¡Vuela, vuela, sorpresa!

Almadraba nos trae de vuelta a Toni y Tina, los conejitos creados por Meritxell Martí y Xavier Salomó. En esta nueva aventura enseñarán a los niños a reconocer y expresar la sorpresa. Para los mayores, algunos consejos útiles. Para los niños diversión y entretenimiento.

Toni y Tina ya no necesitan presentación y recomendar su lectura es casi obligado. Ninguno de los cinco volúmenes publicados hasta la fecha defrauda. Con unas divertidas ilustraciones y unas historias sencillas pero entretenidas, son una estupenda opción para regalar a los peques. Disfrutarán grandes y pequeños.

La larga espera

Toni y Tina están muy emocionados. La primavera ha llegado con todo su esplendor y el bosque está precioso. Pero hay algo más. En primavera regresa su amigo Patas. Ambos están deseando volver a verle.

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Los días pasan y no hay noticias de Patas. Tina no puede dormir, emocionada ante la llegada de su amigo. Toni tampoco duerme, preocupado por lo que pueda haberle pasado. Uno y otro se encuentran al día siguiente y se cuentan sus preocupaciones, sus miedos. Entre los dos se animan.

La llegada de Patas supone el fin de las dudas y la sorpresa final: el encuentro feliz de los tres amigos.

Recomendado para todos

“¡Vuela, vuela, sorpresa!” ofrece a los niños una divertida forma de conocer las emociones humanas y cómo enfrentarse a ellas.  La sorpresa, de la que puede resultar un sentimiento positivo de felicidad o un sentimiento negativo, se presenta de una forma sencilla. Los más peques pueden disfrutar de un álbum ilustrado con gusto y una sencilla historia  que podrán seguir sin problemas.

Toni y Tina

Los personajes son entrañables y la historia está narrada de forma ágil e inteligente, introduciendo elementos que ayuden a los lectores a entender la emoción y sus características. Al final, las actividades sirven como un elemento lúdico y de aprendizaje.

Para los mayores ofrece una guía útil e información para su consulta. El cuento sirve además de continuación a las otras aventuras de Toni y Tina. La colección resulta atractiva y útil, dos elementos que fomentan también la lectura. Con “¡Vuela, vuela, sorpresa!” tanto padres como educadores y, por supuesto, los niños, tendrán en su mano un elemento pedagógico y lúdico. Dos en uno.

Optimismo y vitalidad

Una de las mejores bazas de la colección de Toni y Tina es, sin duda, la fuerza de sus dibujos. Obra de Xavier Salomó, aporta a las historias color y vitalidad, algo que sin duda atrae a los niños y lectores jóvenes. A toda página, con gran movimiento y expresividad, son un elemento esencial. Por otro lado no hay que olvidar el texto, también muy cuidado, de Meritxell Martí.

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La combinación de ambos, junto a la labor de logopedas y especialistas que hay detrás de cada uno de los volúmenes de la colección, aporta un matiz más que interesante a “¡Vuela, vuela, sorpresa!”. No deja de ser un cuento para niños, pero también entretendrá a los mayores.

A destacar también los sentimientos positivos que trascienden la página. La narración en clave de humor y la forma en la que se resaltan los sentimientos positivos, hacen que el resultado sea excelente. Una visión de las emociones nada dogmática, abierta y alegre. A sabiendas de que se consigue más con lo positivo que con lo negativo, Toni y Tina se encargan de reforzar los primeros para vencer a los segundos. Una experiencia para niños, una guía para padres y educadores. Un buen libro para contar a los más pequeños de la casa y que disfrute toda la familia.

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