Un detective con toga y sandalias

«La primera de las 20 novelas de Marco Didio Falco, publicadas por la editorial Edhasa, es sin duda la más brillante de esta  saga ambientada en la Roma del siglo I d.C. «

El rotundo éxito que la novela negra europea está teniendo en nuestros días, revigorizado por el fallecido Stieg Larsson con su trilogía “Milleniumm”, nos ha hecho recordar este género literario en el que es difícil destacar y escribir obras lo suficientemente originales como para captar la atención de los lectores y la crítica.

Hacerse un nombre entre los muchos autores de novela policiaca y de misterio puede llegar a convertirse en una ardua tarea, pero creemos que la británica Lindsey Davis lo ha conseguido con creces. Su peculiar saga detectivesca ambientada en la Roma del siglo primero después de Cristo es la prueba física de ello.

Un poco de biografía

Lindsey Davis nació en Birmingham y estudió literatura inglesa en Oxford. Sus primeras publicaciones fueron seriales románticos para Woman’s Realm. Iniciada en la novela histórica con “The Course of Honor”, obra que relata la historia verídica de  los amoríos entre el emperador Vespasiano y Antonia Caenis, el estudio y su interés por la historia de Roma durante la primera centuria de nuestra era fueron los cimientos de “La Plata de Britania”, publicada en 1989.

Tras el éxito cosechado y la cantidad de premios recibidos, Lindsey Davis ha continuado la serie de novelas hasta la actualidad, siendo ya veinte las obras publicadas.

Asimismo, la autora ha escrito otros textos ajenos a la saga iniciada con “La Plata de Britania”, aunque también de temática histórica, como “Rebels and Traitors”, cuya historia se ambienta en el transcurso de la Guerra Civil británica.

Contexto histórico

El estilo narrativo de Davis y la evolución de la trama no hace imprescindible que el lector sea versado en Historia Clásica. Pese a ello, vamos a hacer una breve síntesis del marco histórico en el cual está ambientada.

La novela se sitúa en plena dinastía de los Flavios, de los cuales gobernaron Vespasiano (69-79 d.C.) y sus dos hijos, Tito (79-81 d.C) y Domiciano (81-96 d.C.) Todos ellos participaron contemporáneamente en diversas magistraturas por lo que Davis los nombra, e incluso les da protagonismo.

El emperador Vespasiano, procedente de una familia honorable pero modesta, se promocionó demostrando en su gestión administrativa una gran eficacia e integridad así como unas dotes militares brillantes, siendo un ejemplo de la promoción de las oligarquías municipales itálicas. Su larga carrera (tribuno militar, cuestor en Creta y Cirenaica, legado de legión en Germania y Britania y sacerdote, entre otros) hizo que el emperador que le precedió, Nerón, le diera el mando del ejército cuando el conflicto con los judíos en la región de Judea se complicó.

Vespasiano se encontraba en Oriente sometiendo a los judíos cuando falleció Nerón y fue proclamado emperador. Durante su gobierno asoció a Tito al poder y éste recibió  el título de César. Además, compartió con su padre el cargo de censor y ejerció de cónsul.

Es con los Flavios cuando se borran las ambigüedades que Augusto fomentó para encubrir la realidad política bajo tintes republicanos. Su gobierno era el poder de uno solo, y todas las instituciones republicanas se mantenían subordinadas a esta concepción. No obstante, guardó ciertas formalidades y seguía haciendo consultas al Senado, respetando además la dignidad senatorial y las concesiones que derivaban de ésta.

Vespasiano fue un emperador populista y trató siempre de tener contenta a la plebe. Para ello, se comprometió a entregar la conocida “plebe alimentaria”, por la cual se distribuían alimentos gratis y dinero. Además, organizaba abundantes espectáculos públicos, ejemplo que también siguió su hijo Tito, individuo brillante y admirado por el pueblo.

Lindsay Davis hace hincapié en estas virtudes del hermano mayor, ya que Domiciano (por lo que afirman los historiadores de la época), carecía de todas ellas. Esta enemistad, provocada por la envidia de Domiciano hacia Tito, queda reflejada en la obra pese a que hoy por hoy no haya pruebas fidedignas de que esto fuera así.

Dramatis Personae

Con “La Plata de Britania” se presenta el entrañable protagonista de la saga: Marco Didio Falco, detective de baja estofa en la Roma del emperador Vespasiano. De carácter irónico y con tendencias republicanas, Falco vive afincado en un piso alto de las insulae del sector Aventino de la gran urbe. Allí se gana la vida resolviendo pequeños crímenes y episodios poblados de clientes adúlteros. Un día de mucho calor, paseándose entre los puestos del mercado y la muchedumbre, tropieza con una inusitada refriega. Dos matones tratan de dar alcance a una damisela de atuendo laborioso y poco apropiado para el Foro que, obviamente, se encuentra en graves apuros. La desinteresada (o tal vez no tanto) solidaridad de nuestro personaje le mueve a interceptar a los perseguidores y a ayudar a la joven a escapar.

Es este fortuito encuentro con Sosia Camilina, miembro de una respetable familia senatorial, el que inicia la serie de acontecimientos que llevarán al detective a encargarse de la resolución de un importante e intrincado misterio donde nada es lo que parece. Los principales intrigantes darán unos cuantos quebraderos de cabeza al protagonista, implicándole en una trama conspirativa urdida por personajes de la alta sociedad romana que incluso salpicará al mismísimo Vespasiano, recién nombrado emperador.

Falco tendrá que enfrentarse a situaciones extremas, arriesgando su vida en múltiples ocasiones en su propósito de desenmascarar a los culpables. Para ello, se embarcará en un viaje por tierra y mar hacia Britania, donde conocerá a la aristocrática, tozuda y  a la vez fascinante Helena Justina, hija del senador y prima de Sosia. En esta inhóspita región el intrépido detective buscará respuestas, incluso trabajando infiltrado como esclavo en una mina de plata, pasando un sinfín de penurias y desventuras, para luego escoltar a Helena vuelta a su hogar en la capital del imperio.

Destaca también entre los habituales de Falco su íntimo amigo Petronio Longo, afable capitán de la patrulla de la guardia del sector Aventino de Roma, siempre preocupado y dispuesto a ayudar a su colega.

Suspense en clave de humor

Lo que hace tan original a “La Plata de Britania” es que dista mucho de ser la típica recreación histórica, seria y trascendente. Con un estilo rápido e hilarante, escrita en primera persona, el lector podrá introducirse en la piel de este pintoresco romano, viendo a través de sus ojos de republicano escéptico y un tanto nostálgico, los entresijos y costumbres de la vida durante la última fase del imperio romano de Occidente.

A través de las experiencias de Marco Didio Falco se aprende el funcionamiento del mundo romano, las distancias y desequilibrios entre las clases sociales, el despotismo de los dirigentes, la cultura y tradiciones de la época. Asimismo, el misterio, los giros inesperados del argumento y el sutil humor de sus personajes convierten a esta novela en una lectura imprescindible tanto para los amantes de ambos géneros como para lectores no iniciados.

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