Los diez mil

Los diez milDe un tiempo a esta parte, la Historia se ha convertido en una fuente inagotable de argumentos para novelistas a lo largo y ancho del globo. No es necesario abandonar nuestras fronteras para encontrar a escritores como Javier Negrete, Santiago Posteguillo o Pedro Santamaría, capaces de dar forma a entretenidísimas narraciones apoyándose en acontecimientos históricos.

Sin embargo, hay otros autores que se basan en diversas crónicas y reescriben a los clásicos, aprovechando para introducir entre los diversos hechos (bien conocidos por los estudiosos) elementos de corte fantástico. Tal es el caso de Paul Kearney, quien en “Los diez mil” se apoya en la “Anábasis” de Jenofonte para narrarnos su particular versión de una de las mayores epopeyas de la antigüedad.

Una nueva vida

Tras la masacre de Isca, una polis que se enorgullecía de formar a los más valerosos guerreros del pueblo macht, el joven Rictus sólo cuenta con una habilidad con la cual poder ganarse la vida: su formación como soldado. El azar hará que se una a un gran contingente de mercenarios el cual, comandado por el general Phiron, se dirige hacia el Imperio asurio con una misión cuya verdadera naturaleza sólo conocen unos pocos.

Pronto quedará claro que el ejército mercenario ha sido contratado por el príncipe Arkamenes con la intención de arrebatar el control del imperio a su hermano Ashurnan. Así, los diez mil guerreros match se adentrarán en territorio hostil hasta enfrentarse a las fuerzas del emperador en una batalla memorable, tras la cual se verán obligados a retirarse en una agónica marcha en pos del mar y del retorno al hogar.

Historia y Fantasía

Como ya hemos comentado, el libro que nos ocupa reescribe lo que el soldado e historiador griego Jenofonte narró en la “Anábasis” o “Expedición de los diez mil”, una obra de gran valor histórico la cual, además, está escrita de forma sencilla y muy amena. El relato de Jenofonte ha inspirado obras tan dispares como la novela “The Warriors: Los amos de la noche” de Sol Yurick (convertida por el director Walter Hill en la celebrada película homónima), o el volumen “El ejército perdido”, firmado por el especialista en narrativa histórica Valerio Massimo Manfredi.

Además de cambiar los nombres de personajes, pueblos y lugares, Kearney introduce en su libro pequeños elementos que nos permiten darnos cuenta  que el mundo en el cual transcurre la acción de “Los diez mil” no es la Tierra que todos conocemos. Dos lunas se asoman al cielo nocturno e iluminan tanto a humanos como a diversas razas, con rasgos bien peculiares estas últimas. Y los dioses de cada pueblo, poseedores de nombres que no nos resultarán familiares, tienen una gran importancia en las vidas de sus adoradores. No en vano los mejores guerreros macht, por poner un ejemplo, portan unas extraordinarias armaduras indestructibles que se adaptan a la anatomía de sus dueños y cuyo origen obedece a los designios de una poderosa deidad.

La crudeza de la guerra

Uno de los puntos fuertes de Paul Kearney (y créanme cuando les digo que tiene muchos) es el modo en el cual describe los combates que salpican las páginas de “Los diez mil”. Los campos de batalla hieden a vísceras expuestas, la tierra se empapa en sangre hasta convertirse en un fango que se aferra a los pies de los combatientes, y una brutal muerte puede llegar desde cualquier dirección, en cualquier instante de una contienda que parece prolongarse hasta el infinito.

Frente al inmenso horror, el enorme coraje de unos hombres curtidos en mil luchas, unos guerreros legendarios que se muestran a la altura de su leyenda y están dispuestos a enfrentarse a la muerte con una canción resonando en sus gargantas y una sonrisa en los labios. Los match son los soldados definitivos y, si bien no son perfectos, resultan un enemigo implacable al cual el más poderoso imperio del mundo aprende a respetar y temer.

Un autor brillante

Debemos agradecer a Alamut la oportunidad de poder disfrutar con la obra de Paul Kearney en castellano. Ya nos ofrecieron en su día la pentalogía “Las monarquías de Dios”, una serie de novelas que nos permitieron descubrir a un escritor extraordinario, admirado por colegas de profesión tan ilustres como Steven Erikson.

Ahora, recurriendo de nuevo a la publicación por medio de suscripción directa de los lectores (método gracias al cual pudo concluirse la edición de la anterior saga del autor irlandés), la editorial de Luis G. Prado nos regala una nueva joya de la fantasía épica moderna. Un libro cuyas continuaciones (“Corvus” y “Reyes del amanecer”) ya se encuentran en preparación, de modo que pronto tendremos ocasión de atesorar en nuestras bibliotecas personales una trilogía que, a buen seguro, perdurará en el recuerdo de los aficionados a mejor narrativa.

“Los diez mil” es, en resumidas cuentas, una obra imprescindible para todo lector conocedor de la prosa de Kearney. Y, por supuesto, constituye un excelente punto de partida para que quien todavía no conozca al autor se sumerja en su particular universo. En El Mar de Tinta no nos cabe la menor duda de que, tras leer esta novela, no tardará en conseguir el resto de obras de su autor.

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