Besos que fueron y no fueron: entrevista a Roger Olmos y David Aceituno

“Roger Olmos y David Aceituno, unidos por fin de la mano de Lumen en un álbum ilustrado llamado “Besos que fueron y  no fueron”. ¿De qué trata el cuento? De ósculos dulces, traviesos, sinceros, robados, subyugados. En este álbum de gran formato y con ilustraciones a todo color, el lector saboreará la historia de los besos, en forma de  cuentos entrelazados, definiciones y personajes encantadores y divertidos. El genial imaginario del ilustrador Roger Olmos combina de forma magistral  con los  originales textos del escritor David Aceituno. Este autor cuenta  con un  libro de poemas en su haber, y se estrena en el género a lo grande. Juntos nos regalan esta pequeña joya de la literatura, imprescindible para cualquier aficionado a las historias, la magia y los dibujos hermosos.”

El álbum

P: ¿Cómo nace «Besos que fueron y no fueron»?  

DAVID: El proyecto se le ocurre a Magela Ronda, nuestra editora. Se da cuenta de que es un tema que puede interesar a mucha gente, que no hay otros libros que sean a la vez un manual, un catálogo y un libro de cuentos, y que giren alrededor de los besos. Luego piensa en nosotros para darle forma.

P: ¿En qué se inspira el álbum y qué pretende transmitir?

ROGER: Yo creo que se inspira en todos nosotros, experiencias vividas a lo largo de nuestra vida que giran en torno a los besos. En cada una de las páginas, desde los cuentos más clásicos hasta las aportaciones más personales, algún ingrediente podrá hacernos sentir identificados.

P: ¿A quién va dedicado?       

DAVID: A todo tipo de públicos. Aunque presumiblemente está dirigido a un público infantil, queríamos que los adultos también lo pasaran bien. Un tema así es generoso con las edades, encaja bien en casi todas.

P: ¿Podrían indicarnos cuál es su historia preferida del álbum? 

DAVID: Yo me quedo con «Delika Tessen»…                                                                   

ROGER: A mí me va más el» Robabesos»… Tiendo a ser un poco «oscurillo»

P: ¿Y alguna otra (o personaje) que tuvieran en mente y no pudieron incluir?

DAVID: Hay una geisha abandonada por su amante que se quedó fuera porque no había más páginas.

P: ¿El texto inspiró al dibujo o fue al revés?      

DAVID: En la mayoría de casos, el bloque de texto principal inspiraba la ilustración, y los textos secundarios estaban escritos a partir del dibujo. Otras veces ha sido la ilustración de Roger la que inspiraba el texto, como por ejemplo «La Increíble Máquina Expendedora de Besos».

Trabajo y preparación

P: Parece que el Sr. Olmos tiene una trayectoria más larga que el Sr. Aceituno en el género infantil y juvenil. ¿Qué les empujó a colaborar en este proyecto?                                                                                                         

DAVID: El encuentro no se hubiese producido de no ser por Magela. Roger tiene un largo bagaje ya en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Yo había publicado un libro de poesía. Supongo que Magela pensó que se le podría dar un enfoque distinto a los textos: varios niveles de lectura que pudieran interesar a un público más amplio.

P: Idear  y preparar un álbum ilustrado es un proceso lento que requiere mucha dedicación. ¿Qué rutinas de trabajo adoptaron durante la elaboración de “Besos que fueron y que no fueron”? ¿Cómo se ayudaban para ir creando las diferentes historias e ilustrarlas?    

DAVID: En todo momento ha sido un trabajo a tres bandas. Primero establecer las pautas, luego encontrar el estilo en el que todos nos sintiéramos cómodos y después ir ajustando cada página. Ni Roger ni yo queríamos un álbum cursi, creo que no es nuestro estilo. Yo enviaba los textos a Magela, ella los validaba y se los enviaba a Roger, que a su vez nos enviaba los dibujos para que los viéramos. Aunque la mayor parte del trabajo lo hemos hecho vía email, nos reunimos unas cuantas veces en persona para hacer recuento, corregir, trazar nuevas pautas…

P: ¿Ha sido satisfactoria la experiencia de trabajar juntos? ¿Querrían volver a intentarlo?

DAVID: Trabajar con Roger ha sido un lujo. Es intuitivo, tiene imaginación y criterio, y es receptivo. Sus dibujos son increíbles. Estaría encantado de repetir, claro.

ROGER: Igualmente, una persona muy accesible con un sentido de lo visual muy parecido al mío. Y eso se agradece, y además me encanta su imaginario.

