Sondela

“Sondela” es una obra que no dejará indiferente a aquellos lectores que se atrevan con ella. Rodolfo Martínez, uno de los autores españoles más destacados en el género fantástico, es el artífice de esta historia inspiradora y sorprendente publicada por la editorial Dolmen. Ambientada en una Tierra donde el mítico continente de la  Atlántida ha resurgido, la novela se mueve entre la fantasía, el género policiaco y la ciencia ficción.

Rodolfo Martínez, ganador del premio Minotauro y autor prolífico, consigue con “Sondela” descolocar al lector. Su agilidad narrativa y contenido sorprendente, inquietará incluso a los aficionados a la narrativa fantástica. Se aleja de las novelas clásicas por sus continuos saltos temporales, por el desarrollo profundo de sus personajes y, sobre todo, por la fusión de los dos leit motiv principales del argumento: mitos, fantasía y magia junto a la tecnología y la ciencia más desarrollada. Rodolfo consigue que ambos conceptos (totalmente opuestos) convivan en el mismo mundo avanzado y, además, que esta convivencia parezca plausible.

La Atlántida: de dioses y hombres

La novela nos presenta una historia no lineal, con continuos flashbacks y cambios de narrador. Empieza con el discurso interior del detective Campos, extrapolable a cualquier otra novela negra. De forma muy inteligente, el escritor introduce a través de un asesinato el contexto fantástico dónde tendrá lugar la trama.

El mundo terrano, con Estados Unidos desaparecido, una Europa resistente al paso del tiempo y China como gran potencia mundial, se enfrenta a la aparición de un nuevo territorio en mitad del Atlántico. En un enclave dónde no debería haber nada salvo agua,   y pese a todas las leyes por las que se rige el universo negando la posibilidad física de que exista, la Atlántida ha emergido y es muy real.

Colisionando con los avances científicos y la tecnología, la mente empírica y el laicismo del resto del mundo, este continente está poblado por sátiros, faunos, dioses y hombres sabios al servicio de los hados. Organizados como en las poleis griegas, Rodolfo Martínez presenta esta tierra como una reminiscencia del mundo heleno, con sus creencias, su magia ritual y su mitología.

Un caso abierto y tres personajes clave    

El asesinato de Aristeo, un fauno propiedad de Nerea es, como indicábamos anteriormente, el preludio a la presentación de los protagonistas y el desarrollo del argumento. Éste gira alrededor de tres personajes principales: Nerea, hija del atlante Orfeo, Akademos y Quirón dos terranos convertidos en ciudadanos de ley en las urbes de la Atlántida.

El método narrativo escogido por Martínez desafía incluso a los lectores más experimentados, pues este avanza y retrocede sin cesar, cambiando completamente el estilo y la forma dependiendo del personaje encargado de narrar la historia. El autor consigue así, con virtuosismo, configurar a cada uno de los personajes dotándolos de un punto de vista completamente diferente, adaptando el lenguaje a su carácter y condición social. Asimismo, las diferentes perspectivas desde las que enfoca la historia (utilizando el estilo directo tanto como el indirecto) y el uso de flashbacks provocan en el lector un estado de continua tensión, absorbiéndole mientras trata de desentrañar lo que sucederá a continuación.

Rodolfo configura su novela alrededor de la resolución del caso de asesinato de Aristeo en el que se verán implicados tanto Orfeo como Akademos y la propia Nerea. Pero, dando otra vuelta de tuerca a la historia, el escritor plantea otros muchos temas implícitos en toda la narración.

Conspiración y futuro

Martínez contextualiza aportando datos sobre la situación política alrededor de ambos mundos. Opuestos entre sí por su forma de concebir el universo y las leyes que lo rigen, en la zona atlante los artefactos tecnológicos más sofisticados quedan inservibles y lo mismo ocurre con la magia atlante en la zona terrana. Facciones políticas de ambos grupos empiezan a preguntarse si habría alguna posibilidad de que en un futuro acabasen coexistiendo, creando una nueva raza que acogiera lo mejor de ambos mundos.

Las maquinaciones políticas y el miedo al cambio se entremezclan con los intereses personales. Una guerra hostil se inicia entre la Atlántida y las regiones terranas, luchando por el control sobre el otro territorio. Dentro de este torbellino conspirativo, los protagonistas se verán en el ojo del huracán y tratarán de destapar los movimientos ocultos que provocan la sucesión de acontecimientos, más allá de la muerte del fauno.

Fantasía y tradición clásica

Pese a los cortes bruscos que los saltos temporales producen en la historia (Sondela puede parecer una novela un tanto inconexa), algunos de sus capítulos destacan por su hermosura y podrían perfectamente leerse como historias cortas de carácter autoconclusivo.

El conocimiento del autor sobre los mitos griegos es extenso. La Atlántida es el escenario perfecto para hacer despliegue de ellos, y Martínez los utiliza con verdadera maestría. Resaltamos los capítulos que llevan por nombre “El juicio de tus pares” y “La vuelta a casa”, donde Quiron visita a la diosa Perséfone en el inframundo y Martínez consigue crear pasajes oníricos, que no desmerecen en absoluto en comparación a los mitos clásicos.

Aparece, igual que el inframundo, la isla de los Antiguos, semejante a la prisión donde el dios Zeus encerró a los Titanes, el Tártaro, tras la guerra contra ellos denominada “Titanomaquia”. También habla el autor de bacanales, vestales al servicio de las diosas y del poder de los dioses para decidir el destino de los hombres mortales.

Fusión equilibrada

Lo arriesgado de la novela, tanto por  la temática como por su forma, la hace tan atractiva al lector. El autor domina perfectamente la trama, desvelando en los momentos precisos las claves para desentrañarla. Los personajes se combinan a la perfección, fieles representantes del mundo del que provienen, cambiando a medida que averiguan hacia donde se encaminan.

Todos ellos forman un conglomerado de culturas, de tradiciones futuras y pasadas, de creencias y convicciones que hacen de esta obra una buena muestra de pensamiento humanista. Pese a ser fantasiosa, y tener aspectos tecnológicos que la acercan al género de ciencia ficción,  el autor desglosa los sentimientos de los protagonistas y sus historias personales.

Del mismo modo, otorga importancia al aspecto social de los cambios que se van aconteciendo, las reacciones de la sociedad, sus rasgos más xenófobos pero también los tolerantes.

En definitiva, Rodolfo Martínez consigue fusionar con éxito la tradición, los mitos, la ciencia, la fantasía y el misterio. Con ello gesta una novela compleja e intensa, concluyéndola de un modo elegante, sin dejar ningún cabo suelto.

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