Akili

La evolución humana está a punto de cambiar para siempre. Todo lo que se sabía hasta ahora sobre el homo sapiens será rebatido. No se avanza hacia la prosperidad, sino hacia la destrucción total. Kazuaki Takano (Tokio, 1964) sorprende con esta novela en la que presenta a una humanidad al borde del colapso y el nacimiento de una nueva especie.

Amparado por el éxito de sus anteriores libros, Takano despliega sus dotes narrativas en una historia inspirada en las novelas de Michael Crichton. Esta ficción científica sirve para descubrir a un autor que ha cosechado un gran éxito en su país. Umbriel apoya la iniciativa con esta edición.

Principio y fin

Cuando el presidente Burns recibe la noticia de la aparición de una criatura sobrehumana ve ante sí una terrible amenaza. En colaboración con una entidad privada, contrata a un grupo de mercenarios para eliminar el problema bajo un pretexto: erradicar un virus africano.

 A Yeager, líder del grupo, le asaltan las dudas durante el período de adiestramiento. Uno de los componentes del equipo no es lo que parece y el fin último de la empresa no está relacionado con ningún virus. ¿Qué pretende eliminar Burns en el continente africano?

Kento, un estudiante de postgrado japonés, recibe un extraño correo electrónico tras el funeral de su padre. Debe continuar el trabajo dejado a medias por su progenitor: la cura para una enfermedad infantil cuyos resultados dependen de un intrincado programa informático. Todo parece indicar que dicho programa ha sido realizado por alguien excepcional. Su diseño contempla un intrincado esquema celular humano no visto hasta la fecha.

Al borde del colapso

[quote]Pero había algo en su cara- con aquellos ojos grandes y oblicuos- que lo hacían muy diferente a un niño humano. (…) ¿Qué expresaba la clara luz que brotaba de aquellos ojos? ¿Cautela? ¿Curiosidad? ¿Locura? ¿Maldad? Yeager sintió miedo ante aquél ser enigmático[/quote]

Kazuaki Takano emprendió una misión complicada con “Akili”. Originariamente titulada “Genocide of one”, la novela muestra con crudeza la violencia y la decadencia humana frente a una nueva especie. Ante el nacimiento de un niño africano con un gran potencial (Akili), el país más poderoso del mundo no duda en erradicarlo mediante la violencia. Un tópico literario (el de la criatura avanzada llena de buenas intenciones y el presidente cruel y déspota) adornado con largos párrafos científicos que, lejos de resultar interesantes, ralentizan la lectura. Las dos primeras partes de las tres que componen el libro son un abigarrado resumen de términos médicos, presentación de personajes y puesta en escena de múltiples conflictos humanos. Sin duda, Takano sabe sacarle partido a sus conocimientos pero, en nuestra modesta opinión, son excesivos.

La gran cantidad de personajes secundarios que aparecen y desaparecen sin más es sorprendente. No obstante, pasado el meridiano, “Akili” gana  interés. La tercera parte es la más fluida. Menos detallada y más centrada en los personajes y sus diferentes enfoques, resuelve la trama de forma satisfactoria. Los protagonistas responden a modelos marcados: Burns, un presidente férreo que esconde su debilidad en la brutalidad, el mercenario Yeager, de gran corazón y Kento, el estudiante que no sabe qué hacer con su vida pero que consigue convertirse en héroe. Todos ellos son tipos conocidos cuya única novedad radica en la descripción que de ellos hace su autor.

Takano sabe rodear a sus personajes de una atmósfera opresiva cuyo escenario cambia. Leída con calma y atención, “Akili” ofrece espacios atractivos muy bien descritos, al igual que las sensaciones que emanan. Un resultado positivo, con algunos altibajos.

Ficción médica y ciencia ficción

[quote]En eso consistía la ciencia, reconoció Kento. Su padre no había hecho grandes hallazgos, pero en medio de sus obligaciones cotidianas había hecho muchos pequeños descubrimientos que sólo él conocía[/quote]

Existe cierta fascinación hacia lo que se ha llamado “ficción médica” o “tecnothriller”. Novelas en las que la medicina cobra un papel esencial sirviendo de cura o tormento. Desde Mary Shelley y “Frankenstein” hasta nuestros días, muchos han caído en las redes de la ficción médica para aterrorizar al personal con pandemias y mutaciones. Uno de los mayores representantes de esta corriente fue Michael Crichton. Médico de profesión y escritor en sus ratos libres, también dejó una importante huella en el cine. Supo como nadie aunar la realidad con la ficción y hacernos creer algo tan imposible como la resurrección de los dinosaurios. Con un estilo ligero y sutil, también se sirvió de la pluma para criticar a las grandes empresas farmacéuticas y a todo aquél que se sirviera de la salud para lucrarse.

Otro eslabón de la cadena es Robin Cook Médico como Crichton, su trabajo literario se acerca más a la ciencia ficción. “Mutación”, “Terminal” o “Ceguera asesina” destapan los entresijos de la medicina, haciendo especial hincapié en el tema de la genética. Ambos se hicieron eco de las principales innovaciones durante los años ochenta y noventa y las plasmaron en sus historias.

 Muchos críticos ven en Kazuaki Takano al heredero de  Michael Crichton. En El Mar de Tinta creemos que Takano se mueve muy bien en el thriller, pero le falta la fluidez de sus antecesores. “Akili” ha obtenido numerosos premios tras su publicación y no queremos restarle mérito. Es una buena novela de suspense, algo densa, pero con buenos planteamientos.

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