P: ¿Podrían contarnos alguna anécdota interesante y divertida relacionada con la confección del álbum?

DAVID: La mutación que sufrió el Robabesos fue curiosa: al principio iba a ser una especie de Peter Pan que robaba besos a los ricos para dárselo a los pobres; luego se convirtió en un monstruo y en uno de nuestros personajes favoritos.

P: ¿Cuáles son los rasgos que les definen y caracterizan como autor e ilustrador?

DAVID: No sabría contestar a eso…

ROGER: Supongo que nuestro nivel de observación es algo diferente, yo me fijo en detalles que otro ni se para a pensar, a todo le doy mil vueltas y me enrosco yo solo. Ah! y que mis bolígrafos a diferencia de los de David, tienen pelos en la punta.

P: ¿Cuáles son los autores con mayor influencia en su trabajo?

DAVID: Hay unos cuantos novelistas y poetas que suelo releer y que me acompañan desde hace tiempo, así que supongo que por un lado u otro me habrán influido: Anne Carson, Luis Magrinyà, Ted Hughes, Manuel Vilas, John Ashbery…

ROGER: Dave Mackean, Shaun Tan, Ashley Wood, Roberto Inocenti, Matotti, Pedro Reyes…..

P: ¿Tienen algún otro proyecto relacionado con la literatura infantil en preparación?

DAVID: Estoy trabajando en un par de cosas, pero no están relacionadas con la literatura infantil.

ROGER: Acabando un álbum de Juan Marsé para Alfaguara, Empezando otro para OQO, le sigue un cuento de Navidad Islandés y una adaptación de Marc Twain para una editorial italiana.

El género infantil  y juvenil

P: ¿Qué ventajas y desventajas ven en el género de álbum ilustrado?

DAVID: Ventajas muchas. Suelen ser libros atractivos, de calidad y que se pueden coger y hojear de vez en cuando. Desventajas, pocas: no caben en el bolsillo de la chaqueta. Bueno, y en algunos casos, los precios.

P: En su opinión, ¿qué características debe ofrecer un álbum ilustrado para que el lector lo escoja?

DAVID: Que tenga calidad, que se diferencie en algo del resto.

ROGER: Comparto con David, y creo que una buena y atractiva cubierta es muy importante. El libro en tu mesa destaca, pero en un escaparate al lado de otros tantos, puede quedar camuflado, es importante pensar en una imagen que atraiga la vista por encima de los demás. Aunque está claro que la primera impresión es la imagen, pero no hay un estilo en concreto que sea el mejor. Gustos los hay de todo tipo, a uno le tirará más lo figurativo y a otro más lo conceptual. Luego están las malditas modas, que si ahora va de vampiros, luego vienen las princesas o que si ahora tocan los ratones «coloraos», y las grandes masas se dejan arrastrar por esas cosas.  Depende mucho del público, la gente que consume álbum de nuestra edad, se mueven por unos baremos, y los peques que tiran de la manga de sus padres por otros, es difícil acertar. Yo ilustro las cosas que a mí me gustaría encontrar, no pienso en ningún público en concreto.

P: ¿Creen que la literatura infantil y juvenil ha evolucionado con los años?

ROGER: Sí, se hacen cosas muy interesantes, se arriesga más. Tanto a nivel de ilustración como de narración.

P: ¿Qué destacarían de la literatura infantil y juvenil dentro de nuestro país?

ROGER: Las ganas de innovar, de salirse de lo clásico. Muchas editoriales desde hace algún tiempo ya han empezado a «arriesgar» con estilos más atrevidos, han decidido quitarle «las tallas» a los cerebros a los que van dirigidos los álbumes. Lo malo es que se tiende a comprar mucho de fuera, y eso no ayuda. Entiendo que a ellos de ese modo les sale más barato, pero aquí tenemos un producto nacional bruto que no tiene nada que envidiar a los demás.

P: ¿Hay posibilidades para los autores españoles?

DAVID: Si tienen ideas y perseverancia (y un poco de suerte), sí.

P: ¿Y para los ilustradores?

ROGER:  Yo creo que sí, pero hay que pelearlo bien, más que nada porque a los de aquí les gusta comprar lo de los de allá. De todos modos, a los ilustradores en este país no se les tiene considerados como en otros. Las condiciones con las que trabaja un ilustrador en Francia o Alemania no tienen nada que ver con las de aquí, y no entiendo porqué. Pero poco a poco todo llegará. Animo a ir más allá de nuestras fronteras, es algo que ya he hecho y quiero explotar más.

 

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