Danza de dragones

La espera ha sido larga y tediosa. Pero al fin, llega a nuestro país la continuación de una de las sagas literarias más exitosas de la fantasía épica actual. Gigamesh presenta el último libro de George R. R. Martin en una edición de lujo de precio desorbitado y otra menos llamativa, pero sin embargo, más asequible. “Danza de dragones” ofrece a los acérrimos seguidores de “Canción de Hielo y Fuego”  más de mil páginas de sangre y fuego.

La quinta entrega de “Canción de Hielo y Fuego” va a dar mucho que hablar. No dudamos que las opiniones de los fans de la serie van a ser dispares. Algunos se mostrarán más entusiasmados que otros al descubrir el cariz que el “venerado” escritor americano está imprimiendo a su creación.

Tras su lectura, en El Mar de Tinta, no podemos pasar por alto la indiscutible capacidad del autor para ahondar en los entresijos y retorcidas intrigas de los poderosos, además de su maestría a la hora de disponer los engranajes del ya tan conocido “juego de tronos”.

Inevitable transición

“Danza de dragones” expone, tal y como argumenta Martin en su prólogo, hechos paralelos a los narrados en “Festín de Cuervos”. El último libro de la saga, rescata a aquellos personajes que echamos de menos en el anterior volumen. Pero, debido su mayor extensión, avanza más en el tiempo acercándonos a los acontecimientos que están por llegar.

Observamos que el libro atañe a un periodo de transición entre sucesos claves. Sigue habiendo acción y George R.R. Martin se cuida mucho de que el lector no pierda el interés, aportando un sinfín de información importante para el desarrollo de la trama. Pero “Danza de dragones” es más un despliegue de todo el armamento pesado que una sucesión de acontecimientos trepidantes.

En los títulos anteriores, el escritor había presentado a las casas más poderosas de Poniente, las familias vasallas, así como a los exiliados Targaryen en las ciudades libres. A medida que avanzó en su historia, las intrigas y la traición convirtieron la saga en una lucha encarnizada y sangrienta por el Trono de Hierro, condimentada con venganza y poderes oscuros.

Ahora, el escritor presenta todas las piezas dispuestas en el tablero, que se colocan poco a poco en sus posiciones estratégicas a medida que avanza el argumento. Las diferentes facciones se diferencian claramente, y surgen otras que complicarán todavía más este juego ya de por si endemoniadamente enrevesado.

En definitiva, “Danza de dragones” avanza inexorable hacia acontecimientos impredecibles, pero que sin duda no nos dejarán indiferentes. El lector devorará página tras página expectante, a sabiendas de que lo mejor está por llegar en futuras entregas.

Sangre y fuego

Aunque las intrigas políticas que el autor idea nos apasionan por su complejidad y realismo (nadie dudará que los personajes de Martin resultan aterradoramente reales,  unos tan honorables, otros tan mezquinos y egoístas), debemos mencionar que la forma en que se complica el argumento es muy satisfactoria. Ya no es sólo una lucha entre caballeros -tan parecida a la guerra británica de las Dos Rosas-.

Entran en juego otros grupos tan relevantes como los propios nobles guerreando por los siete reinos: la iglesia, enfrentada en dos grupos cada vez más poderosos, los adoradores del dios del fuego y aquellos que aún creen en el poder de los antiguos dioses y nuevos. También las ciudades libres, donde Daenerys Targaryen pretende construir su futuro reino hasta que sus dragones crezcan lo suficiente como para poder montarlos. La casta política de estas urbes con sus juegos de poder, entorpecerán los planes de unos y otros, atrayendo la atención de los que se encuentran al otro lado del mar Angosto.

Serán los dragones, y con ellos Daenerys, el centro de atracción de todo este polvorín a punto de estallar en mil pedazos. Codiciados y temidos, harán bailar a un sinnúmero de personajes a un son cada vez más peligroso.

Por último, está el norte, donde Jon Nieve como Lord Comandante se enfrenta a una situación delicada: la amenaza de Los Otros, seres más allá del Muro, y los credos de la Guardia de la Noche que debe preservar. Tomar partido o no hacerlo se convertirá, para el bastardo de Ned Stark, en una situación peliaguda.

