualidad cocinero en el Abac de Barcelona) nos brindan sus consejos y sus propias recetas para que nos luzcamos en casa y quedemos como los chefs maestros que busca el concurso.
En palabras de los propios jueces
Se abre el libro con una semblanza de cada uno de los cocineros para que el lector conozca un poco su trayectoria y lo que busca en su cocina: ambiente, tradición y vanguardia como los tres pilares del libro (reflejados en Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, respectivamente).
Tras esto, los mismos chefs nos cuentan cómo logran conseguir cada uno de los tres pilares: Samantha explica cómo decorar la casa para recibir invitados. Pepe, cómo a partir de la tradición ésta puede volcarse en una nueva experiencia culinaria. Por su parte, Jordi, en la línea de la nueva cocina catalana, apuesta por el producto y la vanguardia.
El recetario propiamente dicho
Tras las presentaciones, llega el grueso del libro, lo que todos esperábamos: las recetas. Abrimos con la tradición con vuelta de tuerca, a cargo de Pepe. Recetas vistosas, que no requieren grandes pasos y prometen grandes resultados. Algunas son versiones renovadas de cosas tan caseras como un cocido, porque todo en la mesa es susceptible de emplatarse con estrella y de manera sugerente. Pueden impresionar de entrada, pero si se leen con atención, nos damos cuenta del filón que suponen de cara a hacer recetas más que contrastadas con una pátina de originalidad.
Seguimos con las recetas de Samantha, las más accesibles a simple vista, pero con una mano en la cocina y la otra guardando el pasaporte, pues su vocación internacionalista queda patente: recetas de inspiración mexicana, asiática, francesa, estadounidense… Todo bastante sencillo, pero no por eso menos vistoso.
Cierran el libro las recetas de Jordi. Están bien para invitados, siempre que no aparezcan por sorpresa, porque tienden a ser laboriosas. De las que se disfrutan elaborándose, aunque tardemos en hacerlas un día entero. Pueden suponer algún inconveniente por requerir temperaturas exactas, mediciones milimétricas y precisión de cocina-laboratorio. No es seguro que el emplatado nos quede como a él: si no nos ponemos melindrosos, más que una invitación al fracaso son una tentación para sibaritas.
El Mar de Tinta cocina
Nos decantamos por una ensalada de calabacín de Samantha Vallejo-Nájera porque nos gustan los ingredientes, además de ser sencilla y rápida de elaborar. Empezamos cortando el calabacín en rodajas finas y lo bañamos con una vinagreta simple de aceite de oliva y limón.
Echamos el jamón york en taquitos y doramos los piñones (aunque no se especifique en la receta si tienen que ir así o sencillamente crudos).
Cortamos unas tiras de parmesano y las echamos sobre la ensalada. Miramos la foto con incredulidad: su lista de ingredientes no parece tener nada que ver con el plato inmortalizado por el fotógrafo. Sin embargo, la ensalada está buena y tarda menos aún en comerse que en hacerse, aunque es posible que haya objetores a tales divergencias.
