Traficantes de milagros y sus métodos

Mencionar a Harry Houdini evoca una época en la cual el gran público asistía fascinado a las representaciones de magos e ilusionistas con una inocencia que hoy se nos antoja entrañable. Eran otros tiempos, y el talento de quienes se dedicaban a la magia fascinaba a multitudes deseosas de creer que las leyes de la física podían desafiarse, romperse incluso, sin que los artistas sufrieran percance alguno.

No obstante, cualquier número llevado a cabo por artistas tan legendarios como el propio Houdini puede explicarse con métodos científicos y, con la formación y el entrenamiento adecuados, es susceptible de ser imitado una vez que se conoce la naturaleza del “truco”. En “Traficantes de milagros y sus métodos”, quien fuera uno de profesionales de la ilusión más grandes de todos los tiempos analiza y expone las técnicas empleadas por algunos de sus colegas.

Tragafuegos, tragasables y demás

El libro de Harry Houdini es, por un lado, una recopilación de artistas hoy olvidados en la cual expone con gran detalle en qué consistían algunos de sus números más espectaculares. Así, por las paginas de “Traficantes de milagros y sus métodos” se pasean forzudos, tragasables, tragafuegos, personas capaces de soportar el ataque de serpientes venenosas, e incluso algunas dotadas con la rara habilidad de ingerir (y regurgitar) piedras, cantidades ingentes de líquido o pequeños animales vivos.

Por otro lado, el famoso escapista dedica buena parte del volumen a explicar cómo llevaban a cabo algunos de sus trucos los diversos artistas mencionados. Encontraremos, pues, desde fórmulas para crear preparados cuya aplicación insensibiliza la piel ante el calor hasta recetas de antídotos para casi cualquier veneno imaginable, pasando por técnicas de entrenamiento para poder alojar en la garganta casi cualquier objeto y aplicaciones de principios mecánicos que demuestran la escasa dificultad de algunas proezas llevadas a cabo por forzudos profesionales.

Harry Houdini multimedia

Harry Houdini (nacido Erik Weisz) es el Ilusionista con mayúsculas. Ninguno de sus predecesores es recordado con la misma veneración, y ninguno de sus sucesores (entre los que figuran artistas tan conocidos como el gran David Copperfield) ha logrado eclipsar la leyenda del más famoso escapista de todos los tiempos. Su figura sigue gozando de un gran atractivo, algo fácil de comprobar si nos fijamos en su habitual presencia en diversas obras literarias y audiovisuales recientes.

Podemos citar, por ejemplo, “El último gran mago” (2008), película en la cual Guy Pearce interpretaba el papel de Houdini. O la recientísima miniserie producida por el Canal de Historia “Houdini”, protagonizada por Adrien Brody (y todavía no emitida en España, aunque a buen seguro no tardaremos en verla en nuestro país). También encontramos cómics editados en castellano protagonizados por el escapista, como “Batman / Houdini: El taller del diablo” o “Houdini: El rey de las esposas”.

En cuanto al apartado literario, podemos encontrar en nuestras librerías obras como “Cómo hacer bien el mal”, del propio Houdini, o el curioso volumen “Sherlock Holmes contra Houdini”, el cual incluye textos firmados por el mago y por Sir Arthur Conan Doyle sobre el espinoso tema del espiritismo (a causa del que ambos autores tuvieron fuertes enfrentamientos). También se han publicado un par de novelas de Daniel Stashower protagonizadas por el ilusionista: “Houdini y Sherlock Holmes” y “Houdini y el asesino de la feria”. Lamentablemente no nos consta la edición de ninguna biografía del gran mago en nuestro país, pero quien se defienda con el inglés debería echarle un vistazo a “The Secret Life of Houdini” de William Kalush y Larry Sloman, un volumen más que recomendable.

Iban Barrenetxea

En el centro aproximado del libro que nos ocupa, el lector podrá encontrar una magnífica obra de arte servida por el talento de Iban Barrenetxea. Se trata de una serie de ilustraciones que dan forma a una representación de Houdini (llevando a cabo su clásico acto de escapismo en un tanque de agua, con voraz piraña incorporada), aderezada con las desafortunadas intervenciones de un tragasables, un mago de aspecto oriental que juega con fuego y una elegante dama que tiene sus más y sus menos con una serpiente.

Mientras vamos pasando página tras página y la escena ideada por Barrenetxea se va desarrollando, resulta inevitable incorporar como banda sonora a la misma el animado acompañamiento musical tan típico del vodevil. Curiosamente, Nórdica Libros (a la cual debemos la excelente edición de “Traficantes de milagros y sus métodos”) dispone en su web de un video que permite visualizar la actuación del mago y sus acompañantes al tiempo que suena una melodía del estilo mencionado.

Iban Barrenetxea, tras una década dedicado al mundo del diseño gráfico, decidió en 2010 embarcarse por terrenos literarios. Dueño de un estilo elegante y de una belleza sobresaliente que le ha reportado numerosos galardones, sus ilustraciones enriquecen obras como “Un panal de rica miel” (Félix María de Samaniego) o “Blancanieves” (Jacob y Wilhelm Grimm). Además, como autor completo ha publicado, entre otros, “El cuento del carpintero” y “El único y verdadero rey del bosque”.

Un libro muy peculiar

Leer “Traficantes de milagros y sus métodos” supone realizar un viaje al pasado plagado de prodigios que resultan no serlo. Houdini alaba el trabajo de algunos compañeros de profesión, pero no duda en atacar con saña a otros, mientras describe la tramoya oculta tras el oropel del espectáculo.

Evidentemente, no se trata de una obra dirigida a un público amplio, y apenas aporta datos biográficos que puedan atraer a quien desee conocer la figura de Houdini. Sin embargo, en El Mar de Tinta consideramos que, quien esté interesado en el mundo de la magia y el ilusionismo desde una perspectiva histórica, encontrará en sus páginas testimonios y descripciones de gran valor.

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