Otros personajes sorprenderán al lector pues, en “Canción de Hielo y Fuego”, todos tienen sus razones personales, imbricadas en una guerra dura y  mortífera que asola el Norte y amenaza al Sur de Poniente.

Cautivando lectores

La prosa de George R. R. Martin es ligera, atrevida, provocadora y precisa. Las descripciones detalladas que encontramos en “Danza de dragones” siguen la senda de los anteriores títulos de la serie, dotando a la acción de una plasticidad envidiable. Es imposible no imaginarse a la perfección los distintos escenarios: la suntuosidad de las ciudades libres, el blanco y demacrado Norte, la majestuosidad de Desembarco del Rey; y también resulta imposible no encariñarse (o en su defecto enemistarse) con los personajes de esta saga.

Ninguno de ellos, en el desarrollo de sus historias personales, decepciona. Pese a que no hay mucha acción de importancia capital, George R. R. Martin proporciona retazos de cada uno de ellos, y cruza sus caminos atando cabos naturalmente, hilando la trama con soltura. Destacamos como uno de nuestros preferidos a Tyrion Lannister por su brillante desfachatez. En este título, sigue haciendo gala de su retorcido sentido del humor que hará soltar a más de un lector alguna que otra carcajada perversa.

A medida que se acerca el epílogo, Martin retoma a otros personajes que sí aparecen en “Festín de Cuervos”, y suponemos que éstos tendrán más importancia en el siguiente volumen. Pese a todo, el escritor se guarda unos cuantos ases en la manga, continuando algunas historias, pero dejando olvidadas otras tan importantes o más como las tratadas en “Danza de dragones”.

El desenlace de este título nos deja, como era de esperar, con la miel en los labios. La trama se desboca de nuevo, y tras tantas horas de lectura no nos queda otra que  aguardar con ganas (de nuevo) el sexto tomo de la saga. Con tanto suspense añadido, y a sabiendas que posiblemente la espera volverá a ser larga, prácticamente exigimos que “Vientos de invierno” sea un libro intenso y absorbente, tal y como se merece el embrollo argumental de Martin. Las expectativas cada vez están más altas, aunque confiamos en que George R. R. Martin las sobrepase holgadamente.

Catapulta hacia el éxito

 Tras el éxito de la primera y segunda temporada de la serie de la cadena de televisión HBO “Juego de Tronos”, “Canción de Hielo y Fuego” ha llegado a millones de lectores convirtiéndose en un fenómeno mundial. Esta, emitida en nuestro país en Canal + y más tarde en Antena 3, ha cautivado a miles de personas, aunque el argumento y los personajes distan bastante de parecerse a los auténticos protagonistas de la saga. Las edades no concuerdan y algunos acontecimientos se han modificado para adecuarlos al formato televisivo.

Sin embargo, esta ha ayudado a que los libros de Martin se difundan entre lectores no aficionados a la literatura fantástica, y lo han catapultado hacia el éxito. Pocos recuerdan los inicios más que dignos de George R. R. Martin como escritor de relatos de ciencia ficción («Muerte de la luz», 1977). No obstante, la fama de esta saga es más que justificable pues son libros con alta calidad literaria, una trama trepidante que combina intrigas, guerra, fantasía, magia y sexo ofreciendo al lector entretenimiento en estado puro.

 En la contraportada de la edición de tapa blanda que se pone a la venta mañana día 12, se ha incluido una cita de la crítica realizada en el periódico “The New York Times” por Dana Jennings. Ésta indica que “Tolkien ha muerto. Larga vida a George Martin”. Desde El Mar de Tinta nos gustaría declarar nuestro rechazo hacia esta observación. No tenemos claro si George R. R. Martin pasará a la historia como uno de los grandes de la fantasía épica, aunque suponemos que sí lo conseguirá. De lo que no tenemos duda es que las comparaciones son odiosas. Ni la literatura de Tolkien ha muerto, ni los libros de “Canción de Hielo y Fuego” quedarán en el olvido.

“Danza de dragones” es la muestra perfecta de que todavía nos esperan muchas aventuras por vivir en el mundo de Poniente.

2 respuestas a «Danza de dragones»

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